Uno de cada diez españoles cree, aún a estas alturas, que no existe el cambio climático, según un estudio de la Fundación AXA que acaba de ver la luz. El nivel de negacionismo se mantiene en una situación similar en toda España con algunos parámetros comunes como la amnesia climática.

Este es un fenómeno que acuñó el psicólogo Peter Kahn, para referirse a la distorsión de la visión de la realidad que nos hace no recordar las cosas. Resulta paradójico que aún exista esta situación en el 10% de la población cuando más del 80% reconoce el problema, por delante incluso de los conflictos armados y el terrorismo.

¿Quiénes son mayoritariamente negacionistas? En este grupo destacan los hombres, con un 11,3%, y las personas de entre 45 y 64 años, con un 10,5%. Respecto a las causas que están detrás del cambio climático, siete de cada diez personas achacan el deterioro del planeta a la acción del ser humano (73,5%) y, más concretamente, a la deforestación (86,2%), la actividad industrial que implica la quema de combustibles fósiles y la generación de residuos (85,1%), el consumo de energía basada en combustibles fósiles (77,3%) o destinada a la industria del transporte (76,8%).

Siete de cada diez personas achacan el deterioro del planeta a la acción del ser humano (73,5%)

Las consecuencias, por otro lado, afectan principalmente al entorno natural. Así, más del 80% de la población considera que el cambio climático afectará en gran medida a los fenómenos metereológicos extremos y al derretimiento de los polos, afectando al nivel del mar. Le siguen de cerca el incremento de los incendios y la disminución de la biodiversidad.

Esta colección y recolección de datos nos abonan el camino para hablar de las conductas que deberíamos y estamos dispuestos a realizar para afrontar el futuro. ¿Qué debemos y qué estamos dispuestos a hacer? Aquí, también hay diferencias. Más del 78% de los españoles asegura que el coste de los productos frena sus conductas de compra sostenibles mientras se reclaman medidas a las administraciones (especialmente a la Unión Europea) para sacar adelante nuevas acciones que nos permitan afrontar el futuro.

¿Qué podemos hacer ante esta situación? Desde mi punto de vista lo primero que debemos hacer es tomarnos las cosas en serio. Abordar el problema con información, datos y rigurosidad para adoptar medidas reales y cercanas a la gente. No podemos responsabilizar sólo al ciudadano de una situación de la que todos somos parte; no podemos delegar en las Administraciones medidas que pueden partir de nosotros mismos. Unos y otros buscamos razones para alimentar la amnesia climática que oscurece nuestro futuro.

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Josep Alfonso, director general de la Fundación AXA.