Más de 300 sacerdotes y diáconos de los diez bisbados catalanes y de diversas congregaciones religiosas han hecho pública una declaración en defensa de la celebración del referéndum independentista del 1-O con un manifiesto que rápidamente ha replicado en las redes sociales el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Se trata del primer apoyo explícito a la celebración de la consulta independentista convocada por la Generalitat en contra de las advertencias del Tribunal Constitucional, aunque numerosos responsables de la Iglesia catalana se manifestaron en su momento a favor del "derecho a decidir" y de la consulta del 9-N. El manifiesto llega un día después de que los obispos catalanes emitieran una nota en la que llamaban al "diálogo" y al "respeto a las instituciones", evitando expresarse a favor o en contra del 1 de octubre.

 

Los firmantes consideran "legítima y necesaria la realización del referéndum" porque a su juicio "ha sido imposible pactar las condiciones para llevarlo a cabo de forma acordada" por lo que llaman "a los católicos y a todos los ciudadanos a votar en consciencia en ejercicio del derecho fundamental que tiene cualquier persona a expresar libremente sus posiciones" en un texto publicitado por el suplemento religioso Catalunya Religió de La Vanguardia.

Convocatoria rezo 1-O

El texto asegura además que se manifiestan así "movidos por los valores evangélicos y humanísticos y empujados por el amor sincero al pueblo al que queremos servir" y aseguran que su demanda está "en sintonía" con los obispos catalanes que "reiteradamente han afirmado el carácter nacional de Cataluña". De hecho, se refieren a la declaración de la Conferencia Episcopal Tarraconense en la que afirmó que "conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán".

Los obispos, por el diálogo y el respeto a las instituciones

Sin embargo, lo cierto es que los obispos catalanes emitieron el miércoles una nota conjunta en la animaban a los laicos cristianos "a ser responsables i comprometidos para avanzar en el diálogo, el respeto a los derechos y las instituciones y la no confrontación". Los obispos catalanes hicieron pública esta declaración el miércoles, cuando se produjo la operación policial que llevó a la detención de 15 altos cargos de la Generalitat y empresarios que han participado en las tareas de preparación de la consulta independentista. En su nota, los prelados se referían al "momento delicado de su historia que vive Cataluña" y pedían por "todas las personas que tienen la responsabilidad en el gobierno de las diferentes administraciones públicas, de la gestión del bien común y de la convivencia social".