Carolina Bescansa, una de las fundadoras de Podemos, se ha convertido en un verso libre en el partido después de que sus críticas a la estrategia catalana de Pablo Iglesias le valieran su purga en la Comisión Constitucional del Congreso, a la que pertenecía desde su llegada al Parlamento a principios de 2016.
Como secretaria de Análisis Político y Social, Programa y Proceso Constituyente de la dirección de Podemos hasta su ruptura en Vistalegre 2, Bescansa trabajó durante más de un año en un proyecto de reforma de la Constitución que quedó aparcado con su salida de la cúpula del partido en febrero. Este proyecto contempla la consulta de autodeterminación como la última de las opciones posibles. La dirigente cuestiona así todo el eje la campaña electoral catalana de Podemos, basada en la propuesta de "referéndum pactado". A su juicio, los acontecimientos en Cataluña, con la declaración de independencia, la activación del 155 y la encarcelación de miembros del Govern, han cambiado el foco y nadie, "ni siquiera ERC" se sumaría a esta propuesta.
Doctora en Ciencias Políticas y Sociología, diplomada como Especialista en Derecho Constitucional y Ciencia Política del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales y especialista en Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales, Bescansa habló por primera vez en público de esas propuestas en un encuentro con el Círculo 3E de Madrid el pasado lunes, al que asistió El Independiente. En las próximas semanas, según explicó, la cofundadora del partido llevará a debate estas medidas, que están en proceso de borrador y que se presentarán más adelante.
No hizo falta que el Rey saliera vestido de militar, aunque podía haberlo hecho"
Una de las propuestas más impactantes de esa reforma constitucional es que el Rey Felipe VI deje de ser el mando supremo de los ejércitos. "Es muy fácil defender en términos de opinión publica que el Rey no pueda ser comandante supremo de las fuerzas armadas. Se puede defender que no lo sea un tío que no le ha votado nadie", defendió Bescansa en su conferencia, en la que hizo referencia al discurso de Felipe VI a los españoles con motivo de la crisis catalana.
A juicio de la ex dirigente de Podemos, parte de ese discurso se dirigía, precisamente, a las Fuerzas Armadas. "No hizo falta que saliera vestido con el uniforme de militar, aunque podría haberlo hecho", explicó. En este sentido, la interpretación de Bescansa coincide con la de algunos líderes del PSOE, que también encontraron en las palabras del monarca un mensaje de firmeza destinado a las fuerzas del estado.
Durante su charla ante unos cincuenta adscritos a Podemos, la diputada expuso su visión de la crisis territorial que sufre España y propuso varias soluciones que, en algunos casos, pasarían por una reforma "profunda" de la Constitución para hacerla "más democatizadora". En este sentido también discrepa de la dirección del partido, que se ha desmarcado de la comisión territorial aprobada en el Congreso para abordar esa reforma.
"Ya se acabó el tiempo de denunciar lo que no queremos. Ahora es tiempo de decir lo que queremos y eso no es fácil", advirtió, antes de felicitarse por la convocatoria de elecciones en Cataluña, porque "es lo único que podía haber". En esa línea, abogó por una reforma del estado territorial que "evite chantajes" y "jerarquías entre territorios" como los ejercidos durante años por los partidos nacionalistas que prestan apoyo parlamentario a los Gobiernos de turno a cambio de importantes partidas presupuestarias para sus territorios.
Bescansa sitúa el pujolismo como el origen de la crisis de modelo territorial
El último ejemplo de esa práctica, denominada "pujolismo" por Bescansa, son los 4.000 millones de euros por cada uno de los cinco escaños del PNV logrados para Euskadi a cambio de aprobar los Presupuestos Generales del Estado 2017. El fenómeno es para la dirigente "lo más tóxico y nocivo para la construcción de una España solidaria y de reconocimiento entre los pueblos", dado que crea un "agravio comparativo" entre territorios.
Esa práctica se podría evitar con una mayor separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo a través de la elección directa por parte de los ciudadanos del presidente del Gobierno, en vez de ser votado por el Parlamento. "Ese Ejecutivo tendría mayores dosis de legitimidad y se evitaría un modelo tan presidencialista como el actual, en la que el Gobierno puede vetar leyes como viene haciendo toda esta legislatura", explicó. Además, la socióloga y experta en demoscopia propone la creación de una institución de representación territorial destinada exclusivamente a la aprobación de la Ley de financiación autonómica.
Para modificar la Constitución hace falta la anuencia del PP, que mantiene la mayoría absoluta en el Senado, "el último candidato del régimen del 78" según Bescansa, que ve en esta Cámara "la única función" de "bloquear la reforma constitucional". Además de proponer su sustitución por un órgano de interlocución directa, sin la mediación del Estado, por parte de los "pueblos y naciones de España", la diputada explicó la existencia de una "trampilla" que permitiría abrir ese candado.
La dirigente plantea cambiar el Senado para desbloquear la reforma constitucional
Se trata de la Ley Orgánica del Régimen Electoral (Loreg), para cambiar la votación de tres senadores en las elecciones a Cortes por la elección de sólo uno. Esa modificación haría que aumentara la proporcionalidad en el sistema de representación, que actualmente hace que el PP, como partido más votado, se vea premiado con más escaños en la Cámara Alta. De esta manera, con un 35% de los votos, se convierte en una "minoría de bloqueo" frente al 65% de los electores restantes.
La ventaja de acudir a la LOREG es que, a diferencia del sistema electoral, se puede modificar en el Congreso de los Diputados sin necesidad de cambiar la Constitución. "Pero para eso debemos tener aliados en el Congreso", advirtió Bescansa. En las últimas votaciones, Podemos se ha posicionado junto a partidos minoritarios independentistas como Esquerra Republicana o Bildu, frente a lo que ha venido a denominarse "bloque constitucionalista" de PP, PSOE y Ciudadanos.
"Ya nadie reivindica un referéndum pactado"
"El problema político en Cataluña probablemente no se vaya a resolver hasta que se resuelva el español y la solución de la crisis territorial española no va a empezar por Cataluña", explicó. La solución no pasaría a priori por un referéndum pactado, puesto que esta propuesta, el eje central de campaña en Podemos en Cataluña de cara al 21-D, se enmarcaría dentro de un ciclo de reformas y sería el último eslabón en caso de que los cambios constitucionales no dieran su fruto.
Defiende que la idea de una consulta de autodeterminación pactada con el Estado, en caso de darse, debe ir precedida de una reforma de la LOREG primero, y de una reforma constitucional después. Sólo una vez completadas todas estas fases, y en caso de que las tensiones territoriales se mantuvieran, es cuando se plantearía el eventual referéndum pactado con el Estado.
Una vez aprobada en el Senado la reforma constitucional, tendría que someterse a un referéndum, que según Bescansa debería tener una "lectura territorial" que sirviera como termómetro de la acogida a las medidas en cada territorio. Si una región rechaza la propuesta, la dirigente aboga por "habilitar un protocolo" que permita "rehacer los mecanismos de encaje". "Si no funciona, se plantearía una consulta en la que puedan ejercer el derecho a decidir". "La cosa tiene que ir por ahí", determinó Bescansa.
"La propuesta del referéndum pactado está muy bien proponerla, pero nadie va a llevarla a cabo porque Rajoy no lo va a hacer. Esa pantalla tiene que pasar porque sobre esto no vamos a construir. Hay que aterrizar las cosas en el marco de lo posible, porque no hemos ganado las elecciones". "La reivindicación de un referéndum pactado ya ha desaparecido, ni siquiera ERC lo defiende. Las cosas se han puesto en otro sitio, en que saquen a la gente de la cárcel...". "Ahora mismo estamos en otra fase".
"Sería un error salir de la crisis sin reivindicar que somos españoles"
La socióloga y experta en demoscopia marca distancias con la gestión de Podemos en la crisis catalana, como ya hiciera hace semanas : "Ha habido cosas que no hemos comunicado bien porque no hemos pensado bien. Me preocupa que no tengamos miedo a que nos confundan con los indepes y sí tengamos miedo de que nos confundan con los del 155", reconoce.
En el 15M se produjo una "transformación de símbolos que por primera vez no estaban relacionados con la guerra ni con la dictadura", y Bescansa aboga por que su partido continúe esa resignificación que pase por reivindicar España. "Sería un error garrafal salir de aquí -de la crisis catalana- sin reivindicar que somos españoles. Que ser español y ser del PP no es lo mismo. Cometeríamos el mismos error que cometió hace 40 años el PSOE y el PCE y corremos el riesgo de cerrar el ciclo del 15M aquí".
Los mundiales han hecho un enorme trabajo de normalización y desfascificación de los símbolos"
"Tengo miedo a que renunciemos a resignificar los símbolos", expresó. "Los mundiales de fútbol han hecho un enorme trabajo de normalización y de desfascificación de los símbolos. Aprovechemos esa ola. No nademos contra eso porque actualmente ayudan a reforzar un eje en el que salimos derrotados y volveremos a salir derrotados".
En este sentido, Bescansa ha recuperado el concepto de transversalidad, que Podemos perdió con la caída de su máximo defensor, Iñigo Errejón, tras su derrota en Vistalegre II. "Igual que reglas izquierda derecha no sirven para nombrarnos sino para confundirnos, que es una cosa que sigo pensando aunque ya no lo digamos, pasa lo mismo con las etiquetas plurinacional, federal..". "Impugnemos el eje izquierda-derecha; impugnemos el federalismo. Discutir etiquetados solo consigue separarnos. Para muchos politólogos ya somos un estado federal. Hacen falta propuestas encima de la mesa", señaló.
El discurso de Bescansa choca con la postura adoptada por Podemos, que este mismo miércoles envió un boletín a sus inscritos en el que defendía que "ahora más que nunca debemos insistir en poner sobre la mesa del debate político de nuestro país el concepto de plurinacionalidad, como fórmula superadora del actual statu quo". La cofundadora de Podemos, sin embargo, opta por dejar a un lado las etiquetas semánticas y discutir sobre medidas concretas.
"Hay dos tipos de personas, las que quieren tener la razón y las que quieren arreglar las cosas, y quiero que Podemos sea una fuerza orientada a arreglar las cosas y no a tener la razón. Si no conseguimos arreglar cosas no tendremos sentido como herramienta, por muchas razones que tengamos. Hay que hacer más amigos". "Conviene entender la responsabilidad que tenemos entre manos. En esta cuestión en concreto nosotros no lo hemos hecho bien y seguimos sin hacerlo bien. Es necesario que rectifiquemos y lo hagamos urgentemente y de corazón".
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