Dice la tradición cristiana que, en el camino de Damasco, mientras San Pablo iba a caballo, cayó apareciéndosele Dios y llamándolo a servirle y predicar. Este hecho cambió por completo la vida del santo, y ha llegado a nuestros días en su forma popular con la expresión "camino a Damasco" como sinónimo de cambiar de opinión o forma de ser. En este caso, podemos decir que la comunidad internacional va camino a Damasco, de manera literal y metafórica, pues cada viaje hacia la capital siria se convierte en un cambio de posición respecto las milicias islamistas, el gobierno interino o la oposición siria. Se ha pasado de llamadas de emergencia por su avance militar, a discursos cautelosos y propuestas de cooperación en pocos días.

Camino de Damasco pudimos ver como los discursos de los grupos islamistas cambiaban sobre la política nacional a medida que se acercaban a la capital. Los principales cambios provenían del HTS, Hayat Tahrir al Sham, la principal facción islamista que se desmarcó de Al Qaeda por su poco perfil nacionalista. Y también de su líder Abu Mohamed al Jolani o Ahmad Al Sharaa. Ya no buscaban implementar una política religiosa estricta, ni tampoco un control total de la ciudadanía. Tampoco buscaban acabar con Asad por sus planteamientos antislámicos, ni tampoco buscaban establecer un Estado predominantemente islamista e islámico. De la noche a la mañana vimos como se hacían proclamas a llamar a una transición tranquila, a un gobierno plural, a una nueva política continuista en muchos aspectos, e incluso de respecto a las minorías étnicas y religiosas del país. 

Por su parte, Turquía y Qatar han abierto sus embajadas y misiones diplomáticas esta semana., y la aerolínea estatal turca Turkish Airlines ha anunciado vuelos a Damasco en breve. Francia ha reprendido su actividad diplomática en el país. Kaja Kallas, quien sucede a Josep Borrell frente la Acción Exterior de la Unión Europea, también ha llamado a colaborar con cautela si la nueva administración muestra signos de cambio.

Alemania también apoya el reformismo del nuevo gobierno. Reino Unido también considera que el clima es positivo para establecer relaciones con Damasco. Estados Unidos tampoco se ha quedado atrás, y se ha reunido con comandantes de Hayat Tahrir al Sham, a quien consideran facción terrorista. El Departamento de Estado de Estados Unidos acaba de anunciar que ya no persigue como terrorista a Al Jolani, actual comandante militar de HTS y de la administración interina de Siria. Así se lo trasladaron los miembros de la delegación de EEUU recién llegados a Damasco.

El nuevo gobierno sirio, de carácter temporal e interino, se ha comprometido que no habrá ninguna variación en la educación de las mujeres, ni tampoco habrá cambios en la política del país. Muchos sirios esperan que el Estado mantenga su carácter laico, y desde el propio gobierno interino también se ha dicho que no hay interés en cambiar eso, puesto que la oposición a Bashar Asad no lo tenía entre sus objetivos.

Han cambiado la bandera, parece ser que también han cambiado el himno por un antiguo poema patriótico de Omar Abu Risha, quien fue embajador de Siria entre 1961 y 1964, y considerado poeta nacional sirio y una de las más selectas plumas de la literatura árabe. Incluso hay rumores de la posible creación de un Estado federal para reconocer el carácter diferenciado kurdo, de la misma forma que existe en Irak. Se ha de reconocer que el caso iraquí puede servir de modelo, pues ayudó a terminar con el sectarismo en gran medida y se puso fin a los conflictos étnicos internos del país.

Hay una voluntad de normalización de la nueva administración siria por parte de los países vecinos y de no pocas potencias

Hay una voluntad de normalización de la nueva administración siria por parte de los países vecinos, y de no pocas potencias. Nadie echa de menos a Bashar Asad, e incluso Rusia que lo ha acogido, abandona el país rumbo a Libia, según algunos medios.

Toda comparación con Afganistán, como a veces se ha buscado es errónea. Los talibanes tardaron meses en conseguir reuniones con Naciones Unidas que la nueva administración siria ya ha tenido. Incluso en el apoyo de algunos Estados es evidente la diferencia. Aun así, tendremos que ser cautos por lo que pueda venir, pero en las calles de Damasco y de otras ciudades sirias se gritan consignas de democracia, laicidad, representatividad y otras a favor de establecer un Estado moderno, e incluso más avanzado del resto de la zona.

Las imágenes que nos llegan de Damasco y de otras ciudades, llenas de alegría y regocijo, incluso algunas de gente poniendo decoraciones navideñas y preparándose para el fin de año, como también el bullicio de la vida en la calle, nocturna y diurna, recuerdan unos versos del poeta sirio Adonis: Abrazo la época que viene y camino, rebelde, con andares de capitán, trazando mi país.

Guillem Pursals es doctorando en Derecho (UAB), máster en Seguridad (UNED) y politólogo (UPF), especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado. Aquí puede leer todas sus columnas en El Independiente.