El ex ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo quería torpedear la comparecencia de Soraya Sáenz de Santamaría ante la comisión de Gastos Reservados, que tendrá lugar el día 14. Su intención era llevar al Congreso al embajador de la Federación Rusa, Yuri Korchagin, para que negara ante los miembros de la comisión de Seguridad Nacional, que él preside y que también está convocada para el 14, cualquier injerencia de su país en el proceso independentista catalán. Margallo no ocultó sus intenciones al afirmar este jueves en una reunión de la mesa de la comisión que se trataba de dar "más vidilla" a la vida parlamentaria y ver "quién tiene más audiencia", si la vicepresidenta del Gobierno o el embajador ruso, según han señalado a El Independiente fuentes parlamentarias.
Además, anunció que este viernes almorzaba con el embajador para pedirle que compareciera, propuesta que sólo aplaudió el portavoz de Podemos, Rafael Mayoral. El resto de los portavoces acogieron con estupor la iniciativa del ex ministro, entre ellos el socialista Antonio Hernando, dado que fue el PSOE el que solicitó a la vicepresidenta que diera cuenta en la también llamada comisión de secretos oficiales de las supuestas injerencias rusas, cita que se celebrará a puerta cerrada. De hecho, los mismos medios consultados señalan, no sin malicia, que Podemos y el canal de la televisión pública Rusa Today (RT) "comparten sede" en la madrileña calle Princesa de Madrid, donde les separan solo dos plantas, y que hay una "curiosa coincidencia" de argumentarios entre la fuerza morada y la diplomacia rusa.
El ex ministro quería medir la "audiencia" de la vicepresidenta frente al representante de Rusia en España
Tampoco apoyaron a Margallo la popular Ana Vázquez Blanco y el portavoz de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, aunque la "margallada", -como acabaron definiendo en el PP las ideas y manifestaciones de su ex ministro.- también torció el gesto del vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, vicepresidente segundo de la mesa de la comisión mixta Congreso-Senado donde además se sienta el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.
Margallo repartió a los portavoces de la comisión una carta remitida por Korchagin al ex ministro y al Instituto Elcano para desmentir la intervención de la administración Putin en la difusión de noticias falsas sobre Cataluña desde cuentas procedentes de su país. Alude el embajador a la reunión de la comisión de Seguridad del pasado día 23, donde compareció, entre otros, Mira Milosevic, del Instituto Elcano, para afirmar, entre otras cosas, que "Rusia está en una guerra informativa contra España".
Margallo y Korgachin almorzaban hoy para tratar sobre una comparecencia que han boicoteado PP, PSOE y Ciudadanos
Recuerda Korchagin en su misiva que la postura oficial de Rusia "consiste en un total apoyo a la integridad territorial de España" y define la situación en Cataluña "como un proceso interno con el cual no tenemos nada que ver". Agrega que "por extraño que sea y pese a las relaciones verdaderamente amistosas que existen entre nuestros países, esta posición de Rusia no fue tomada en consideración durante la sesión". Alude además a la Doctrina rusa de la Seguridad de la Información, para negar que haya ninguna "guerra" en las redes contra Occidente.
Nada muy distinto a lo que podría decir en el Congreso mientras que en otra sala del Palacio de la carrera de San Jerónimo, la vicepresidenta explicaría el mismo tema a un auditorio restringido, obligado a guardar silencio, en el que se sientan los portavoces de ERC y PDCat ante los que no parece que vaya a sentirse muy cómoda para ofrecer según qué información.
Quien sí va a comparecer ante la comisión de Seguridad Nacional el jueves 14 es el director del Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas de la Alianza Atlántica, Janis Sarts. Un argumento más en contra de que ese mismo día también se sentara ante sus señorías el embajador ruso habida cuenta del deseo del Kremlin por debilitar tanto a la UE como a la OTAN. De hecho, Sarts alertó recientemente a España respecto al interés de las redes rusas por el proceso independentista catalán en la medida en que es un elemento desestabilizador para Europa.
PP y PSOE destacan que Podemos y la televisión rusa RT "comparten sede en Madrid y argumentarios"
Margallo atribuye su defenestración a Sáenz de Santamaría, con la que ha estado fuertemente enfrentado desde la época en que compartían mesa del Consejo de ministros. De hecho, se convirtió en el "jefe" del llamado G-20, grupo que aunaba en la primera legislatura de Mariano Rajoy a todos los miembros del Ejecutivo críticos con el poder cada vez más creciente de la vicepresidenta. Jorge Fernández Díaz, Ana Pastor, José Manuel Soria, José Ignacio Wert , Miguel Arias Cañete y Luis de Guindos, entre otros, integraban este "club". Hoy desactivado, Margallo mantiene sin embargo el fragor de su contienda con la "número dos" del Ejecutivo.
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