La Policía Nacional ha comenzado a tramitar la deportación de Rodrigo Lanza, el ciudadano chileno de 34 años detenido como presunto asesino de Víctor Lainez. Según los investigadores, Lanza comenzó una discusión con Lainez, de 55 años, por los tirantes que este vestía, con los colores de la bandera de España. Tras abandonar el local, Lanza golpeó por detrás a Lainez con un objeto metálico, dejándole en estado de muerte cerebral, antes de fallecer el martes tras ser desconectado por los médicos.

Según avanza La Vanguardia la Policía inició este mismo martes los trámites de deportación, que podrían resultar en su expulsión de España. Ésta, en todo caso, no se produciría hasta que no fuera juzgado por los hechos y cumplido condena. Sería tras cumplir su hipotético paso por prisión cuando Rodrigo Lanza debería dejar el país, si el expediente prospera.

Lanza, además de la chilena, tiene también nacionalidad italiana. Para acordar la expulsión de un ciudadano de la Unión Europea es necesario que existan "motivos graves de orden público o seguridad pública". También en ese caso deben tenerse en cuenta antes de la expulsión argumentos como "la duración de la residencia e integración social y cultural del interesado".

Reincidente

En caso de ser condenado, se tratará del segundo paso por prisión de Rodrigo Lanza, que ya fue sentenciado a cinco años tras dejar tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona, al que agredió con una piedra durante el desalojo de una casa okupa.

Su caso y el del resto de implicados, una de las cuales se suicidó durante un permiso penitenciario, fue tratado en el documental Ciutat Morta, que denunciaba la supuesta manipulación policial de los hechos sucedidos el 4 de febrero de 2006. Los informes contenidos en el auto, en cualquier caso, son explícitos, y reflejan la actitud de Lanza, que se refirió en los siguientes términos a sus compañeros tras la agresión: "Perro, cabrón, nos lo hemos cargado".