El pasado 21 de diciembre Pedro Sánchez, en calidad de presidente de la Internacional Socialista (IS), arriba a Rabat para asistir a la reunión del Consejo de la IS. En este encuentro (el segundo de los dos que el Consejo celebra anualmente) al efectuarse en Marruecos, actuará como anfitrión en el mismo, el partido socialista marroquí (USFP).
Para apreciar y visualizar mejor el escenario de esta visita en sus diferentes aristas, y saber algo de la andadura de Sánchez en la Internacional Socialista, vamos a retroceder al otoño de 2022. El 25 de noviembre de 2022, por la tarde, en el Palacio de Congresos de IFEMA MADRID –que se había engalanado con esmero y mucho bombo para la ocasión– todo estaba listo para acoger el XXVI Congreso de la Internacional Socialista. El presidente de la Organización (el griego Giórgos Papandréou, al frente de la misma desde 2006) había concluido su cuarto mandato, y los más de 450 participantes (de las 100 delegaciones provenientes de todos los continentes) presentes en el cónclave, estaban llamados a elegir un nuevo presidente.
Pero la Internacional Socialista (refundada en 1951 en la ciudad alemana de Fráncfort, sobre lo que había quedado de la Internacional Obrera y Socialista que surgió en 1923 y fue barrida por la Segunda Guerra Mundial) ya no es lo que era. El brillo, la tenacidad y el inconformismo de antaño han mutado en una complaciente permisividad mesócrata, que antepone la estética y las formas, a los principios y la ética; y se aleja cada vez más (cuando no la desdeña) de la transversalidad y los valores universales de equidad social que constituían –eso creíamos– su bandera cuando nació.
La IS de hoy, se asemeja, más que nada, a ese grupo de WhatsApp al que todos quieren adherirse, algunos por curiosidad, otros en busca de notoriedad...
La IS de hoy, se asemeja, más que nada, a ese grupo de WhatsApp al que todos quieren adherirse, algunos por curiosidad, otros en busca de notoriedad y unos (pocos) con el fin de contribuir, unir y colaborar; pero que a nadie le entusiasma liderar (administrar o gestionar), para no complicarse la vida con algo que tiene más de apariencia que de eficiencia propiamente dicha. Por lo tanto, es previsible que la candidatura a la presidencia de la Organización, no destaque precisamente por la rivalidad, sino más bien por todo lo contrario.
Pero he aquí alguien, a quien el protagonismo atrae tanto como a los insectos la luz; no solo por puro instinto narcisista, sino también para hacer del liderazgo una cortina de humo capaz de solapar las incoherencias irracionales en las que incurre constantemente, y de enmascarar –si es que eso es posible– los actos que le abochornan (que son innumerables); que, además de estar dispuesto a encabezar este “grupo planetario de WhatsApp”, está muy interesado en hacerse con sus riendas cuanto antes.
Se trata de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y Secretario General del partido anfitrión (PSOE). Tal como se esperaba, el líder del PSOE es el único candidato y por ende es proclamado, “por aclamación”, presidente de la Internacional Socialista por un período de cuatro años. Es probable que muchos de los asistentes al Congreso no lo sepan, pero Sánchez esperaba esta designación “como agua de mayo”. Hace poco (en la primavera pasada) fue duramente “azotado” por Pegasus, y el Majzen (círculo oligárquico alauí) lo tiene acorralado. Y, aunque declaró públicamente su apoyo a las tesis marroquíes de anexión del Sahara, dando la espalda a la legalidad internacional, al Parlamento español y traicionando cobardemente a los saharauis; para el Majzen, todo eso, es simplemente una muestra inicial con la que reafirma y acepta inerme su condición de vasallo.
Ha contraído una “deuda insaldable” con la dictadura alauí y ahora, cual marioneta inerte, está a su merced, con las consecuencias (por razones de su cargo) que ello presupone para el país. Para complacer a Marruecos, Sánchez se verá obligado a ceder en asuntos de política (exterior y doméstica) tan relevantes, que más de uno se cuestionará –y con razón– hasta qué punto este Gobierno es soberano en su toma de decisiones. Este anhelo de Pedro Sánchez de presidir la IS, hace que nos venga a la mente el empeño y la celeridad con la que actuó (hace 20 años) el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, al proponer la creación de aquel ente al que llamaría Alianza de Civilizaciones. Apenas seis meses después de su elección, cuando el país aún no se había recuperado del terrible trauma que supuso la tragedia de los atentados del 11-M, Zapatero –raudo y veloz– propuso (el 21 de septiembre de 2004) ante la ONU la creación de la Alianza de Civilizaciones. Una propuesta diseñada a la medida del Majzen que, a posteriori, se usará para promocionar al régimen alauí y servir a sus sórdidos intereses.
El PSOE de Sánchez ha roto con todo: con él, el grado de felonía e infamia que están marcando la deriva del socialismo español no tiene parangón
No en vano, hoy en día, está al frente de esta organización (que ampara la ONU) Miguel Ángel Moratinos, exministro de Asuntos Exteriores de su gobierno y miembro destacado del lobby marroquí. Los motivos que atan a Pedro Sánchez al Majzen, suponemos que están relacionados con Pegasus; los que ataron a Zapatero a partir de su elección como presidente del Gobierno aquel fatídico marzo de 2004, a día de hoy, los ignoramos. La única certeza que tenemos es que el expresidente es tan cercano a Marruecos, que se puede afirmar que se debe más a éste que a España.
De la misma manera que la Alianza de Civilizaciones de Zapatero se instrumentalizó para proyectar una falsa imagen de la dictadura alauí, presentándola como una monarquía reformista abierta a la regeneración democrática, y ocultando su verdadera naturaleza de régimen policial y sanguinario; la Internacional Socialista de Sánchez, centrará todos sus esfuerzos en promocionar e impulsar el partido marroquí Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) para lograr que gane el mayor peso posible dentro de la IS con la finalidad de:
1- Desterrar de la Internacional Socialista al Frente POLISARIO, que es “organización consultiva” de la misma y representante legítimo del pueblo saharaui reconocido por las Naciones Unidas; para eclipsar la causa saharaui, suplantándola por la engañosa y falaz propaganda promarroquí.
2- Reforzar “el trabajo” de enaltecimiento de la dictadura marroquí que lleva a cabo Miguel Ángel Moratinos en el ente (Alianza de Civilizaciones) creado ad hoc por Zapatero.
La lealtad como virtud, nunca fue el fuerte del PSOE, ni siquiera en sus mejores años. Aun así, a lo largo de su trayectoria, siempre ha procurado (o al menos lo intenta) preservar un mínimo razonable de decoro y coherencia; sin embargo, el PSOE de Sánchez ha roto con todo: Con él, el grado de felonía e infamia que están marcando la deriva del socialismo español, no tienen parangón, ni en la propia historia del PSOE, ni en la de ningún otro partido. Y es que Sánchez se está sirviendo del partido socialista para acosar a los saharauis de una forma salvaje e inmoral que roza el ensañamiento y la alevosía. Esta guerra sin cuartel que libra contra la causa saharaui, no se limita solo a España. Ha ido más allá y la ha llevado también a la Unión Europea (donde el ejemplo más reciente de su proceder indecente, quedó patente en el bloqueo de la renovación del intergrupo saharaui en el Parlamento Europeo, que llevaba 20 años funcionando). No contento con todo esto (cuya ínfima parte bastaría para matar de vergüenza a cualquiera) Sánchez, envuelto en las siglas de su partido y aprovechando su nombramiento –voluntario– al frente de la Internacional Socialista, ha trasladado su particular saharofobia a los foros del socialismo mundial; brindándole a la dictadura majzení la oportunidad de hacer del socialismo un banal cañón de confeti con el que adornar sus mítines y ensalzar las “bondades” de una monarquía corrupta y anacrónica.
Sánchez le ha brindado a la dictadura majzení la oportunidad de hacer del socialismo un banal cañón de confeti con el que adornar sus mítines y ensalzar las “bondades” de una monarquía corrupta y anacrónica
En este contexto, como hemos citado al inicio de este artículo, Sánchez desembarca en Rabat para participar en la reunión del Consejo de la IS. Este es el motivo –pretexto– de la visita del presidente de la IS a la capital del reino. Los objetivos, que para Sánchez son lo más significativo, son otros, a saber:
1-Rendir pleitesía al sátrapa alauí en nombre de la Internacional Socialista y asegurarle que la Organización, con él a la cabeza, estará a su servicio para lo que sea menester. Prueba de esta entrega y lealtad, es la celebración excepcional de este encuentro de la IS en un país que, no solo no es democrático, sino que es una dictadura consolidada que hace y deshace a plena luz del día y a la vista de todos.
2-Darle apoyo moral (ilusorio que es lo que puede dar y esperar alguien amoral) al déspota marroquí, tras el duro golpe que supuso para el régimen alauí la histórica sentencia del TJUE que anuló los acuerdos Unión Europea-Marruecos en materia de pesca y productos agrícolas, frenando en seco el expolio y el saqueo indiscriminado de los recursos naturales del Sahara Occidental con los que Marruecos “cohechaba” a la Comisión Europea.
Por último, hemos de decir que esta reunión del Consejo de la IS quedará señalada en la historia con dos incoherencias insalvables, que eliminan cualquier atisbo de esperanza que se pueda esperar de la Internacional Socialista:
1- El haberse celebrado, como hemos referido, en un país que mancilla y pisotea diariamente los principios que se supone son la razón de ser de la IS.
2- El escuchar a su presidente, encaramado en un atril en Rabat, abogar con vehemencia por la defensa de Palestina y, al mismo tiempo; apoyar, sin inmutarse, a Rabat en su ocupación del Sahara, sabiendo que España (por resolución de la ONU) sigue siendo su potencia administradora.
No solo eso. Incluso tuvo la osadía de criticar “la hipocresía y la incoherencia de otros” en relación a la causa palestina. Una de dos, o ha tenido un lapsus y no sabía lo que decía, o le han escrito el discurso y con las prisas por trepar al atril no lo ha leído antes.
Te puede interesar
3 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
- 1 La Fundación Franco, al contraataque: “Hacemos apología del franquismo"
- 2 “Marruecos no es sostenible. La revuelta popular es inevitable”
- 3 Franco y la recuperación de la autoestima
- 4 Cómo la debilidad de Irán cambió el destino de Asad
- 5 María Jesús Montero podría enseñarle sanchismo a Sánchez
- 6 La estrategia de Movistar, Orange y Vodafone para frenar a Digi
- 7 Ángela Cremonte y su clamor por la maternidad
- 8 La ratio entre cotizantes y pensionistas, lejos aún del récord
- 9 No iba a escribir de la serie de Sorogoyen, pero...
hace 24 horas
Es de agradecer que cualquier persona con decoro, honestidad y honradez defienda lo justo y, a ser posible, lo legal.
Del inmoral, indecente e implacable sátrapa de la Moncloaca, no podemos, es más, no debemos esperar nada porque está «preso» de sus contradicciones, morales, éticas, políticas y, seguramente, legales.
Del pueblo Saharaui, como con cualquier pueblo que, históricamente, ha sido vasallo, colonizado o como queramos llamarlo, desde la óptica actual, a día de hoy, tiene derecho a que su identidad sea respetada por evidentes elementos sociales, culturales, históricos y políticos. De ahí mi solidaridad con el pueblo saharaui.
En cuanto al fondo político, no voy a entrar porque está fuera de mi alcance, en lo profundo, en lo mollar, en lo que subyace al hecho polítco de su independencia como estado/nación.
En lo que concierne al hecho histórico y legal, creo que todos «sabemos» o cuando menos «sospechamos» que el muñeco de la Moncloaca está agarrado de los «huev*s», además de que es un corrupto y un psicópata de manual, y por ese motivo, no es «capaz» de defender lo que es justo y lo que, además es legal, de justicia…legal.
hace 1 día
A ver…. Que se espera de estos sres?
Allí donde hay poder y pasta allí están..
Los trabajadores son ese grupo de la sociedad que lucha por el poder y la pasta?
No.
Por eso el socialismo ya solo tiene el nombre y nada más pero..
Si además te han pillado con el carrito del helado con Pegasus y tienes unos pro régimen marroquí (el pueblo siempre es otra cosa)… Empezando por la ministra enamorada, ahora viuda, continuando por Moratinos y casi acabando por el de la izquierda real venezolana puigdemoniana Rodríguez se apellida…
Entonces, solo nos queda contemplar ese paseíllo de sonrisa y ademanes chulescos.
Gracias Sánchez.
hace 1 día
El desinterés del público sobre el contenido de este análisis espectacular, es una muestra incontestable del (insisto) desinterés de la gente acerca de las maniobras siniestras de un personaje siniestro.
¿Quién pagará la factura de estos tejemanejes?
¿Quién enderezará el rumbo de esta nave patria?
El verdadero problema, señor Buhaia, reside en que no hay futuro; desgraciadamente, en España, nio lo hay.
Estamos de rodillas ante el fantoche de un país tercermundista; un fantoche que sabe a lo que juega.