"Hasta el último minuto se puede negociar". El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, lanzaba este órdago al Gobierno de Mariano Rajoy el pasado lunes durante la Diada, a menos de tres semanas de que se celebre el referéndum del 1 de octubre en Cataluña. ERC, miembro del Gobierno de Junts pel Sí, insistió en esta escena de mano tendida, y ahora Podemos también ha optado por sumarse a esta petición para urgir al Gobierno a alcanzar una "solución política" que se traduzca en pactar un referéndum legal con garantías. En un giro estratégico, Podemos rectifica su postura inicial y se alinea con las fuerzas independentistas en su discurso.
"Hoy, mejor que mañana". Así resumía Irene Montero, portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, la urgencia para alcanzar un acuerdo con el Gobierno que permita celebrar una consulta de autodeterminación al pueblo catalán. "Me gustaría que se pudiera pactar ya", admitió la dirigente, que se unía así a la petición lanzada por Puigdemont y por el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá.
Esta alineación discursiva de Podemos con las formaciones independentistas viene acompañada de la oferta que lanzó Pablo Iglesias este lunes en la Diada, cuando propuso un "compromiso histórico" con PSOE y ERC. Un acuerdo por el que prometía a los republicanos catalanes un referéndum pactado a cambio de su apoyo para echar al PP de la Moncloa en una hipotética moción de censura. "Necesitamos un pacto entre los que sí que comprendemos España para poder sacar al PP", advirtió Montero en el Congreso de los Diputados. "Cuando echemos al PP podremos hablar más claramente. El PP no está por la labor de convocar ese referéndum".
Iglesias rectifica su negativa a participar en el 1-O tas las condiciones impuestas por ERC
Otro de los puntos de acercamiento entre Podemos y las fuerzas independentistas es la participación en el referéndum: si al principio el partido morado rechazaba de plano acudir a las urnas el 1-O, ahora se sitúa en una "gama de grises" en la que da por válidas cualquiera de las dos opciones. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, rectificaba públicamente su postura este martes en una entrevista en Rac1. Este giro responde a la posición de ERC, que puso condiciones a Podemos para alcanzar un acuerdo, entre las que destacaba la petición de participación. Si bien la cúpula de Iglesias no ha llamado abiertamente a las urnas, sí ha relajado su postura y ha pasado de la negación tajante a aceptarla como una opción viable.
El partido de Iglesias defiende desde hace meses la vía del referéndum pactado, pero en los últimos días los principales dirigentes de la formación han variado su postura inicial y han protagonizado un acercamiento hacia las posiciones de los republicanos catalanes de ERC. Un cambio que coincidió en el tiempo con la cena de Iglesias con el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, en casa de Jaume Roures el día de la manifestación de Barcelona.
Aquel día marcó un antes y un después respecto al asunto catalán, y desde entonces la ejecutiva de Podemos ha dado marcha atrás en algunas claves de su discurso. En primer lugar, el partido morado evitó cuestionar la legalidad de la Ley del Referéndum aprobada la semana pasada en el Parlament. Lo hizo su secretario de Organización, Pablo Echenique, que llegó a asegurar que "Puigdemont tiene toda la legitimidad del mundo para plantear una hoja de ruta unilateral".
Me equivoqué; tengo que respetar a los ciudadanos de Cataluña", dice Iglesias
Si el dirigente aseguraba hace semanas que "si fuera catalán no iría a votar", aseguraba ahora que "poner urnas es muy cívico" para el referéndum ilegal del 1 de octubre, y justificaba esta ambigüedad en un motivo electoral: "No tenemos que dar una consigna a nuestros votantes, porque a la mitad no le va a gustar y no va a hacer falta". "Cada uno tiene que hacer lo que quiera”. Además de esta justificación, la posibilidad en el horizonte de una alianza con ERC podría esconder otros motivos. Más aún cuando las declaraciones del número dos de Podemos rectifican lo que defendió semanas antes, cuando aseguró que no acudiría a votar si hubiera nacido en Cataluña.
En julio Iglesias también defendió que no participaría en el referéndum en caso de ser catalán. Sin embargo, este martes el líder de Podemos sorprendía en las ondas de Rac1 con una rectificación pública en este punto. "Me equivoque cuando entré en la lógica de 'y si fuera catalán'. Soy español, de Madrid. Tengo que respetar a los ciudadanos de Cataluña ”, rectificó Iglesias. Este viraje llegó un día después de la Diada, cuando el dirigente se despidió con la consigna "¡Viva Cataluña libre y soberana!", una expresión utilizada por el sector independentista para pedir su autodeterminación territorial.
Preguntado por ello, Iglesias aseguraba este lunes que el significado que daba a estas palabras se corresponde con una "Cataluña que libremente decida su futuro y su relación jurídica con Europa y el conjunto del Estado". Unas explicaciones que intentan justificar de nuevo el viraje de Podemos en el asunto catalán. El partido baila entre dos aguas y evita pisar callos a las fuerzas independentistas, con el objetivo último de acercarse a ERC y cristalizar una alianza que le sirva a Iglesias como trampolín al Gobierno.
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