La Policía Nacional tiene previsto trasladar a Murcia en los próximos días a una parte del contingente que había desplazado a Cataluña en vísperas del referéndum de autodeterminación ante la posibilidad de que puedan volver a producirse graves disturbios por las protestas que desde hace semanas secundan los vecinos para que el AVE llegue a la ciudad soterrado y no en superficie. El temor es que puedan reproducirse en la capital murciana los sucesos que ocurrieron en enero de 2014 en el barrio burgalés de Gamonal, donde el Ayuntamiento proyectó la construcción de un bulevar en una arteria estratégica de la ciudad.
Otro de los motivos es hacer frente a la situación conflictiva creada a raíz de las últimas fugas en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera La Verde.
Según ha podido conocer El Independiente en fuentes policiales, el Cuerpo que dirige Germán López Iglesias va a replegar de Cataluña a un 30% de los efectivos que en el marco de la Operación Copérnico envió ante el desafío independentista -fueron movilizados en total unos 3.000 policías nacionales y alrededor de 2.500 guardias civiles, que se sumaron a los más de 6.000 efectivos que tienen destino en esta comunidad- aprovechando la situación de normalidad que se vive tras la aplicación de las medidas autorizadas por el Senado al Gobierno en aplicación del artículo 155, entre ellas el control de los Mossos d'Esquadra por parte del Ministerio del Interior.
Así las cosas, la Policía tiene previsto reducir en unos 900 efectivos -pertenecientes a la Unidad de Intervención Policial (UIP) y a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR)- su contingente extraordinario en Cataluña, con la intención de atender necesidades y reforzar la seguridad en otros puntos del país.
La Policía replegará el 30% de los efectivos enviados a Cataluña al recuperarse la normalidad con la aplicación del artículo 155
Una de las zonas que recibirá el refuerzo será Murcia, instalada en una protesta vecinal desde mediados de septiembre para forzar al Ministerio de Fomento a que el tren de alta velocidad discurra bajo soterramiento a su paso por la ciudad para que no queden aislados unos 100.000 habitantes tras un muro. Es lo que ocurriría si el AVE llega en superficie.
No es el único motivo que justificaría el refuerzo policial en Murcia. El pasado 3 de noviembre, 27 inmigrantes del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera La Verde consiguieron fugarse de las instalaciones, registrándose 13 heridos entre sin papeles y agentes. Tan sólo 48 horas después, un grupo de unos 60 internos intentó la huida, no consumada por la rápida actuación policial.
Junto a Murcia, el plan contempla que otra parte de los efectivos desplazados a Cataluña recalen en Ceuta y Melilla para reforzar los pasos fronterizos de las ciudades autónomas y otros vuelvan a sus bases habituales. No se descarta que todos estos agentes sean enviados nuevamente a esta comunidad con vistas a las elecciones autonómicas del próximo 21-D, decisión que dependerá en gran medida de los datos que vaya suministrando la Brigada de Información.
Interior tiene previsto desplazar también efectivos a los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla, y otros volverán a sus bases habituales
La reducción del contingente permitirá a Interior prescindir de los barcos que fletó antes del 1-O para alojar a los policías nacionales y guardias civiles enviados a Cataluña. Como informó este lunes El Independiente y ha confirmado este martes el ministro Juan Ignacio Zoido en su cuenta oficial en Twitter, desde este jueves ya no se alojarán en el ferry Moby Dada -rebautizado por los agentes como Piolín por estar decorado con la imagen del célebre canario amarillo de la serie de dibujos animados Looney Tunes- parte de los efectivos. Éstos serán realojados en el otro barco contratado y atracado en el puerto de Barcelona -el Rhapsody, con capacidad para 2.448 pasajeros- y en hoteles de Salou (Tarragona) y Fraga (Huesca).
Por su parte, Interior también rescindirá el alquiler del Azzurra, otro de los cuarteles generales que ha mantenido en los dos últimos meses en Cataluña ante el órdago secesionista. Este barco ha estado atracado en el muelle Andalucía del puerto de Tarragona hasta este martes, cuando ha puesto rumbo a Barcelona. Los efectivos que hospedaba se alojarán a partir de ahora en establecimientos hoteleros tarraconenses.
La factura de la 'Operación Copérnico'
La disminución de los efectivos también supondrá un ahorro para el Estado, obligado a abonar una elevada factura para atender no sólo los gastos derivados del flete de los tres ferries y de las reservas hoteleras, sino también la productividad que está abonando a los policías nacionales y guardias civiles. La Secretaría de Estado de Seguridad preveía que la Operación Copérnico se prolongara hasta el 5 de octubre, calculándose el coste en más de 31,77 millones de euros. La ampliación del dispositivo hará que la factura final sea mucho más onerosa para las arcas públicas.
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