Las lluvias caídas en la jornada del 29 de octubre en las comarcas de Requena-Utiel, Hoya de Buñol y Ribera Alta fueron realmente extraordinarias, no tanto por su cuantía (771 litros por metro cuadrado en el observatorio de Turís) sino por la intensidad: 185 litros por metro cuadrado en una hora y de ellos casi 50 en diez minutos. Una tromba de agua que desató la circulación violenta de ríos y barrancos que desde estas áreas se desplazaron hacia la Albufera de Valencia y hacia el mar Mediterráneo, arrastrando todo lo que encontraron a su paso.

Por la rambla del Poyo, en la Horta Sud, normalmente sin agua, circuló un verdadero “tsunami hidrológico” en apenas unas horas, un caudal que multiplicó por cinco al del Ebro en su desembocadura, causando destrucción, caos y decenas de víctimas mortales. El litoral mediterráneo español es, por propia condición geográfica, un territorio de riesgo. Esto es así por la existencia de un medio natural complejo con precipitaciones a veces torrenciales, con montañas próximas a la costa y multitud de cauces -generalmente secos- que la recorren. Y por el elevado grado de ocupación humana que allí se ha asentado desde época histórica, incrementado ampliamente desde la segunda mitad del siglo pasado. Ello ha supuesto una intensa ocupación urbana del medio físico que se ha realizado durante décadas sin tener en cuenta el comportamiento, en ocasiones extremo, de la naturaleza. Desde los años sesenta del siglo pasado hemos ocupado áreas inundables sin tener en cuenta el efecto que ello podría tener cuando acontecen lluvias torrenciales. Y además no sabemos como actuar ante una alerta de emergencia, lo que traduce una falta de educación para el riesgo en nuestra sociedad que deberemos desarrollar con interés a partir de ahora. 

A todo esto, se suma lo que está ocurriendo con el clima terrestre en la actualidad y que influye ciertamente en el comportamiento que manifiesta la atmósfera en el área mediterránea en las últimas décadas. Actualmente, se moviliza más energía en los procesos atmosféricos de condensación y ello deviene en un incremento de la intensidad de las precipitaciones. Y hay un agente causal destacado en todo ello: un calentamiento de la cuenca del mar Mediterráneo que nos sorprende cada vez más en sus registros térmicos estivales, especialmente desde que comenzó el presente siglo.

El cambio climático no genera desastres. Estos son originados por un conjunto de causas naturales, sociales, económicas, culturales

La cuenca occidental del mar Mediterráneo se ha calentado 1,5ºC desde 1980 a la actualidad. Esta cifra es el doble de lo que se ha calentado el aire en esta misma región en dicho período (0,7º C).  El Mediterráneo es, cada vez más, un acumulador de calorías, de energía potencial. Esta influencia se manifiesta en la intensidad de la lluvia que cae en los episodios de DANA recientes. son mas frecuentes las “gotas frías” o DANAS en nuestras latitudes ibéricas ahora que hace tres o cuatro décadas. Por tanto, hay más probabilidad de que pueda ocurrir un episodio de lluvias intensas en nuestro país, especialmente en el litoral mediterráneo.

Esto es debido a que una atmósfera que se calienta es una atmósfera que mueve las masas de aire de forma más frecuente para intentar encontrar un equilibrio térmico que, en el actual contexto de calentamiento, nunca alcanza. Son manifestaciones evidentes de cambio climático en la cuenca del Mediterráneo. El cambio climático no genera desastres. Estos son originados por un conjunto de causas naturales, sociales, económicas, culturales. Pero es cada vez más evidente que los fenómenos atmosféricos que ocurren actualmente están reforzados en su intensidad y en su frecuencia de aparición, especialmente en el área mediterránea. Y en esto sí, el proceso actual de cambio climático tiene mucho que ver. Hace cinco años fue la Vega Baja del Segura, ahora Valencia, y no pasará mucho para que ocurra otro episodio de lluvias torrenciales en el litoral mediterráneo español. Toca prepararnos; no queda otra. 

Jorge Olcina Cantos - Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante