El pasado 12 de agosto escribí en esta columna que esperaba equivocarme, pero que las cosas no cambiarían en Venezuela y que el gobierno autoritario de Nicolás Maduro se aferraría al poder, a pesar de todos los indicios de fraude en las elecciones del 28 de julio, o mejor dicho, gracias a ello. Por esta razón, creo que es importante plantear los análisis asumiendo que Maduro y su coalición dominante pretenderán mantener la imagen de normalidad democrática y dotar de un halo de legitimidad al gobierno a partir de la toma de posesión del próximo 10 de enero.
Debo reconocer que, a pesar del pesimismo del artículo, me quedé corto al dimensionar la represión del gobierno a la población civil y a sus opositores: desapariciones forzosas, muertes en custodia del Estado o por acción de sus agentes y miles de detenidos en cárceles con condiciones infrahumanas, como denunció, en carta manuscrita, la dirigente social y política del Estado de Miranda Mayra Castro, que está presa desde hace más de 150 días con cargos de "terrorismo e instigación al odio".
En este escenario, y asumiendo que el fraude electoral se ha consumado, queda claro que conseguir la libertad de los miles de presos políticos debería ser una de las prioridades. Si bien el gobierno ha ido excarcelando a distintos grupos coincidiendo con las largas navidades que arrancaron, vía decreto, el primero de octubre, la cuestión es cómo conseguir interlocución en este asunto. La búsqueda de nuevos canales es necesaria ya que los habituales parecen desgastados.
Lo ideal sería que mediasen países o actores internacionales que tienen una buena relación o mantienen una vía abierta con el gobierno venezolano. Sin embargo, es muy difícil que China Rusia o Cuba, socios estratégicos de Maduro, puedan cumplir este rol, pues ellos mismos mantienen presos políticos y reprimen a la población. Por ello hay que pensar en países como México, por ejemplo, que podría actuar como facilitador ya que la presidenta Claudia Sheinbaum ha mostrado voluntad de conservar esa vía abierta con el presidente Maduro al anunciar que enviará una delegación a su toma de posesión.
Además, con esta acción, el gobierno mexicano puede mandar una clara señal de liderazgo regional que refuerce su posición internacional en un momento en el que sufrirá las embestidas del gobierno de Donald Trump que aprovechará cualquiera de los puntos de la amplia agenda bilateral que mantienen los países para presionar a México.
El rol de mediador en contextos represivos ha sido desempeñado en otros momentos por la Iglesia Católica. Pero las críticas al presidente por parte de la Conferencia Episcopal Venezolana hace que sea vista como un actor de parte. En este sentido, tienen más posibilidades de abogar por la liberación de los presos políticos las iglesias evangélicas, claras aliadas de Maduro. El perdón, como superlativización del amor al prójimo, puede contribuir a construir una narrativa que permita al gobierno hacer liberaciones sin que esto implique mostrarse ante el país como un gobierno débil.ç
También es conocida la cercanía del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien otras veces ha intermediado en varios asuntos, incluido el de liberar presos. No obstante, parece otra vía agotada a la luz del poco éxito obtenido para mejorar las condiciones carcelarias de la experta en seguridad hispano venezolana Rocío San Miguel –acusada de "traición a la patria"–, cuya enfermedad necesita un tratamiento que en la cárcel del Helicoide no le pueden dar.
Como anticipé, la presión internacional tampoco ha surtido efecto no sólo porque tiene fuertes socios internacionales, como China y Rusia, sino porque el gobierno de Venezuela no reconoce como interlocutores válidos a los gobiernos y organismos internacionales que lo critican. De ahí que las reprobaciones de gobiernos de distintas posiciones ideológicas y regiones o las muestras de apoyo a la oposición y su candidato, como la que hizo el Congreso de los Diputados al reconocerle como triunfador de las elecciones, se han quedado en simples victorias morales sin efecto práctico alguno.
Es más, el aislamiento de Venezuela puede aumentar con el nuevo gobierno de Trump, que tendrá a Marco Rubio como secretario de Estado, una persona que avala con entusiasmo la política de su país respecto a Cuba, a pesar de que lleva 66 años mostrando su fracaso. Como la beligerancia viene de ambos lados, es muy difícil que se abra un atisbo de liberalización del régimen como el que se dio en Barbados y en Doha.
Maduro lo ha dicho claramente en una entrevista hagiográfica realizada el 1 de enero de 2025 por Ignacio Ramonet para Le Monde Diplomatique en español y Telesur, al señalar que no volverá a caer en la "diplomacia del engaño" que explica de la siguiente forma: "Lo practican mucho los imperios y el imperio estadounidense en el mundo, con sus distintas modalidades, la diplomacia del engaño con falsa atracción, falsas ofertas, para tratar de ellos, luego de ganar espacio, clavarte el puñal por la espalda; o también aplican en otros momentos la diplomacia del engaño en base al chantaje, a la amenaza de invasión, de guerras económicas. Nosotros conocemos todas esas formas de actuar del imperio estadounidense y sus aliados. Ellos creyeron que el 2024 era el año definitivo y aplicaron la diplomacia del engaño, a partir de negociaciones que desarrollamos con el gobierno saliente Joe Biden, que ellos incumplieron plenamente".
El panorama es desalentador y las circunstancias obligan a la oposición a cambiar la estrategia. Para decidir cuál debería ser ésta, sin duda, urge entrar en un proceso de reflexión que permita buscar un nuevo rumbo, tomando nota de los errores y aciertos. Además, si queremos que la dictadura venezolana no sea tan longeva como la cubana, es necesario aprender de ese proceso histórico.
Algo sencillo para comenzar es dejar de considerar al gobierno de Venezuela únicamente como un autoritarismo tropical y corrupto más y ver qué versión se cuentan de ellos mismos como parte de su construcción y legitimación. Se anunció ya una reforma que, según dice el presidente, refundará la democracia y, de lo que se sabe, se trata de un sistema de democracia plebiscitaria que le permitirá dar la apariencia de democracia a un régimen que no permite el cambio de gobierno.
No se puede dejar de intentar que la democracia y el pluralismo retornen a Venezuela, para que así, los millones de personas que tuvieron que dejar el país, vuelvan a tener patria
Pero la narración sobre sí mismos es más compleja y por eso vale la pena prestar atención al resumen que hace Ramonet en la entrevista antes citada, como preámbulo de pregunta en el que adelanta en chavismo y por la izquierda al propio Maduro: "La campaña mediática contra Venezuela dura desde hace 25 años y esta campaña hemos visto cómo se intensificó a partir de la victoria electoral suya el 28 de julio pasado. En particular los medios conservadores internacionales han modificado sin ningún pudor el relato de lo que pasó al día siguiente de las elecciones, lo que ocurrió el 29 de julio. O sea, cuando grupos armados organizados atacaron una serie de instituciones oficiales y provocaron una treintena de muertos. La versión que se ha dado en los medios internacionales, que han difundido las redes sociales, es que esas víctimas han sido causadas por las autoridades. Entonces, un poco el mundo al revés, como decía Eduardo Galeano. Usted ha reaccionado contra esas mentiras y ha lanzado, no sólo ha relanzado el movimiento revolucionario, en particular con el bloque histórico, sino también con una gran ofensiva antifascista. Usted ha organizado, se ha organizado en Caracas una serie de congresos antifascistas, de movimientos antifascistas. El antifascismo internacional se ha dado cita ahora en Caracas, en apoyo de la Revolución Bolivariana".
Lo único que me queda claro en este complejo escenario es que no se puede dejar de intentar que la democracia y el pluralismo regresen a Venezuela, para que así, los millones de personas que tuvieron que dejar el país, vuelvan a tener patria.
Francisco Sánchez es director de Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca. Aquí puede leer los artículos que ha publicado en El Independiente.
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9 Comentarios
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hace 3 horas
Yo a medias no dejo nada. Los coños y las poyas me los como enteritos. Mmmhhh!
hace 6 horas
El programador de trolls salchistas sigue sin actualizar la versión ya de por sí bastante obsoleta. Jajajaj
hace 9 horas
Decir no binario ya es ir con medias tintas.
Hay que ser estúpido para no darse cuenta. Y lelo para insistir en ello.
hace 14 horas
Este no binario no se que pinta en estos comentario. Su estulticia tienen que ser destruida.
No medias tintas
hace 21 horas
A Maduro habría que enviarle al paredón.
Y a quienes le defienden. . . . .
hace 1 día
Por cierto , no soy tío, ajajajjaja
hace 1 día
Nuevo troll salchista? Ajajjajaja
Este es un periódico liberal
La izmierda por aquí sobra
Tolerancia cero con el salchismo trol lista
hace 1 día
Este tío no se que pinta en estos comentario. Su estulticia tienen que ser destruida.
No medias tintas.
hace 2 días
Este tío no se que pinta en este periódico. Años luz del gran liberal Montaner
Maduro y su régimen tienen que ser destruidos.
No medias tintas .