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El teléfono del futuro lo tiene Samsung y Apple tiene razones para preocuparse

El Samsung Galaxy Fold.

El estancamiento del negocio de los teléfonos inteligentes no admite discusión. Las cifras hablan por sí solas: las ventas de smartphones a nivel mundial alcanzaron los 1.555 millones de unidades en 2018, apenas un 1,2% más que el año anterior, según datos de la consultora Gartner.

Lejos han quedado las tasas de crecimiento de doble dígito -en 2014 se expandió más del 28%- que registraba el mercado hace tan solo unos años, a medida que la penetración de estos productos se hace cada vez más universal y los usuarios encuentran pocos alicientes para renovar sus dispositivos.

Así, como observa Anshul Gupta, director de análisis de Gartner, "en los mercados maduros, la demanda de los teléfonos inteligentes se basa en gran medida en el atractivo de los teléfonos inteligentes principales de las tres grandes marcas: Samsung, Apple y Huawei, y dos de ellos registraron caídas en 2018".

En 2018, Samsung registró un descenso de sus ventas de teléfonos inteligentes del 8,2% y Apple, del 11,8%

En efecto, tanto Samsung como Apple fracasaron el año pasado en su intento para conquistar al usuario con sus lanzamientos estrella, lo que se tradujo en un descenso de sus ventas del 8,2 y el 11,8%, respectivamente. Un fiasco que tanto uno como otro pagaron en bolsa. Si la firma coreana se dejaba al cierre de 2018, más de una cuarta parte del valor que mostraba cuando alcanzó sus máximos anuales, en abril, Apple puso punto final al año un 32% por debajo de su récord, registrado menos de tres meses antes.

Estas cifras han redoblado la presión sobre ambas compañías para recuperar el pulso en una batalla por incorporar la innovación que marque el futuro de la industria. Y en esa batalla Samsung podría haber tomado la delantera.

El fabricante coreano presentó este miércoles hasta cinco nuevos teléfonos móviles con los que pretende revitalizar sus ventas en 2019. Una amplia oferta que ha dejado un buen sabor de boca entre los analistas. "Esta fue la primera vez que tuvimos una impresión inicial positiva desde el lanzamiento del Galaxy S7", comentan los analistas de Nomura, quienes pronostican que el nuevo S10 superará los 38 millones de unidades vendidas, rebasando las cifras de sus antecesores, el S8 y el S9.

Pero la atención del mercado se ha centrado en el Samsung Galaxy Fold, un revolucionario modelo que destaca por ser plegable. "El teléfono plegable de Samsung es un punto evidente de diferenciación frente a los competidores, ya que la compañía ha adoptado el plegado interior, que es una tecnología superior frente a los teléfonos plegables desde el exterior de la competencia", resaltan en Nomura.

Se trata del primer dispositivo de estas características que comercializa uno de los gigantes del mercado. "En términos de competencia para Apple, vemos al Fold como el principal desafío potencial en la gama ultraalta, con un factor de forma convincente que solo la tecnología OLED plegable de Samsung puede ofrecer, en nuestra opinión", observan los analistas de Goldman Sachs.

En un momento en que el consumo de vídeos a través de dispositivos móviles está en plena expansión, las posibilidades que ofrece el Galaxy Fold de transformar su pantalla de 4,8 pulgadas en una de 7, pueden resultar diferenciales, a la hora de atraer a los usuarios.

Este modelo, que está previsto que empiece a venderse el próximo 26 de abril, cuenta entre sus grandes atractivos con la posibilidad de utilizar hasta tres aplicaciones de manera simultánea, aunque se presenta con un precio, de 1.980 dólares, que dificultará una aceptación masiva del dispositivo.

Si la tecnología del Galaxy Fold es bien recibida, Samnsug podría bloquear el suministro de pantallas a Apple

"Su grosor, debido a las baterías en ambos lados del cuerpo del teléfono inteligente y su precio elevado parecen ser los obstáculos para que se convierta en un modelo de gran éxito este año", comentan en Nomura, donde, no obstante, esperan que la siguiente versión del Fold, que verá la luz el próximo año, contará con un precio más asequible.

Para Rod Hall, analista de Goldman Sachs, el modelo presentado este miércoles también supone poco más que un modelo de primera generación necesitado de mejoras, "pero nos parece un factor de forma prometedor que Apple no podrá replicar, debido a la falta de acceso a la tecnología de pantalla de Samsung".

Y es que la dependencia de Apple del suministro de Samsung para contar con pantallas OLED de última generación para poder desarrollar este tipo de dispositivos podría convertirse en una trampa clave en la lucha entre los dos gigantes del mercado de los smartphones. "Si ese factor de forma despierta el interés del consumidor, esperaríamos que Samsung demore el acceso a la tecnología de Apple", apunta Hall, quien considera que Samsung contaría de este modo con una ventaja de, al menos, dos años sobre sus competidores.

Una ventaja que Samsung puede aprovechar para dar un golpe de gracia a un Apple cuyo dominio en el mercado de los teléfonos inteligentes parece cada vez más cuestionado.

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