La esperada respuesta de Carles Puigdemont al requerimiento de Mariano Rajoy ha llegado. Este lunes a las 10.00 horas finalizaba el plazo de president de la Generalitat para responder y explicar si declaró o no la independencia en su intervención del pasado martes ante el Parlament, pero ha adelantado la respuesta a las 8.oo horas. Puigdemont se ha negado a responder si declaró o no la independencia y ha pedido al presidente del Gobierno una reunión "para explorar acuerdos".
En la carta, el dirigente catalán hace dos peticiones al jefe del Ejecutivo. Por una parte, que se "revierta la represión contra el pueblo y el gobierno de Cataluña", entre lo que incluye la declaración del mayor de los mossos, Josep Lluís Trapero, este mismo lunes, así como una reunión para "alcanzar acuerdos". Además, fija un plazo de dos meses para negociar con el Gobierno una salida a la crisis, el doble del periodo que la CUP se declaró dispuesta a esperar a una declaración efectiva de independencia tras el Pleno parlamentario del 10 de octubre.
Junto a la defensa de Trapero y la petición de un encuentro con Mariano Rajoy, Puigdemont incluye en la lista de peticiones al Gobierno que se levante la intervención y congelación de las cuentas bancarias de la Generalitat. Puigdemont incluye esta medida en el listado de "vulneraciones de los derechos fundamentales" entre los que cita "la censura en internet y de medios de comunicación" o "las detenciones de servidores públicos, y la brutal violencia policial ejercida contra población civil pacífica" el 1 de octubre.
La palabra independencia sólo aparece en dos ocasiones, ninguna para aclarar qué hizo Puigdemont el martes 10 de octubre ante el Parlament. En la primera destaca que "más de dos millones de catalanes encomendaron al Parlament el mandato democrático de declarar la independencia". "La suspensión del mandato político surgido de las urnas el 1 de octubre demuestra nuestra firme voluntad de encontrar la solución" añade Puigdemont para defender su calculada ambigüedad.
La opción de una contestación ambigua, como final mente ha resultado, no era del agrado ni de los independentistas -la CUP le exigió este sábado una respuesta "nítidamente afirmativa" o dejaría la actividad parlamentaria- ni del Ejecutivo español que había dejado claro en distintas ocasiones que si la respuesta no era clara, conllevaría la activación la segunda fase del artículo 155 de la Constitución.
Puigdemont pide al Gobierno que "se revierta la represión" en Cataluña
No obstante, se mantiene hasta el jueves la que consideran que será "la última oportunidad" de Puigdemont para impedir que se recurra a ese precepto del texto constitucional, ya que hasta las diez de la mañana de ese día tiene el presidente de la Generalitat para rectificar y volver a la legalidad. Si no lo hiciera, ya no habría vuelta atrás y el Gobierno, en Consejo de Ministros, deberá decidir las medidas concretas que pretende poner en marcha.
Unas medidas que las fuentes citadas aseguran que se están ultimando tras un "estudio pormenorizado" de todas las opciones que existen pero que evitan enumerar porque, recordando las palabras de la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado viernes, recalcan que hay que ir paso a paso y no adelantar acontecimientos.
Cada vez hay más voces de dirigentes de los diversos partidos en las que se apunta que la aplicación del artículo 155 debería desembocar en la convocatoria de elecciones en Cataluña. Esa convocatoria cree el Gobierno que podría ser una solución a la situación generada por los independentistas, pero subraya que lo ideal sería que fuera Puigdemont quien las convocara tras asegurar que no declaró la independencia y, por tanto, volver a la legalidad.
Aumento de la presión
Este fin de semana la presión de los socios de Puigdemont se ha multiplicado. En plazo de un mes que la CUP anunció el pasado martes, desaparecía tras el consejo político del sábado.
En él, la formación anticapitalista aprobó “exigir” a Carles Puigdemont, que respondiera de forma “nítidamente afirmativa” al requerimiento del Gobierno sobre si había declarado la independencia, y que levantara la suspensión de la misma y proclamara la República. Supeditaban a esta condición su actividad en el Parlament.
Los antisistema se sumaban así a las presiones explicitadas por la ANC. La Asamblea Nacional Catalana instó al Govern a “cerrar lo más pronto posible el camino iniciado” hacia la independencia de Cataluña, ya que, a su juicio, ahora era momento de proclamar la República Catalana.
En la misma línea una cuarentena de afiliados y simpatizantes del PDeCAT firmó un manifiesto pidiendo al presidente de la Generalitat que levantara la suspensión de la declaración de independencia y proclamara la República Catalana.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha dicho que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha resumido lo que explicó en el Parlamento catalán en su respuesta de este lunes al requerimiento del Gobierno central, sobre el que ha criticado que se plantea "en términos de rendición, cosa que es un error".
Colau ha afirmado que la gran mayoría social pide "diálogo real, no epistolar, con gobernantes que se sienten a dialogar", y ha añadido que ni la judicialización del Estado ni la vía unilateral están ayudando.
Respuestas del Gobierno
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, se ha convertido esta mañana en el primer miembro del Ejecutivo de Mariano Rajoy en responder a la carta de Puigdemont y lo ha hecho para lamentar que la misiva no es una respuesta válida, por falta de claridad .
En declaraciones durante la celebración de un acto de ministros iberoamericanos de Justicia, Catalá ha recordado que, además de preguntarle si había declarado la independencia, el presidente Mariano Rajoy le dio un segundo plazo, hasta el jueves, para que explicase las medidas que va a adoptar para recuperar el cumplimiento de sus obligaciones. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ofrecerá una rueda de prensa a las 10.30 horas para valorar la respuesta del presidente autonómico.
Por su parte, el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, acusa por contra a Puigdemont de "reventarlo todo" con su respuesta ambigua al requerimiento del Gobierno. Albiol ha lamentado en las redes sociales que "este hombre es un inconsciente" en referencia al presidente de la Generalitat, que "pretende reventarlo todo".
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