Barcelona. Diez de la mañana. Tomando un café en un bar de la calle Caspe. Un señor, detecta que llevo encima una carpeta con el logo de Ciudadanos y me dirige un comentario:

-Ustedes, los naranjitos, no podrán parar lo inevitable.

Al oír la frase, me doy la vuelta y me dirijo a la persona.

-Por favor, acérquese. Tómese un café conmigo, me gustaría hablar con usted.

-Será un placer.

El camarero nos sirve dos tallat con leche natural.

-Antes de empezar la conversación, por favor, dígame si usted es político, asesor de político, si su trabajo está condicionado por un político o es un ciudadano normal y corriente.

-Soy un ciudadano normal y corriente que sólo pretende informarle de que el proceso de independencia ya está hecho, y está pactado con España y con la Comunidad Internacional.

-Vaya. Hace usted afirmaciones muy contundentes.

-Por la información de que dispongo, estoy totalmente seguro de lo que digo.

-Entonces, ¿cree que se va a permitir el referéndum que ustedes están planteando?

-Efectivamente. El referéndum ya no se puede parar y tendrá consecuencias irreversibles. Si el Gobierno español pretende impedirlo con violencia, supondrá una derrota para ustedes, y dejarlo hacer también les supondrá perder. En todos los casos, tienen mal panorama.

-¿Qué cree que hará el presidente del Gobierno si eso sucede?

-Nada. Ya le he dicho que todo está pactado y cualquier movimiento supone para ustedes una derrota. Rajoy tenía que haber negociado en 2012 un triste pacto fiscal, pero por no haber cedido ahora perderán una región entera, más lo que venga detrás.

-¿Cree usted que, de hacerse un referéndum, ganaría el Sí?

-Por supuesto. El referéndum lo gana el Sí fácilmente. Si se vota, ya hay numerosos países que van a reconocer la nueva VI República Catalana. Si se impidiera votar, automáticamente el Sí se dispararía al 75%. El president convocaría elecciones legales pero plebiscitarias. Ganará el Sí y la Declaración Unilateral de Independencia será automática. Todo esto, el Gobierno español ya lo sabe.

-¿Está usted seguro de que cuentan con el apoyo de la Comunidad Internacional?

-Claro. Cuando se haga la Declaración Unilateral de Independencia, será la Comunidad Internacional la que obligará a España a sentarse a negociar el reparto de activos y pasivos, incluida la deuda. El problema para ustedes ya no es la independencia de Catalunya (irreversible y segura) sino que, a medio plazo, se sume Valencia y/o Baleares. Si eso pasara (unión Catalunya-Valencia-Baleares) se formaría un país con un PIB de 350.000 M€, que superaría en poco tiempo a España.

-Pero ustedes saben que el Gobierno español puede utilizar las herramientas que le otorga la ley para impedirlo.

-Se equivoca. La Comunidad Internacional no os dejará usar la violencia militar ni policial contra la población civil catalana. Sois un tigre de papel, inofensivo. Sois esclavos de vuestros propios desmanes y pecados. España ya no tiene identidad ni autoridad en el exterior para impedir nada. España no tiene futuro. Deuda 100%, sin pensiones, sin industria, población envejecida y sin el PIB y los tributos de Catalunya que mantenían a 13 comunidades autónomas. Será bonito ver al Gobierno español decir a los andaluces que se acabó el PER porque el dinero catalán se acabó. Será bonito ver al Gobierno español decir a los extremeños que se acabaron los muebles gratis porque el dinero catalán se acabó. Será bonito ver a Madrit tirar del carro con sólo un 7% de industria y sin los 16.000 M€ expoliados a Catalunya. La parte buena para vosotros es que sin Catalunya estaréis obligados a hacer reformas de verdad porque vuestro país, sin Catalunya, es insostenible. Por ejemplo, acabar con el PER, acabar con el Concierto vasco-navarro, acabar con los pelotazos de políticos, etc. Eso o acabáis como Grecia.

-Por favor, dígame una cosa. Usted, hace una década ¿era independentista?

-No. Tampoco estaba de acuerdo con la forma en la que se gestionaban los tributos catalanes para subsidiar a otras zonas, pero no tenía el sentimiento que tengo ahora, al igual que millones de catalanes.

-¿Y qué sentimiento es ése?

-Que, si continuamos ligados a la España actual, con sus modelos de gestión y desigualdades, será el fin para todos nosotros, y eso no estamos dispuestos a consentirlo.

-Muchas gracias por sus palabras. Ahora me queda mucho más claro cuáles son las razones por las que ustedes creen que lo mejor es independizarse de España. Le comprendo, pero no lo comparto y, por ello, trabajaré incansablemente para que los hechos venideros que ustedes presencien provoquen eliminar ese sentimiento de sus mentes, y de ese modo, puedan recuperar la motivación por seguir formando parte de nuestra gran nación, que también es la suya, España.