Han sido dos días de intensas negociaciones que finalmente ha permitido el acuerdo. El Gobierno de coalición PNV-PSE de Iñigo Urkullu finalmente podrá sacar adelante sus presupuestos para 2018 gracias al apoyo del PP en Euskadi. A última hora de la noche del martes las tres formaciones cerraron un pacto fiscal con el que se reformará el panorama tributario en Euskadi, fundamentalmente en lo relativo al Impuesto de Sociedades, y que deja la puerta abierta a que a medio plazo se puedan acordar modificaciones también en el IRPF.
El acuerdo fiscal había sido la condición impuesta por el PP de Alfonso Alonso para aprobar las cuentas del Ejecutivo de Urkullu y a ello han dedicado de modo intenso las tres formaciones los dos últimos días. Los populares se opusieron a la reforma inicialmente acordada entre PNV y PSE y que preveía mantener el tipo general del Impuesto de Sociedades en el 28% y modificar algunas deducciones. El PP había exigido que el Impuesto de Sociedades bajara hasta el 24% con el objetivo de hacer del País Vasco un territorio atractivo para las empresas.
El acuerdo fiscal era la condición impuesta por el PP para apoyar los presupuestos de PNV y PSE en todas las grande instituciones vascas
El PSE era la formación que más se resistía a reconducir la reforma y en especial a acceder a una reducción del tipo general del Impuesto de Sociedades. Ante la posibilidad de que su resistencia pudiera impedir la aprobación de las cuentas, el PSE ha accedido a rebajar en cuatro puntos el tipo general, con lo que tras el pacto de anoche se situará en el 24% en un plazo de dos años. Con este pacto el País Vasco tendrá el Impuesto de sociedades más bajo de España, donde en la zona de régimen común está situado en el 25%. La reforma fiscal ya ha provocado los primeros recelos autonómicos, especialmente en las áreas limítrofes con Euskadi, como La Rioja.
Impuesto de Sociedades, del 28% al 24%
Ahora corresponderá a las tres cámaras territoriales, -las Juntas Generales-, aprobar las normas tributarias que regirán en los tres territorios históricos y en la que se plasmará la reducción del 28% al 24% del Impuesto de Sociedades para las grandes compañías y del 22% al 20% para las Pymes. Una reducción que según se han comprometido las partes no afectará a la recaudación de las haciendas vascas ya que se verá compensada con modificaciones en determinadas bonificaciones.
El acuerdo en materia fiscal se plasmará vía enmiendas durante el proceso de tramitación. Los cambios en el Impuesto de Sociedades se suman al compromiso cerrado entre PNV, PSE y PP para que “atendiendo a los resultados que arroje la evaluación de estas nuevas medidas” también se revise el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) “en el horizonte del 2020”. El PP había reclamado que además de beneficiar a las empresas la reforma tributaria debía dejarse sentir en la renta de las familias.
La presión del PP ha logrado que el País Vasco tenga el Impuesto de Sociedades más bajo de España. La medida ya ha provocado recelos en La Rioja
El acuerdo dado a conocer subraya que además de aportar “certidumbre fiscal al conjunto del País Vasco lo hará también al conjunto de instituciones donde las tres formaciones se comprometen a facilitar los presupuestos”. De esta forma, las tres diputaciones y el Gobierno vasco contarán con cuentas aprobadas para el ejercicio 2018. Un cuerdo que contrasta con lo sucedido este martes en Bilbao donde el PP se desmarcó en el Ayuntamiento al no apoyar los presupuestos del gobierno de coalición PNV-PSE, que cuenta con mayoría.
Se trata de un paso importante que afianza la alianza que PSE, PNV y PP ya formalizaron el año pasado para sacar adelante la cuentas de Urkullu en el País Vasco. El Gobierno de coalición entre socialistas y nacionalistas está a falta de un voto para alcanzar la mayoría necesaria en la Cámara de Vitoria. La nueva mano tendida del PP se produce además menos de una semana después de que el PP defendiera con claridad una de las demandas prioritarias del PNV en Madrid, la aprobación de las nuevas leyes de Concierto Económico y el Cupo acordadas durante la negociación presupuestaria de 2017 entre el PP y el PNV para la aprobación de las cuentas del Estado de 2017.
Ante la posibilidad reeditar el acuerdo, desde el PNV se insiste en que se trata de escenarios diferentes y que las cuentas de Vitoria no tienen por qué estar relacionadas con un escenario de negociación en Madrid. Más aún, los nacionalistas insisten en que habrá que esperar al nuevo escenario que dibujen las elecciones del 21-D en Cataluña. El PNV considera que con el artículo 155 activo y con los exconselleres en prisión no se dan las condiciones para negociar un posible acuerdo.
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