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Aena y la importancia del primer paso

Interior del aeropuerto de La Palma, gestionado por Aena.

Aena es una empresa acostumbrada a navegar contracorriente. Desde su salto al parqué en febrero de 2015, la compañía ha protagonizado una historia de éxito que ha batido vez tras vez las mucho más modestas expectativas de los analistas.

En este inicio de 2019, el gestor de los aeropuertos españoles ha hecho una nueva exhibición de su capacidad para sobreponerse a los malos augurios. Pese a dejarse un 2,5% de su valor en dos sesiones consecutivas a la baja, Aena se sitúa entre los valores más rentables del Ibex en 2019, con ganancias que rondan el 20% y que le han permitido recuperar todo el terreno perdido en una aciaga segunda mitad del año anterior.

El alivio de la inquietud sobre la economía global y unos datos de tráfico aéreo en España mejores de lo previsto en los primeros meses del año han servido al grupo para sacudirse buena parte del pesimismo que venía eclipsando su comportamiento sobre el parqué. Sin embargo, nada de esto le ha valido para impresionar a los expertos, que siguen mostrando sus recelos sobre el negocio de la compañía que dirige Maurici Lucena.

Goldman Sachs ha sido una de las últimas firmas en mostrar sus dudas sobre el potencial de la empresa controlada por el Estado español, recomendando la venta de sus acciones. La entidad estadounidense advierte de que Aena se encamina hacia una fase de menores rendimientos, resultado de un incremento de las inversiones operativas y menores ganancias por el recorte de los ingresos regulados que, presumiblemente, ira a más en el próximo periodo, a partir de 2022. Este escenario implicaría un descenso de los flujos de caja libre anuales hasta un 20% inferiores a los esperados hasta 2021.

El buen arranque de año en bolsa no ha servido a Aena para librarse de la desconfianza de los analistas

A eso se añaden unas perspectivas para el tráfico aéreo en España poco alentadoras, tras años de fuerte crecimiento. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) pronostica un crecimiento de la oferta de asientos en los aeropuertos españoles para la próxima temporada del 2,5%, una cifra muy inferior al 10,5% del año anterior. Y lo peor es que, como advierten en Alantra, los pronósticos de la ALA suelen fallar por exceso.

Lo cierto es que el descenso a medio plazo de la rentabilidad de Aena en España es una realidad que casi ninguna firma pone en cuestión. Y que la propia compañía parece asumir, dada la importancia que se ha dado en los últimos tiempos a su expansión internacional.

Es en ese contexto en el que se enmarca el reciente anuncio del gestor de los aeropuertos españoles de que ha conseguido la concesión por 30 años de seis aeropuertos localizados en el noreste de Brasil, y que concentran unos 13 millones de pasajeros al año. La noticia supone un paso importante en la estrategia de internacionalización de Aena, que cuenta ya con otros 17 aeropuertos fuera de España: 12 en México, dos en Colombia, dos en Jamaica y uno en Reino Unido.

El contrato ha despertado, no obstante, nuevas dudas entre los analistas. El precio pagado, unos 437,5 millones de euros, ha sido visto como excesivo por algunas casas de análisis. Y, en cualquier caso, para la mayoría, sigue siendo un paso muy modesto, que apenas representará el 1% del Ebitda de Aena.

Santander calcula que Aena podrá obtener unos 1.750 millones de euros en dividendos en sus aeropuertos brasileños

Aún así, los analistas de Santander resaltan que, aunque el impacto neto del contrato sobre los flujos de caja será negativo hasta al menos 2025, Aena será capaz de extraer a lo largo de la concesión, hasta 2049, unos 1.750 millones de euros en dividendos de estos aeropuertos (un retorno nominal de la inversión del 12,88%), con lo que "asumiendo el perfil a la baja de las ganancias de Aena en el mercado doméstico, los pocos saludables niveles de deuda y su bajo coste de capital el acuerdo del Nordeste es acretivo y deseable".

Desde el banco nacional prevén que estos aeropuertos empiecen a otorgar dividendos para Aena a partir de 2030 y que su margen Ebitda a largo plazo ronde el 50%.

Pero más allá de los grandes números, en este caso muy modestos, para los analistas del banco español la entrada de Aena en Brasil representa la confirmación de su apuesta por la internacionalización, que esperan se vea refrendada próximamente con adquisiciones similares tanto en Latinoamérica como en Europa.

Por eso, y aunque reconocen que "el acuerdo no cambia la historia bursátil de Aena", sí que "creemos que este es un buen comienzo de la estrategia de fusiones y adquisiciones".

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