La presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional, Cristina Cifuentes, ha intervenido esta tarde en el comité ejecutivo de su partido para reiterar que su compromiso contra la corrupción "ha sido y será inequívoco" y lo abordará "sin dilaciones, sin paños calientes, sin excusas ni maniobras de distracción". Con un partido todavía en estado de shock por la detención y encarcelamiento del ex presidente autonómico Ignacio González y la dimisión de la que fuera su jefa de filas, Esperanza Aguirre, Cifuentes ha admitido que le hubiera gustado celebrar la cita "en unas circunstancias diferentes", pero, "por desgracia", ha lamentado, el último mes "ha sido convulso. Plagado de noticias dolorosas que afectan muy negativamente al PP y a personas que han ocupado puestos muy relevantes en la estructura del partido y en el gobierno de la comunidad".
Es por ello que el PP y sus actuales representantes "no podemos ser meros espectadores" por lo que el proclamado discurso de la "tolerancia cero" contra la corrupción "no se basa en reaccionar puntualmente" sino que debe incluir "criterios y medidas concretas para actuar ante cualquier tipo de conducta irregular".
La líder del PP de Madrid da por iniciado un tiempo nuevo "sin cabida para los corruptos"
Al hilo de esta afirmación ha explicado que hace un año, "muchos antes de los lamentables acontecimientos de la semana pasada", se decidió revisar la política de inversiones del Canal, cesar a determinadas personas ahora detenidas y trasladar a la Fiscalía un informe relativo a hechos que podrían ser constitutivos de delito y que ha sido el detonante de la "operación Lezo". "En este PP y en este tiempo nuevo que hemos iniciado juntos, no tienen cabida los corruptos", ha sentenciado Cifuentes que, adelántandose a posibles críticas internas, que no vienen, desde luego, del comité de dirección nacional, ha agregado que "si alguien pudiera temer que estas iniciativas han perjudicado la imagen de nuestro partido, debe saber que lo que los madrileños no nos perdonarán jamás es una actitud distinta".
Cree llegado Cifuentes el fin de una época y el arranque de otra "distinta" que sea de "transparencia, honradeza a prueba de sospechas y insidias" que los adversarios lanzan, dice, "para silenciar nuestros logros". Y aunque el momento actual "es duro y doloroso" quiere aprovechar el momento de catarsis "para salir más reforzados", ha señalado ante el comité ejecutivo regional.
Encarga a su partido luchar por ampliar la mayoría en la Asamblea y recuperar el ayuntamiento de Madrid
La nueva etapa que arranca en el PP de la era postaguirre tiene el objetivo de "renovar y ampliar" la mayoría en la Asamblea de Madrid y recuperar las alcaldías perdidas en 2015, empezando por la de la capital de España, ha especificado, para la que el PP aún no tiene candidato aunque va cogiendo enteros el actual portavoz de la ejecutiva nacional popular, Pablo Casado, bien visto también por Aguirre.
Precisamente, Cifuentes no ha desaprovechado la ocasión para aludir a su antecesora. Tras el gélido comunicado que el partido regional hizo público el día de su dimisión, Cifuentes ha querido trasladarle algo de calor, pero tampoco mucho, al señalar que Aguirre "ha marcado, sin duda, una época en el PP, en la que ha trabajado por Madrid con aciertos, muchos aciertos, y -ha matizado, con errores , pero por esos errores ha asumido su responsabilidad política en un gesto que le honra". Aguirre no ha acudido a la cita y podría haberlo hecho, dado que es miembro nato de dicho órgano.
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