Un dron que aterriza en la terraza de su vivienda, un robot que llama a la puerta de su casa o un coche con horno incorporado estacionado en su calle. En los últimos años, Domino's Pizza no ha dudado en probar los más inverosímiles sistemas de entrega de sus pedidos, utilizando sofisticadas innovaciones tecnológicas.

Los números parecen respaldar esa apuesta. En bolsa, sus acciones acumulan una espectacular remontada próxima al 90% en los últimos dos años, frente al 26% que sube Papa John's, uno de sus principales competidores en el mercado pizzero de Estados Unidos.

Un notable desempeño bursátil que no hace sino reflejar la buena marcha de su negocio, refrendada el pasado 28 de febrero, cuando publicó un incremento de sus ingresos en 2016 del 11,5%. La compañía ha elevado al 15% su cuota en el mercado de comida rápida en Estados Unidos y la tasa de fidelidad de sus clientes es la más elevada entre las cadenas de pizza, según datos de la consultora Brand Keys publicados por Bloomberg.

La compañía ha hecho de la tecnología un factor clave de su éxito en los últimos años

Para los analistas de Nomura, no hay dudas de que la tecnología resulta una parte esencial de ese éxito. No tanto los métodos innovadores de entrega, sino la completa gama de desarrollos que permiten a los clientes realizar sus pedidos de forma telemática. "Atribuimos el éxito continuo en los Estados Unidos a múltiples factores, incluyendo la revolución digital en curso en el negocio de entrega de pizza, en el cual los consumidores prefieren cada vez más pedir pizza digitalmente (en oposición al teléfono)", señalan en el banco japonés.

Durante los últimos cinco años, la compañía de restauración ha implementado desarrollos que permiten a sus clientes hacer sus encargos a través de Facebook, Twitter -incluso, sólo utilizando emojis-, Apple Watch, aplicaciones de voz y otras herramientas que detectan el pedido favorito del cliente sin que este deba hacer ningún tipo de selección. Todo esto ha conducido a que, desde 2015, más de la mitad de los pedidos que recibe Domino's se realicen por vía telemática.

Pero, además, los datos que dejan los usuarios de estas herramientas representan una fuente de información esencial para el progreso del negocio. Segmentación de clientes o evaluación del desempeño y las estrategias de marketing más convenientes en cada tienda y franquicia son algunas de las ventajas que la compañía extrae de la ingente cantidad de datos en su poder.

"Nos estamos convirtiendo más en un operador de comercio digital que en un lugar de negocio tradicional de restaurantes de comida rápida", aseguraba Dan Djuric, vicepresidente de servicios de información empresarial de Domino's, en declaraciones a la revista Forbes.

Una estrategia digital para un negocio tan tradicional como el de las pizzas. Una fórmula que ha dado buenos resultados y debería seguir dándolos en el futuro más próximo: según las estimaciones de Nomura, los ingresos de la cadena de restauración se elevarán más de un 20% en total en los dos próximos ejercicios.

Domino's acumula una revalorización en bolsa superior al 6.000% desde finales de 2008

Unas buenas perspectivas que, no obstante, no deben hacer olvidar a Domino's una lección aprendida entre 2008 y 2009, cuando después de tres años de ventas a la baja descubrieron que sus pizzas no eran consumidas, simplemente, porque no gustaban. El vuelco que dieron a partir de entonces a sus productos ha sido la clave de una resurrección que ha dejado en bolsa unos rendimientos superiores al 6.000% desde finales de 2008.

Y es que, en un sector como el de la alimentación, la tecnología, al final, es accesoria, aunque, sin duda, puede marcar una diferencia muy rentable.

Un dron que aterriza en la terraza de su vivienda, un robot que llama a la puerta de su casa o un coche con horno incorporado estacionado en su calle. En los últimos años, Domino's Pizza no ha dudado en probar los más inverosímiles sistemas de entrega de sus pedidos, utilizando sofisticadas innovaciones tecnológicas.

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