Nadie dudaba de que la factura iba a ser elevada. Lo auguraba la debilidad del Gobierno del PP, necesitado de apoyos a cualquier precio y de nuevos aliados. Y lo conocido ayer lo ha confirmado. Los cinco votos que el PNV cederá para que el Ejecutivo de Mariano Rajoy pueda evitar hoy -salvo sorpresa o error en la votación- las enmiendas a la totalidad de sus cuentas costarán al erario público más de 5.000 millones de euros. Son los que los negociadores de la formación nacionalista han logrado arrancar a los técnicos del Ministerio de Hacienda y comprometer así no pocas partidas para los próximos años. La factura se reparte en compromisos en forma de devoluciones millonarias del Cupo, inversiones no menos cuantiosas en infraestructuras ferroviarias, compromisos en la financiación del Tren de Alta Velocidad y hasta 36 acuerdos más incluidos en el pacto firmado ayer por ambas partes.
Además de las grandes cifras, la lista de cesiones o acuerdos alcanzados con la Administración vasca incluyen medidas que van desde la incorporación de la Ertzaintza en los organismos de ámbito europeo, hasta la cesión de los terrenos de la antigua central de Lemóniz a las instituciones vasca o la reforma de la tarificación energética que se aplica a las industrias en algunos tramos. Tampoco faltan las ayudas a museos, festivales de cine como el de San Sebastián o más financiación para la academia de la lengua vasca, Euskaltzaindia, entre otros compromisos. Son las grandes cifras del acuerdo presupuestario PNV-PP que hoy permitirá despejar el camino para la aprobación de las cuentas de 2017.
Tren de Alta Velocidad. TAV: 3.380 millones de euros. Era la gran demanda, junto a la negociación del Cupo, en la que el PNV había puesto sus esperanzas. Desde hace años el PNV y el Gobierno vasco reclaman al Ejecutivo central que establezca un cronograma con plazos y compromisos financieros anualizados para la culminación de los trabajos del TAV. Ahora, por primera vez, el Gobierno central ha redactado un calendario hasta 2023 que detalla todas las intervenciones y obras pendientes, comprometiendo licitaciones y ejecuciones año a año. En total, en el periodo 2017-2023 el compromiso adquirido alcanza los 3.380 millones de euros. Los trabajos del TAV los financia la Administración central pero en determinados tramos, por encomienda de ésta, es el Gobierno vasco quien adelanta su financiación, posteriormente descontada en la cuantificación del Cupo. En el acuerdo se incorporan actuaciones como la redacción del proyecto de la futura estación de San Sebastián, el tramo Astigarraga-Oiartzun-Lezo o un apeadero en Astigarraga.
Plataformas logísticas: 220 millones de euros. También en clave ferroviaria, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu reclama desde hace tiempo una mayor implicación del Gobierno central en el desarrollo de un nudo que permita conectar los puertos de Bilbao y Pasaia (Guipúzcoa) con la red ferroviaria para impulsarlos como centros logísticos de transporte de mercancías y su conexión con Europa. Con el acuerdo ahora firmado se reservan 120 millones para adecuar la futura terminal de Júndiz, en Alava, para dotarla de ancho de vía estándar y conectarla con la terminal portuaria de Bilbao. También se prevé construir una terminal para una autopista ferroviaria. En Lezo (Guipúzcoa) se proyecta, por 99 millones de euros, una plataforma similar para conectarla con el puerto de Pasajes.
Liquidación del Cupo periodo 2007-2016: 1.400 millones de euros. El acuerdo alcanzado entre la consejería de Hacienda vasca y el Ministerio de Cristóbal Montoro fija la devolución a Euskadi de 1.400 millones de euros. Se hará de forma escalonada hasta 2021. Es el resultado de la negociación de las discrepancias que se acumulaban desde 2007 en las liquidaciones que cada año se hacen para fijar el Cupo –la cantidad que Euskadi paga para financiar las transferencias del Estado no cedidas, como puertos, aeropuertos, Defensa o la Corona-. Sólo este año, gracias a las devoluciones acordadas, se rebajará el Cupo en un 10% (140 millones). El próximo año en un 15% y así hasta llegar al 30% en 2021.
Rebaja del ‘Cupo base’: de 1.525 millones a 1.300. Es el compromiso paralelo alcanzado, fijar un nuevo Cupo o cálculo del importe que en los próximos cinco años deberá asumir la Administración vasca. En los últimos años el Gobierno cuantificó en 1.525 millones la partida. Euskadi sin embargo la rebajó hasta los 850 millones anuales. El acuerdo para este año 2017, que servirá de referencia para los próximo cuatro y que tendrá reflejo en una nueva Ley quinquenal del Cupo 2017-2021, es reducir ese importe a 1.300 millones. Por ahora, descontada la partida relativa a las políticas activas de empleo –que gestiona y adelanta el País Vasco-, que alcanzan los 344 millones de euros, el Cupo final que realmente deberá pagar este año Euskadi será de 956 millones de euros.
Reforma de la tarifa eléctrica industrial: 50 millones de ahorro anual. La importancia del sector industrial en el País Vasco es innegable, con un peso del 25% del PIB. Sin embargo, su competitividad se estaba viendo lastrada por el elevado coste de la factura eléctrica que pagaba. El tejido industrial del País Vasco, por su tipología, demanda un tipo de tarifa específica, la 6.1, de entre 30 a 36 KW, la más cara. Por ello el Gobierno de Urkullu venía exigiendo medidas para rebajar esta factura. Ahora, el Ejecutivo de Rajoy accede a eliminar esa tarifa e igualarla a la 6.2, mucho más barata. La medida, que también beneficiará a otros tejidos industriales tradicionales del país, supondrá un ahorro para la industria vasca de casi 50 millones de euros anuales.
Soterrar la llegada del TAV a las capitales. Compromiso a financiarlo. Entre los aspectos negociados se ha incorporado un compromiso para que el TAV llegue soterrado a Bilbao y Vitoria. El Gobierno asume la necesidad de poner en marcha los estudio para la ejecución del proyecto. Ahora ambas partes negocian si se llevaría a cabo a través de una “encomienda” por la que Euskadi gestionaría y avanzaría la financiación de los trabajos que serían luego descontados del Cupo.
Cesión de los terrenos de la central de Lemóniz. La histórica central nuclear, símbolo de la presión y amenaza de ETA en los años 80, está actualmente abandonada. El acuerdo prevé que el Estado, propietario de los terrenos, los ceda a las instituciones vascas. El compromiso es hacerlo “de manera inmediata”.
Incorporar a la Ertzaintza en organismos internacionales. A partir de lo pactado la Ertzaintza pasará a formar parte del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. Además, participará en los grupos de trabajo de Interior para fijar posición en Europa y se le habilitará como agente autorizado para “persecuciones en caliente”, entre otros aspectos. También se retiran los recursos que limitaban la convocatoria de Ofertas Públicas de Empleo en el Cuerpo.
Supresión de 40 pasos a nivel. El Ejecutivo se compromete a proceder a la eliminación de hasta 40 pasos a nivel en el País Vasco.
Más actuaciones ferroviarias. El acuerdo permitirá pasar de una planificación ferroviaria “del siglo XIX al siglo XXI”, aseguró ayer el líder del PNV, Andoni Ortuzar. Además de los compromisos en torno al TAV, las plataformas logísticas y los pasos a nivel, el pacto PNV-PP incorpora la ejecución de otro viejo proyecto, la llamada Variante Sur ferroviaria que conectará el Puerto de Bilbao con la red ferroviaria. Junto a ello, la letra pequeña del pacto incluye actuaciones como la eliminación de una playa de vías en la localidad de Basauri (Vizcaya).
Coche eléctrico, centro penitenciario, museos o Euskaltzaindia… Entre la más de una treintena de actuaciones comprometidas se incluyen algunas orientadas a impulsar proyectos como el coche eléctrico en el País Vasco o poner en marcha un nuevo plan PIVE para su promoción. El Gobierno también se compromete a agilizar la ejecución del nuevo Centro Penitenciario Norte 3 en Guipúzcoa y negociar el destino de los terrenos de la actual cárcel de Martutene. En la lista figura además un acuerdo para suscribir un acuerdo que mejore el flujo de información relativa a las bonificaciones y reducciones a la cotización da la Seguridad Social entre ambas administraciones. Los compromisos asumidos abarcan muchos más ámbitos que van desde ayudas a iniciativas culturales como el Festival de Cine de San Sebastián, el Museo Artium o el Museo Marítimo de Bilbao, hasta mejorar las aportaciones a la Academia de la Lengua Vasca o 3 millones para la construcción de pisos sociales.
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