Leyendo el artículo de opinión de los periodistas Sara S. Bas y Francisco Carrión en el diario digital El Independiente, Fuera periodistas; bienvenidos influencers españoles, la sensación de profunda indignación me asola. Inmoralidad aliñada con dosis de ignorancia.

Dajla, antigua Villacisneros cuando el Sáhara Occidental fue colonia española llegándose a convertir en su provincia cincuenta y tres, convertida en un económico resort.

Un barato resort, explotado vilmente por la monarquía marroquí. Jóvenes influencers, instagramers y youtubers se embarcan en vuelos low cost, a escasos 21 euros según publicita una aerolínea millonariamente multada por sus ilegales medidas, y gozan de sus costas, playas, hoteles, restaurantes, corriendo a colgar y publicitar en sus blogs tan suculentas experiencias: “fantásticas playas”, reza uno, “mariscos y ostras” recomienda otro, “ excelentes rutas” … “casi regaladas” …, como agua de mayo caída del cielo. Todo un jolgorio para sus bolsillos. Regaladas, por supuesto, … promocionadas y financiadas por la monarquía alauí con un objetivo claro: legitimar la ocupación ilegal del territorio. Un territorio que no les pertenece y lo saben.

Vuelos ilegales, cruzando los cielos en rutas ilegales, aterrizando en territorios ilegalmente ocupados, y todo ello amenizado por el invasor

Ensalada suculenta de inmoralidades y de ilegalidades… vuelos ilegales, cruzando los cielos en rutas ilegales, aterrizando en territorios ilegalmente ocupados, y todo ello amenizado por el invasor. “¡Bienvenidos!” Reza un cartel a su llegada… “colaboren con nosotros a legitimar la ocupación del territorio”. La receta perfecta.

Esta misma semana irrumpía en las noticias de todos los telediarios los planes estadounidenses que el nuevo ocupante de la Casa Blanca pretende en la Franja de Gaza. Expulsión y resorts. Expulsión del pueblo palestino y resorts de lujo para fundar allí un nuevo Caribe. Inmoralidad con su pequeña dosis de aliño.

Palestina y Sáhara Occidental, dos pueblos con un mismo objetivo, recuperar su territorio. Poder ser, algún día, un Estado independiente y ser reconocidos internacionalmente como lo que son, naciones que luchan por lo que les pertenece y les ha sido arrebatado. Los que hemos tenido la suerte de nacer en un Estado que no está ocupado, que no ha sido vilmente invadido, que grita pidiendo ayuda al resto de las naciones y sólo resuenan en sus oídos ecos de un silencio, eterno y vacío, no podemos comprenderlo. Los que hayan tenido la suerte de nacer en un Estado cuya población no haya sido expulsada, perseguida, torturada, asesinada, bombardeada y masacrada, no pueden comprenderlo. Pero no podemos ignorarlo.

Los asentamientos vacacionales, resorts, en el Sáhara o en Palestina, además de inmorales e indignos, son ilegales

Los asentamientos vacacionales, resorts, en el Sáhara o en Palestina, además de inmorales e indignos, son ilegales, y así resultan de todas las Resoluciones de Naciones Unidas dictadas tanto sobre la ocupación de Palestina, como sobre la ocupación y situación política del Sáhara y de su derecho a la autodeterminación, y lo confirman las sentencias recientemente dictadas por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 4 de octubre, que confirmaron que el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo independiente de Marruecos, y cuyos acuerdos comerciales con la Unión Europea son absolutamente nulos, mal que le pese al ocupante y pretenda mover cielo y tierra para declararlas nulas.

La ignorancia se combate con dosis de conocimiento y de realidad.

La población saharaui tuvo que abandonar su territorio, en un éxodo masivo, para evitar la represión marroquí, para evitar ser exterminada. Los días 18, 20 y 23 de febrero de 1976, la aviación marroquí bombardeó el campamento saharaui de Um Draiga con fósforo blanco y napalm. El barrido de la aviación marroquí cercenó la vida de centenares de saharauis. Exterminados. Los bombardeos contra la población civil saharaui continuaron hasta finales de marzo de 1976 en Amgala, Guelta Zemur  y Tifariti. Fueron tantos los muertos, especialmente niños, que el Frente Polisario con la ayuda de la Media Luna Roja Saharaui se vio obligada a evacuar a la población hacia la frontera con Argelia, concretamente en la zona de la Hamada, en Tinduf, lugar en el que llevan ya cincuenta años sobreviviendo con la escasa ayuda que les llega, en los campamentos de refugiados saharauis. Familias enteras murieron tras los bombardeos de Amgala, Guelta Zemur, Um Draiga y Tifariti.

Actualmente sigue la represión sobre la población saharaui en los territorios liberados del Sáhara Occidental, sufriendo ataques con el uso de drones marroquíes o la explosión de miles de minas sembradas por el ocupante. La asociación de víctimas y represaliados saharauis ha contabilizado más de 45.000 casos de víctimas directas de desapariciones forzadas, el porcentaje más alto a nivel mundial.

La Franja de Gaza ha sido víctima de niveles insostenibles de violencia y sufrimiento desde el 7 de octubre de 2023. Israel ha lanzado más de 25.000 toneladas de explosivos sobre la Franja, lo que equivaldría a dos bombas nucleares. Estos bombardeos han arrasado barrios enteros, produciendo la destrucción del 70% de las zonas residenciales y ha provocado que el 80% de la población civil se haya visto obligado a desplazarse. Los ataques israelíes han causado más de 47.000 muertos confirmados, la mayoría de ellos, mujeres y niños. De entre las víctimas, más de cien eran periodistas que informaban de las masacres. Quinientos trabajadores de la salud perdieron su vida por atender a heridos, mutilados y enfermos. El territorio ha quedado totalmente devastado.  Todo un holocausto.

Marruecos promociona Dajla, antigua Villacisneros, como resort vacacional. EEUU sueña con resorts de lujo en Palestina. ¿Resorts en tierras ensangrentadas? Diamantes de sangre. ¿Quién sería tan indecente? ¿Tan inhumano?


Óscar Presa González es fiscal delegado de Derechos Humanos y Memoria Democrática en Alicante.