Venezuela afronta una de las semanas más tensas de toda su historia. El Gobierno nacional, presidido por Nicolás Maduro, está decidido a celebrar unas elecciones para designar una Asamblea Nacional Constituyente el próximo domingo 30 de julio. La oposición está dispuesta a dar batalla en la calle para evitar su celebración, después de casi cuatro meses de protestas y más de 100 muertos por violencia política.

  • ¿Qué es la Asamblea Nacional Constituyente?

Según la actual Carta Magna, aprobada en 1999, tras la primera victoria electoral de Hugo Chávez, la Asamblea Nacional Constituyente tiene el objeto de “transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”. El presidente Nicolás Maduro ve la Asamblea Nacional Constituyente como “la única vía para convocar la soberanía plena del pueblo y poner las bases de la regeneración de la paz de la república

  • ¿Qué quiere cambiar el oficialismo?

El Gobierno ha declarado su intención de luchar, a través de la nueva Constitución, contra el intervencionismo extranjero. Quiere también constitucionalizar los programas sociales chavistas, así como las comunas y los consejos comunales, plaza fuerte de los colectivos, poderosas organizaciones chavistas de base.

Pretende además aumentar las penas contra el terrorismo y el narcotráfico, modernizar la economía, ampliar derechos juveniles e incluso luchar contra el cambio climático.

  • ¿Por qué la oposición ha declarado la lucha contra la Constituyente?

La oposición, en primer lugar, critica que su convocatoria no es constitucional. Según su interpretación de la Carta Magna, cree que se debió celebrar un referéndum previo para saber si el pueblo quería unas elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente, como sí hizo Chávez en 1999.

Los opositores también están en absoluto desacuerdo con la forma de elección. Argumentan que se vulnera el principio de voto universal.

La Asamblea Nacional Constituyente estará compuesta por 545 miembros. Hasta 364 de elegirán de forma territorial. Cada municipio venezolano estará representado por un solo constituyente. La oposición se siente perjudicada, porque dará el mismo valor de voto a un municipio de 3.000 habitantes que a uno de 500.000, lo que perjudica a las ciudades, donde hay un mayor rechazo al Gobierno.

El resto de miembros de la Constituyente serán elegidos de forma sectorial. Los sectores seleccionados son los empresarios (cinco constituyentes), campesinos y pescadores (ocho), discapacitados (cinco), estudiantes (24), trabajadores (79), pensionados (28) y representantes de las comunas (24). Sectores como el comunal son de casi total inclinación chavista.

  • ¿Qué pasará con la Asamblea Nacional de celebrarse las elecciones?

La Asamblea Nacional cuenta con una mayoría opositora desde las elecciones legislativas de finales de 2015. No ha podido funcionar correctamente al haber sido declarada en “desacato” desde 2016 por el Tribunal Supremo, de sesgo oficialista, según la oposición.

No existe certeza sobre lo que ocurrirá a partir del lunes si las elecciones se celebran. El líder chavista Diosdado Cabello ha declarado su intención de instalar la Constituyente en el Palacio Federal Legislativo “72 horas después de haberse elegido a los constituyentistas”. Es el mismo lugar donde sesiona la Asamblea Nacional, que podría ser expulsada.

La oposición cree que el actual parlamento quedará absolutamente fagocitado, si no disuelto, y que la Constituyente se utilizará para aumentar la represión y detener a los actuales diputados, acusados de terrorismo por el oficialismo.

El Artículo 349 de la Constitución vigente señala, además, que “los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente”.

Es decir, que la nueva institución podría convertirse en un suprapoder cuyas decisiones tengan un rango mayor al de cualquier otro organismo de la república, dictando resoluciones a su antojo, por el tiempo que dure. Este es el principal miedo de la oposición con respecto a las elecciones del domingo.

  • ¿Qué pasos ha dado la oposición para evitar que se celebren las elecciones del día 30?

La oposición ha llamado a la hora cero de Venezuela, que conlleva una intensificación de las protestas.

Este miércoles comenzó un paro cívico de 48 horas, que muchos consideran una huelga general, a pesar de que funcionarios y grandes empresas estatales seguirán funcionando.

El paro ha sido secundado por más de 300 sindicatos, algunos de ellos de sectores hasta ahora inclinados al chavismo.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) opositora ha llamado el viernes a una ‘toma de Caracas’. Plantea que toda Venezuela acuda a la capital para protestar contra la celebración de la Constituyente.

Han llamado también al boicot electoral, llenando las calles de trancones (barricadas) para impedir la llegada a los centros de votación.

Nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá a partir del sábado.

  • ¿Cuál es el papel de la comunidad internacional?

Básico. Ambos bandos intentan recabar apoyos internacionales para legitimar sus acciones.

La oposición espera que EEUU y la Unión Europea (con España a la cabeza) den pasos para presionar al Gobierno de Maduro en caso de seguir adelante con la Constituyente.

El presidente de EEUU, Donald Trump, ya ha declarado su intención de sancionar a Venezuela si se vota ahora. La Unión Europea pidió suspender la Constituyente.

El oficialismo, por su parte, ha sido respaldado por sus socios latinoamericanos del Alba, en especial Cuba y Bolivia, aunque es profundamente criticado por países como México, Costa Rica, Argentina, Perú, Brasil y Colombia.

Maduro tiene otros grandes apoyos internacionales, como recordó el pasado viernes. “Rusia, China y la India son nuestros tres grandes amigos que tenemos en el mundo y los tres grandes aliados que se vislumbran en todo el siglo XXI y más allá”, señaló. También Irán es próximo a su gobierno.

  • ¿Queda espacio para el diálogo?

Depende de a quién se consulte en Venezuela. Las bases más radicales de chavismo y oposición lo ven imposible. Los más moderados sí creen que todavía hay oportunidad de contener la deriva del país en la mesa de negociaciones.

Es un secreto a voces que se sigue negociando a pesar de la tensión en la calle y de la agenda para los próximos días.

No se explicaría de otra forma la presencia en el país de José Luis Rodríguez Zapatero. El pasado lunes mantuvo una reunión en la casa de Leopoldo López con el excarcelado líder opositor y otros diputados de la MUD.

El ex presidente es una figura criticada tanto por el chavismo como por opositores, pero la mayoría coincide en admitir que cuando está en el país es porque está hablando con ambos bandos.