"Ha conseguido transmitir tranquilidad y normalidad y el día a día no se ha visto alterado. Un mosso hace lo mismo hoy que hacía tres semanas atrás. La intervención no es palpable. Está actuando de forma comedida y muy quirúrgica". Así habla un representante sindical de la Policía de la Generalitat de Ferran López, el comisario elegido por el Ministerio del Interior como máximo responsable operativo tras la destitución de Josep Lluís Trapero como mayor dentro de las medidas aplicadas al amparo del artículo 155 de la Constitución.
López ha coronado su trayectoria en los Mossos d'Esquadra tras 27 años de servicio en uno de los momentos más difíciles que vive el Cuerpo desde su refundación en julio de 1983. El mando depende en la actualidad del Ministerio del Interior y no de la Generalitat de Cataluña y el Cuerpo está bajo la lupa judicial por su actuación durante la jornada en que se celebró el referéndum de autodeterminación, lo que derivará previsiblemente en imputaciones de agentes por su pasividad a la hora de hacer cumplir las órdenes judiciales el 1-O.
Tres semanas después de que el departamento que dirige Juan Ignacio Zoido asumiera el control de los Mossos, la decisión de nombrar a este comisario nacido en Madrid -número dos de Trapero durante su etapa como mayor y comisario superior de Coordinación Territorial como anterior responsabilidad- se ha revelado como un acierto y da la razón a los que en el Ministerio apostaban por la designación de un mando de la casa para dirigir operativamente la Policía Autonómica catalana. Haber puesto al frente a un oficial de la Guardia Civil o a un comisario principal de la Policía Nacional se habría interpretado desde el independentismo como una afrenta más del Estado.
"Ha conseguido transmitir tranquilidad y normalidad y el día a día no se ha visto alterado. La intervención no es palpable", dicen en los Mossos del mayor Ferran López, el sustituto de Trapero
Cuando 48 horas después de nombrarlo tuvieron la primera reunión en Madrid, el ministro le encomendó una tarea: alcanzar "cuanto antes" la normalidad en Cataluña para que las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre se desarrollen "en un clima de absoluta convivencia ciudadana y de respeto a nuestro Estado de Derecho". López no ha dado desde entonces un solo paso que permita cuestionar su lealtad y su falta de colaboración, lo que explica la autonomía con la que está trabajando y la libertad que ha tenido para elegir a los integrantes de la nueva cúpula.
De esa profesionalidad a la que él apeló en la concisa misiva que envió a la plantilla tras su nombramiento como mayor ya había dado muestras antes de que Carles Puigdemont consumara su desafío independentista y, por escaso tiempo, proclamara la república catalana. Según ha podido conocer este periódico, Ferran López dejó claro en reuniones con cargos políticos que él no sería un eslabón en la cadena para el propósito secesionista. Ya como mayor, una de sus primeras órdenes -no sin simbolismo- fue que se retiraran de los despachos y dependencias policiales los retratos del cesado presidente de la Generalitat.
Si hay una decisión que en Interior se interpreta como clave para haber logrado la rápida normalización ha sido la de mantener en manos de los Mossos la Comisaría General de Información -encargada de la investigación y persecución de organizaciones criminales y de las actividades que supongan una amenaza para la seguridad de las personas- y no retirarles ese cometido, como algunas voces le pedían al ministro al asumir el control del Cuerpo el pasado 28 de octubre y colocar a Juan Antonio Puigserver al frente de la Secretaría General de Interior del Departamento de Interior de la Generalitat.
Si ha habido una decisión que en Interior se interpreta como clave para haber logrado la rápida normalización ha sido la de mantener la Comisaría General de Información en manos de los Mossos
Las relaciones entre Interior y la Policía Autonómica de Cataluña se habían deteriorado a raíz del doble atentado yihadista del pasado mes de agosto, sobre todo a raíz de la polémica surgida al conocerse que el National Counterterrorism Center (NCTC, en el que se integran las principales agencias de información de EEUU como la CIA, el NSA o el FBI) había enviado una nota a los Mossos el pasado 25 de mayo en la que se avisaba de un posible atentado del ISIS en La Rambla de Barcelona. Como publicó El Independiente, la cúpula antiterrorista sí dio crédito a dicho aviso.
También generó fisuras el hecho de que la Policía de la Generalitat no permitiera actuar a los Tedax de la Guardia Civil en el chalé de Alcanar (Tarragona) ocupado por los integrantes de la célula yihadista con el argumento de que sus artificieros estaban preparados para actuar en el momento en que se dieran las condiciones de seguridad. Para sindicatos de policías nacionales y asociaciones profesionales de la Guardia Civil, la detección de los explosivos habría permitido constatar que la vivienda era la base de una célula terrorista y no la de unos delincuentes vinculados a la droga. La incógnita que nunca podrá resolverse es si tal vez podrían haber sido detenidos antes de la comisión de la matanza en el céntrico paseo barcelonés.
Perfil policial
Enormemente respetado en el Cuerpo por su perfil más policial que político, el nombramiento de López ha sido bien recibido en el seno de los Mossos -donde ha desempeñado importantes responsabilidades, como jefe de la comisaría de Hospitalet, responsable de la Región Metropolitana Sur y miembro de su grupo de élite- en un momento convulso y en el que una parte importante de la plantilla clama al Ministerio del Interior que habilite la pasarela profesional para enrolarse en la Policía Nacional o en la Guardia Civil.
De él se destaca también su talante, mucho más amable que el de su antecesor. De ello pueden dar fe los representantes de los sindicatos del Cuerpo, con los que se ha sentado esta semana en la primera reunión del Consejo de la Policía a la que asistía como mayor. "A diferencia de Trapero, que no quería trato con ningún sindicato, él está demostrando más diálogo. Nos ha dicho que tiene las puertas abiertas y eso es de agradecer", sostiene una fuente.
Antiguo jugador del CF Damm y vocal en la actualidad de la junta directiva del Club Natación Granollers, donde coordina el área de sincronizada, el nuevo mayor declaró hace unos años en una entrevista concedida a la revista de los Mossos sus preferencias por el cine de Víctor Erice, señaló a Jack Lemon y Jessica Lange como sus actores favoritos, el libro de Bernardo Atxaga Obabakoak entre sus referencias y que se llevaría a una isla desierta el Risk y música de Van Morrison.
Mientras Ferran López va consolidando su liderazgo, Trapero es una página ya pasada en la reciente historia de este cuerpo policial. El Ministerio del Interior ha dejado sin funciones al anterior mayor, que dedica el tiempo casi al 100% a preparar su defensa tras ser imputado por la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela de un delito de sedición por la actuación de los Mossos ante el acoso que sufrió la comisión judicial el pasado 20 de septiembre cuando practicaba detenciones y registros en la Consejería de Economía y Hacienda de la Generalitat por orden del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona.
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