Insider | Opinión

CAF y Talgo, dos trenes y un destino prometedor

Las favorables perspectivas del sector de los trenes impulsa la cotización de los fabricantes españoles mientras engordan sus carteras de pedidos

Un tren de Talgo. | EP

Las cifras no dejan lugar a dudas. Al mercado le gustan los trenes. Al menos, últimamente. Se puede comprobar en la evolución de gigantes del sector como Alstom, que sube cerca de un 10% en los últimos dos meses, o Bombardier, que ronda alzas próximas al 50%.

Pero también es patente en el mercado español, donde tanto Talgo como CAF viven momentos muy positivos. La primera ha superado el nivel de los 6 euros por acción por primera vez desde 2015, tras remontar alrededor de un 50% en solo cuatro meses. Por su parte CAF ve de cerca sus mejores niveles de los últimos nueve años, después de anotarse casi un 30% en un periodo similar.

Sin duda, estos rendimientos están sustentados por un negocio que se viene mostrando muy sólido y cuyas perspectivas no son nada desfavorables. Al contrario. Entre 2011 y 2017, el sector ferroviario a nivel mundial ha experimentado un crecimiento medio del 1,9%, y esta tasa podría acelerarse entre 2017 y 2023 hasta el 2,8%, alcanzando los 193.000 millones de euros, según datos de Unife (la Asociación Europea del Ferrocarril).

"Estas positivas perspectivas para el sector estarían en parte sustentadas por el auge de las políticas de protección del medioambiente y descarbonización a nivel global, además de en la
idoneidad del transporte ferroviario como alternativa a otros medios de transporte (eficiencia en costes, fiabilidad y confort)", explican en Banco Sabadell, donde resaltan, además, que Europa será una de las regiones que comande este crecimiento.

La sucesión de contratos han favorecido que Talgo y CAF hayan remontado cerca del 50 y del 30% en los últimos 4 meses

Con estas favorables perspectivas de trasfondo, tanto Talgo como CAF han ido ofreciendo a los mercados razones para el optimismo, en buena medida a través de importantes contratos que les han permitido cubrir ya en torno al 70% de la cartera estimada para el presente ejercicio.

En el caso de Talgo, los expertos resaltan la importancia del contrato obtenido recientemente en Alemania para fabricar 100 trenes por unos 2.300 millones. Y no solo por el monto del mismo, sino por lo que supone en su esfuerzo por entrar en economías desarrolladas fuera de España. "Es un contrato muy importante desde el punto de vista cualitativo, porque ofrece visibilidad internacional y recurrencia de ingresos, que es una de las cuestiones que se le venían reclamando", comenta César Sánchez-Grande, director de Análisis de Ahorro Corporación.

"A parte de este contrato, que por prestigio, tiempo y rentabilidad da un salto de calidad a Talgo, durante 2019 veremos un importante incremento en las ventas debido al arranque en los trabajos de mantenimiento del AVE Medina-La Meca y la carga de trabajo para la fabricación de los trenes de alta velocidad para Renfe. Estos hechos, son especialmente importantes puesto que actualmente Talgo, por su estacionalidad cíclica ha sufrido en resultados, reflejando al mercado únicamente su negocio de mantenimiento", añade Gisela Turazzini, CEO de Blackbird Broker.

Y a todo esto, los analistas añaden la importancia de su reciente irrupción en el segmento de los trenes de cercanía. Aunque el contrato que había obtenido en Letonia le ha sido finalmente arrebatado por Skoda (tras impugnar el concurso), los expertos de Sabadell creen que la concesión inicial del mismo demuestra que el modelo desarrollado por Talgo para este segmento cuenta con hueco en el mercado.

Por su parte, CAF se presenta ante el mercado con unas importantes perspectivas de crecimiento (que en Alantra cifran en torno al 10% anual hasta 2021), unos márgenes de negocio al alza y un posicionamiento muy fuerte en el segmento de los trenes urbanos y regionales, que ofrecen una mayor recurrencia de ingresos.

A esto se añade, según resalta Patricio Garbisu, analista de Norbolsa, la buena acogida que ha dado el mercado a la compra de Solaris, una empresa de autobuses eléctricos que, en su opinión, representa un segmento de mucho crecimiento. La compañía polaca registró en 2017 unas ventas de 444 millones de euros, que representan en torno al 30% de los ingresos de CAF.

El mercado observa con optimismo la entrada de CAF en el negocio de los autobuses eléctricos tras la compra de Solaris

Asimismo, tras el reciente veto de Bruselas a la fusión entre Siemens Mobility y Alstom, las dos grandes firmas del sector en Europa, los analistas de Sabadell no descartan que CAF (al igual que Talgo) pueda acabar siendo objeto de interés para alguna operación corporativa en un sector, el de los trenes, en el que existe aún una elevada competencia, aunque la estabilidad de su accionariado (entre la participación de la plantilla agrupada en Cartera Social y Kutxabank controlan en torno al 40% del capital) dificultaría una operación de este tipo.

Lo que parece claro, en cualquier caso, y aunque entre los negocios de una y otra existen notables diferencias, es que tanto CAF como Talgo compiten por muchos de los grandes contratos que se vislumbran en el horizonte del sector. Así, por ejemplo, los analistas de Sabadell destacan el plan estratégico de Renfe -que comprende la renovación de hasta el 50% de la red de Cercanías y la licitación de 40 cabezas motrices para alta velocidad- así como el contrato para el diseño, construcción y mantenimiento por un mínimo de 12 años de 54 trenes de muy alta velocidad (MAV) por un importe aproximado de 3.100 millones de euros.

Sin duda, estos contratos vienen a reforzar la imagen de que a la industria de los trenes le queda por delante un futuro prometedor. Tanto CAF como Talgo se presentan con claras opciones de sacar buen provecho del mismo. Lo que queda por ver es qué parte del pastel queda para cada uno de ellos y si es lo suficientemente suculenta para satisfacer las expectativas que parece haberse hecho ya el mercado.

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