Es viernes, día de oración en la mezquita. Antes de concluir con el precepto y tras escuchar al imán, los asistentes están invitados a asistir a una charla… policial. La imparte la Ertzaintza con el visto bueno de las autoridades musulmanas con las que han coordinado su incursión en el día sagrado de los musulmanes. El reto es poner en alerta a la comunidad islámica de Euskadi para detectar posibles casos de radicalización e informar sobre el papel de vigilancia y control que lleva a cabo la Policía Autonómica Vasca y despejar así posibles recelos. La sesión termina con la entrega de un folleto titulado ¡No permitas que te manipulen!

La escena se ha venido repitiendo en una decena de ocasiones en diversos centros de culto islámico del País Vasco y se potenciará aún más tras el verano. Es unja pieza más del Plan integral que ultima el Gobierno vasco en su particular batalla contra el yihadismo en Euskadi y la prevención contra la radicalización islámica. En El País Vasco los casos de radicalización son por ahora mínimos, alejados de los que se registran en otras comunidades autónomas como Cataluña, Madrid o Ceuta y Melilla. Pero el Ejecutivo de lñigo Urkullu trabaja desde hace meses en la elaboración de un plan para que no aumente. Implicará no sólo al área policial del Gobierno, sino también a la educativa y la social.

La Ertzaintza, el colaboración con la comunidad musulmana, imparte charlas en las mezquitas y reparte el folleto '¡No dejes que manipulen!' contra la radicalización

Desde el año 2015 la consejería de Interior trabaja de manera coordinada y fluida con la agrupación de organizaciones islámicas Euskal Bilgune Islamiarra (EBI). Una de las iniciativas más novedosas puesta en marcha son las charlas que de forma regular se imparten en las mezquitas o centros de culto islámicos por parte de agentes de la Ertzaintza en los que no sólo se informa a los fieles del papel de control y vigilancia que lleva a cabo la policía para “romper miedos y prejuicios por ambas partes” sino que se orienta a los presentes para poder detectar en su entorno posibles casos de radicalización entre los fieles y su entorno.

Interior y EBI han editado un folleto que bajo el título ¡No dejes que te manipulen! Se reparte a los asistentes y en el que se asegura a los musulmanes que asisten a las mezquitas vascas que tanto el ISIS como Al Qaeda están “manipulando a los jóvenes musulmanes” con el único fin de “potenciar el victimismo y generar odio hacia occidente”. Añaden que ISIS y Al Qaeda aspiran a que las comunidades musulmanas sean “rechazadas” y esa actitud derive en “islamofobia”. Para prevenir este proceso de “manipulación”, la comunidad islámica vasca, en coordinación con la Ertzaintza, llega a trasladar a los asistentes a las charlas consejos para detectar a personas en posibles procesos de radicalización.

Indicadores contra la radicalización

En el documento que se entrega se señala que existen indicadores que deberían elevar la alerta, como “no respetar a los padres ni al círculo familiar” o pasar “muchas horas en internet visitando páginas radicales”. También se señala que se debe avisar al imán si se observa que alguien obliga a un familiar a seguir “hábitos islámicos no habituales” o si habla con frecuencia de los “problemas de los musulmanes en el mundo, las guerra o la opresión de occidente”. Incluso escuchar música “nasheed con temática violenta” puede ser un indicador de radicalización a tener en cuenta.

Folleto "¡No te dejes manipular!" que se entrega tras la charlas polciales.

Se insta a los musulmanes residentes en Euskadi a tener “cautela” con los mensajes de los imames de países orientales que no conocen la realidad europea y “no fiarse” y “desconfiar” de personas que llaman al combate o a acudir a zonas de conflicto. El documento que se entrega a los asistentes concluye haciendo un llamamiento a que en caso de detectar que una persona “puede estar siendo manipulada con fines terroristas” se comunique a la asociación EBI, en estrecha colaboración con la Ertzaintza.

El programa de charlas coordinadas entre la comunidad islámica y la Ertzaintza también se ha comenzado a aplicar en Guipúzcoa. La Diputación foral ha puesto en marcha el programa ‘Elkarbizitza helburu’ (Objetivo, la convivencia) en el que a través de sesiones orientadas a la prevención y detección de proceso de radicalismo se orienta a los jóvenes de origen musulmán bajo tutela de la institución foral. La comunidad islámica, a través de EBI, también ha impulsado proceso de formación a agentes de la Ertzaintza, además de formadores y educadores, en ámbitos como la cultura islámica y musulmana de diversos orígenes

Ahora el Gobierno vasco quiere llevar más lejos este tipo de iniciativas. Desde el pasado mes de junio el Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha constituido un grupo de trabajo de carácter integral y que abarca a las consejerías de Seguridad, Educación y Políticas Sociales, además de la Secretaria de Paz y Convivencia. A finales de septiembre se confía en poder tener cerrado y definido plenamente el programa de actuación orientado fundamentalmente a la prevención de procesos de radicalización en Euskadi.

Evitar la frustración, caldo de cultivo

Actualmente en el País vasco la comunidad islámica apenas ronda los 50.000 fieles con una red de mezquitas que ronda los 60 centros de culto. Mezquitas cuya instalación la Administración quiere regular por ley y para lo que ultima una norma.

Por el momento se considera que los niveles de radicalización son reducidos, si bien se controla con más intensidad la situación de dos mezquitas salafistas, una ubicada en Barakaldo y otra en Vitoria El plan integral que se anuncia aspira a evitar que se agraven los proceso de exclusión social, principal motivo de frustración y ‘caldo de cultivo’ para la radicalización.

En el País Vasco vive actualmente 50.000 musulmanes y la red de centros de culto ronda los 60

Entre las actuaciones que están previstas se incluye la inclusión de este tipo de charlas en los centros escolares. Actualmente el programa Adi-Adian del Gobierno vasco ya imparte sesiones en las aulas con víctimas del terrorismo de ETA y víctimas de los abusos policiales. El plan pasa ahora por incorporar también a víctimas que puedan exponer su vivencia de carácter religioso o por haber sufrido el extremismo yihadista.