La Gestora que dirige el PSOE sigue cerrando el paso a los diputados que defienden el no a Rajoy. El hombre fuerte de la nueva dirección del PSOE, Mario Jiménez, brazo armado de Susana Díaz, así lo ha dejado claro durante la reunión del grupo socialista celebrada antes de la sesión de investidura.
Jiménez, acompañado del flamante presidente del grupo parlamentario, Antonio Hernando, que sustituye a Pedro Sánchez en este cargo, han apelado a la "unidad y solidaridad" para exigir a los diputados socialistas que se abstengan en bloque en la segunda votación de investidura de Mariano Rajoy.
Ambos han usado un tono "beligerante hacia los discrepantes", según fuentes de la reunión, que explican que unos 50 diputados han pedido la palabra y la mayoría no ha podido intervenir por falta de tiempo. El encuentro se ha desarrollado de 16 a 18 horas, cuando comenzaba el pleno.
"No nos han dejado hablar"
Los diputados que pretendían reclamar una abstención técnica de sólo once escaños no han podido siquiera formular su petición. Sólo han tomado la palabra los cinco diputados considerados sanchistas. En su mayoría, los parlamentarios anti abstención han salido molestos por no haber podido expresarse y por los "reproches" lanzados por los diputados partidarios de la abstención, que critican a los 'rebeldes' por afear la imagen de los que acatan la decisión del Comité Federal. "¿Quiénes forman los tribunales de valor?", ha denunciado Eduardo Madina, molesto por el hecho de que a los defensores de la abstención se les considere cómplices del PP.
¿Quiénes forman los tribunales de valor?, reprocha Madina
En sus intervenciones, los diputados pro abstención como Soraya Rodríguez, Cipriá Císcar, Antonio Hurtado y Madina han lanzado una advertencia a las diputadas independientes que mantienen su no a Rajoy, Margarita Robles y Zaida Cantera. A ambas les han enviado el mensaje de que son bienvenidas en el grupo socialista, siempre que conozcan y acaten sus normas.
Respecto al desafío de los siete diputados del Partido Socialista Catalán (PSC) que mantienen el voto negativo, los defensores de la abstención han afeado que sus compañeros sí permitieran la investidura de Artur Mas, "miembro de un partido tan corrupto como el PP."
Advertencia previa
Dos horas antes de la reunión, Antonio Hernando había enviado una carta a todos los diputados del PSOE anunciándoles que no tienen otra opción que abstenerse en la proclamación de Mariano Rajoy. Pese a esta advertencia, varios diputados socialistas como César Luena, Patxi López o Sofía Hernanz han solicitado durante el encuentro la abstención mínima.
En su carta, Hernando aumentó la presión sobre una quincena de diputados rebeldes, entre los que se encuentra el ex secretario general, Pedro Sánchez, y los siete parlamentarios del Partido Socialista de Cataluña.
Hernando advirtió de que la reunión de grupo no puede decidir su posición, ya que sólo tiene esta postestad cuando no hay un mandato claro de la dirección del partido, ya sea de la Ejecutiva o del Comité Federal, como en este caso.
También negó a los diputados la posibilidad de acogerse al voto en conciencia, recogido en el artículo 33 del Reglamento del Grupo Parlamentario, "pues esta previsión sólo es posible cuando la decisión sobre el sentido de voto corresponde al propio pleno del Grupo Parlamentario".
Con esta carta, la Gestora quería evitar la posibilidad de que los diputados rebeldes plantearan en la reunión del grupo parlamentario la posibilidad de optar por una abstención técnica o por facilitar el voto en conciencia de los contrarios a la abstención. Cerraba así cualquier opción de debate, como han planteado ocho secretarios generales del partido, que han reclamado, sin éxito, a la Gestora, una reunión para estudiar la posibilidad de una abstención de sólo once diputados.
Los partidarios de esta solución argumentan que facilitaría la posición de los diputados socialistas que se enfrentan a problemas en sus gobiernos autonómicos, como Baleares o Valencia, o frente a inminentes procesos electorales, como es el caso del PSC.
La Gestora se niega a mantener este debate e insiste en que todos los diputados socialistas deben acatar el "mandato imperativo" del Comité Federal. Los que se mantengan en el no a Rajoy se arriesgan a sufrir medidas disciplinarias que oscilan entre una multa de 600 euros o el pase al Grupo Mixto.
Luena: "No sé para qué venimos"
El ex secretario de Organización del PSOE César Luena ha arremetido contra esa carta. En declaraciones a la entrada, se ha preguntado que, si ya está todo "claro" sobre la posición del PSOE, para qué se reúne a los diputados del partido. "Es una desconvocatoria, si ya está todo claro, no sé para qué venimos", ha lamentado.
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