El ministro de Justicia, Rafael Catalá, es partidario de una reducción "radical", de la acusación popular con una norma que delimite quién puede presentarla y para qué delitos, posición en la que coincide, dice "con muchos expertos en la materia". Sólo así tiene sentido la reducción de los aforamientos que, a su juicio, "no suponen ningún privilegio", pero que sí son vistos de esa manera por la opinión pública.
Catalá, que ha hecho estas consideraciones durante un desayuno informativo organizado por El Economista, ha salido en defensa del fiscal anticorrupción, Manuel Moix, cuestionado por su actuación ante la operación Lezo. El ministro, que ha defendido en todo momento la independencia fiscal, ha calificado de "barbaridades" algunas de las críticas con la única intención de "hacer daño a las instituciones porque así hacen daño al gobierno".
Tras afirmar que no siente temor a que su nombre vuelva a salir por boca de los implicados en la operación puesta en marcha por el juez Eloy Velasco, ha apuntado a que los jueces deberían estar sujetos también a un sistema de incompatibilidades si dan el salto a la política y pretenden luego volver al juzgado.
Lo más visto
- 1 Trump paraliza la ayuda militar a Ucrania como castigo a Zelenski
- 2 Prisa mantendrá la línea editorial de 'El País'
- 3 Trump anuncia aranceles a los productos agrícolas y descarta un acuerdo con México y Canadá
- 4 El marqués de Lises, el buscador de tesoros que seduce a Madrid
- 5 El novio de Ayuso y la princesa Jesi
- 6 Génova mantiene a Mazón porque sustituirle dificulta el futuro del PP
- 7 Así es el 'menú de clausura' (y excomulgado) que inspira Don PelayoFabada y arroz con leche estilo Don Pelayo, así es el 'menú de clausura' de las exmonjas de Belorado
- 8 La oposición contra Trump despierta del letargo
- 9 “Al PSOE no le gusta la nacionalidad para saharauis porque no la redacta Marruecos”