La presencia de representantes de la Iglesia católica en el acto de entrega de armas de ETA protagonizado por los mediadores de la banda, los llamados “artesanos de la paz” continúa provocando reacciones. La última ha sido la de la presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Consuelo Ordoñez, quien ha remitido una dura carta al secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, y en la que recrimina al Vaticano que haya avalado el desarme de ETA sin que se le exija “el más básico de los arrepentimientos ni la condena del terrorismo”.
En la misiva, Ordóñez le recuerda a Parolin que lo sucedido el pasado sábado en Bayona, en el llamado Día del desarme no fue sino “un acto propagandístico”. Lamenta que en él participara el arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, y llegara a compartir mesa con los denominados artesanos de la paz, “que en realidad son artesanos de ETA”, señala. “Personas fichadas por los terroristas para actuar a modo de sus emisarios”. Le reprocha que el Vaticano diera carta de naturaleza a un acto “milimétricamente calculado” que en lugar de estar presidido “por la vergüenza y la catarsis” estuvo dominada por “los focos”. “Las únicas autoridades legítimas a las que los terroristas debían de haber acudido eran las Fuerzas de Seguridad y autoridades judiciales”.
ETA buscó un parapeto en su supuesto desarme, lástima que la Iglesias se ofreciera a formar parte de él sin exigirle arrepentimiento ni condena"
Ordóñez llega a afirmar al alto responsable del Vaticano que los exámenes de conciencia no tienen que ser públicos ni multitudinarios “e implican el reconocimiento de principios tan básicos como que matar estuvo mal”. Apunta que en el proceso de entrega de armas escenificado el pasado fin de semana ETA no rechazó su pasado criminal “y buscó un parapeto en su supuesto desarme, lástima que la Iglesia se ofreciera a formar parte de él sin ni siquiera exigir el más básico de los arrepentimientos ni la condena del terrorismo”.
Le recuerda que ya le remitió una misiva anterior tras la reunión que mantuvo el Secretario de Estado con el lehendakari Iñigo Urkullu, durante su visita a Roma y de la que no recibió respuesta, "ahora entiendo por qué", le recrimina Ordóñez.
Le asegura que las víctimas “estamos indignadas” y recrimina que de nuevo el Vaticano opte por “perpetuar” lo que considera una “postura indigna de la Iglesia vasca” en torno al terrorismo. Por último, le remite el manifiesto: Por un fin de ETA sin impunidad impulsado por Covite y que cuenta ya con 40.000 firmas de apoyo. En él se aboga por un desarme de ETA basado en el desmantelamiento de su proyecto político, el fin de “chantaje moral a las víctimas, la renuncia de la impunidad y la manipulación de la historia”.
Munilla: "Acudió por su cuenta y riesgo"
Precisamente este martes el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, se refirió a la presencia del arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, así como el sacerdote metodista irlandés, Harold Goog, el pasado sábado en el acto del desarme de ETA. Respecto al primero, Munilla aseguró que acudió a Bayona “por su cuenta y riesgo” y no por mandato del Vaticano, desmintiendo así algunas informaciones que apuntaban a una presencia oficial de la Iglesia en el acto en el que se hizo entrega de la localización de los zulos de la banda. En el programa Sexto Continente de Radio María, comenzó expresando su “sorpresa” por la presencia en “la escenificación” celebrada a primera hora en el Ayuntamiento de Bayona de un pastor metodista (el norirlandés Harold Good), “y para sorpresa de los obispos del País Vasco, también el arzobispo de Bolonia”, en alusión a Mateo Zuppi.
Good participó en la verificación del desarme del IRA, Zuppi, por su parte, ejerció de mediador con ETA en 1995, cuando la comunidad de San Egidio a la que pertenece intentó, a petición de Elkarri, impulsar una negociación con la banda que finalmente no llegó a buen puerto.
A preguntas de los oyentes del espacio radiofónico, Munilla relató que el obispo de Bayona, Marc Aillet, ha trasladado a todos los prelados que “desde la Secretaría de Estado de la Santa Sede le han comunicado que pueden decir públicamente que el arzobispo de Bolonia acudió a ese acto a título meramente particular, sin ningún tipo de bendición ni explícita ni implícita”, indicó.
El presidente del PNV aseguró sentirse "más cerca" del arzobispo de Bolonia que de los tres obispos vascos
También el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se refirió este martes a esta cuestión al afirmar que se sentía “más cerca” del arzobispo de Bolonia que de los obispos vascos en esta cuestión. Mostró su "perplejidad como creyente y como católico" por las críticas del obispo de San Sebastián a la presencia del arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi. Munilla y los prelados de Bilbao y Vitoria, Mario Iceta y Juan Carlos Elizalde, ya dejaron clara su postura crítica con el desarme de la banda terrorista. "Nace más con unos parámetros de estrategia política que de una decisión ética. Es claramente insuficiente, la sociedad espera que se disuelva porque su mera existencia es una amenaza", valoraron en declaraciones al Grupo Vocento. El presidente del PNV recordó la vinculación de su partido con la comunidad de San Egidio. "Tenemos una vinculación con la comunidad de San Egidio, hemos trabajado con Mateo Zuppi, sabemos cuáles son sus posicionamientos, no sólo sobre la cuestión vasca, sino en general, y nos sentimos identificados con esa Iglesia", ha subrayado.
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