Los Mossos d'Esquadra descartaron el pasado mes de diciembre la posibilidad de colocar de forma sistemática barreras anticamiones en los accesos a espacios concurridos para evitar potenciales atentados terroristas, en contra de la recomendación que lanzó la Policía Nacional tras la masacre que el Estado Islámico provocó en un mercadillo navideño de Berlín: 12 personas murieron y más de medio centenar resultaron heridas después de que las arrollara un camión al mando de un conductor yihadista.
El pasado 20 de diciembre, justo un día después del ataque en la capital alemana, la Comisaría General de Seguridad de la Policía Nacional remitió un oficio a las jefaturas superiores para que abordaran en el seno de las juntas locales de seguridad y de las comisiones de coordinación "las medidas de protección que impidan ataques similares" con vehículos de gran tonelaje, bloqueando las zonas de entrada a espacios de grandes aglomeraciones mediante la colocación de grandes maceteros y bolardos. La recomendación se hacía después de que los yihadistas hubieran logrado causar el terror en Berlín y meses antes en Niza, escenario del primer atentado con un camión. En la ciudad francesa fallecieron 84 personas y se contabilizaron más de cien heridos.
El portavoz de la Policía de la Generalitat, Xavier Porcuna, dejó claro hace ocho meses que se descartaba la colocación de elementos físicos "de forma sistemática" como hizo Francia en reacción al atentado de Niza y que se se analizaría la protección de distintos espacios con "las medidas más adecuadas de contención" en función de la concentración de personas y el nivel de amenaza. "No tenemos ninguna información operativa, táctica o de inteligencia estratégica que indique que en Cataluña haya ninguna amenaza concreta hacia un punto de la geografía ni un punto de interés o posible objetivo", defendió entonces Porcuna, que no ocultó su sorpresa por el hecho de que la Policía Nacional hubiera enviado el citado oficio a una comunidad que ejerce la competencia de la seguridad ciudadana a través de su propio cuerpo policial.
La Policía recomendó hace ocho meses la adopción de medidas en todas las comunidades para evitar ataques con vehículos pesados
La Rambla de Barcelona, el escenario en el que ha tenido lugar este jueves el atentado yihadista que se ha cobrado la vida de 13 personas, no cuenta con maceteros o bolardos perimetrales para evitar la invasión en su zona peatonal de vehículos pesados. Ello explica que la furgoneta pudiera acceder al paseo por la zona más próxima a la Plaza de Cataluña y que fuera arrollando a los peatones que al filo de las 17 horas transitaban por esta céntrica arteria barcelonesa hasta la zona del Liceo, cubriendo un trayecto de casi 800 metros. En ese punto, el conductor abandonó el vehículo y se dio a la fuga.
Las autoridades catalanas no habían reforzado la zona con elementos físicos pese a ser una zona muy transitada -forma parte del eje turístico de la Ciudad Condal, que recibe cada año más de 18 millones de visitantes extranjeros- y el riesgo latente que existe. España permanece en el nivel 4 -en una escala de 5- de alerta antiterrorista desde junio de 2015, a raíz de cuatro atentados registrados en diferentes puntos del mundo: una fábrica estadounidense de productos químicos ubicada en la localidad francesa de Saint-Quentin-Sallavier (cerca de Lyon), una mezquita chiíta de la ciudad de Kuwait, una base militar de la Unión Africana (Amison) al sur de Somalia y dos hoteles en la ciudad tunecina de Susa, a 140 kilómetros de la capital.
Según informa El Periódico, la CIA alertó hace dos meses a los Mossos d'Esquadra de que la capital catalana era objetivo del terrorismo yihadista y específicamente la Rambla, la zona en la que se ha consumado este jueves el primer atentado yihadista en los últimos 13 años. Los servicios de Inteligencia de EEUU dieron la voz de alarma después de que en vídeos propagandísticos elaborados por Estado Islámico aparecieron imágenes de la Sagrada Familia, junto a otros monumentos como la Estatua de la Libertad (Nueva York) o el Coliseo (Roma).
La Rambla carece de maceteros o bolardos, lo que explica que la furgoneta pudiera acceder a la zona por la que transitan los peatones
De forma concreta, los Mossos sí han reforzado en los últimos meses los accesos a algunos espacios mediante la colocación de obstáculos pesados. Es lo que ocurrió el pasado mes de febrero con motivo de la celebración del Mobile World Congress, que reúne a más de 100.000 delegados en la capital catalana. El dispositivo de seguridad diseñado para este evento de alcance mundial incluyó la instalación de bolardos y barreras de hormigón 'New Jersey', con el recuerdo aún fresco de los atentados de Niza y Berlín.
La masacre de Barcelona reabrirá el debate sobre las medidas preventivas a adoptar a fin de dificultar los ataques terroristas de corte yihadista. Y la posibilidad de reforzar el mobiliario en las principales ciudades españolas para evitar atentados en zonas de aglomeración urbana volverá de nuevo a avivarse. Por si había alguna duda, este atentado demuestra que España es tan objetivo como otros países del entorno de la amenaza yihadista, que posiblemente no ha podido perpetrar con anterioridad otra acción en el país por el trabajo preventivo que las fuerzas de seguridad del Estado vienen realizando tras los atentados del 11-M y el endurecimiento de la legislación, que ya considera delictivos comportamientos que hasta hace unos años no lo eran.
Nivel de alerta antiterrorista
La otra duda es si las autoridades españolas decidirán elevar el nivel de alerta antiterrorista al máximo. La activación del nivel 5 se reserva a situaciones en las que, por la información obtenida por los servicios de Inteligencia, se da por segura la posibilidad de un atentado inminente. Ese estadio supone movilizar a militares para extremar la vigilancia en infraestructuras críticas, nudos de comunicación y lugares de gran concentración de personas, al tiempo que podría conllevar la "restricción y control del espacio aéreo", lo que sin duda tendría un formidable impacto a nivel turístico el temporada alta. El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, ha descartado este jueves el riesgo de otro ataque "inminente" en Cataluña.
Con datos actualizados a 7 de agosto, las fuerzas de seguridad del Estado han detenido en Cataluña a 14 de los 51 arrestados en todo el país en lo que va de año por terrorismo yihadista, según los datos del Ministerio del Interior. Las detenciones se produjeron en las localidades de Badalona (3), Roda de Ter (2), Terrasa (1), Vallbona d'Anoia (1), Barcelona (2), Cornellá de Lobregat (1), Hospitalet de Llobregat (1), Salou (1), Figueres (1) y Santa Coloma de Farnés (1). Desde hace años, esta comunidad es el principal escenario de la movilización promovida por el Estado Islámico en España.
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