Política

Fiestas por todo lo alto, puñetazos y amenazas: de las urnas al juzgado de guardia

Las elecciones para elegir al nuevo decano del Colegio de Abogados de Madrid, la mayor institucional profesional del país con 77.000 asociados y un presupuesto anual de 26 millones de euros, vuelven a terminar en bronca por segunda vez consecutiva

José María Alonso, dirigiéndose a los invitados en la fiesta de presentación de su candidatura celebrada en el Teatro Barceló el pasado 25 de octubre.

Es la institución gremial más grande de España con casi 80.000 asociados, gestiona anualmente un presupuesto de 26 millones de euros y, por segunda vez consecutiva, las elecciones para elegir a su junta de gobierno termina en bronca. Tanto que la decana saliente acabó la noche en el juzgado de guardia denunciando la agresión y las graves amenazas que había sufrido en el hotel en el que se había celebrado la votación de manos de un letrado cercano a la candidatura ganadora.

Hace cinco años, el resto de aspirantes acusó a Sonia Gumpert -ganadora finalmente de aquellos comicios- de cometer graves irregularidades en el proceso electoral del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), hasta el punto de que llamaron a la Policía Nacional para que se personara en el Palacio de Congresos de Madrid y se llevara los discos duros de unos ordenadores. Aquella noche hubo empujones, insultos y momentos de tensión, retrasándose la proclamación de los resultados. La denuncia no prosperó. "Fue un mal perder", resume un integrante de la candidatura que se impuso en aquella cita.

Muy a su pesar, Gumpert terminó siendo la protagonista de la jornada electoral celebrada el pasado miércoles, cuando 77.043 colegiados estaban llamados a elegir al nuevo equipo que dirigirá la Abogacía madrileña hasta el año 2022. La agresión denunciada por la decana saliente a manos de Alejandro Pintó Sala -presidente y fundador del Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE), un centro privado adscrito a la Universidad Complutense de Madrid- empañó la victoria de José María Alonso en unos comicios marcados nuevamente por la baja participación: sólo 11.459 letrados (ni un 15 % del censo total) emitieron su voto, lo que da una idea del desapego existente en esta importante institución profesional.

La polémica estalló cuando tenía lugar el escrutinio y la victoria de Alonso -el candidato de Pintó Sala- empezaba a vislumbrarse claramente tras el recuento de los sufragios emitidos de forma presencial. "Sobre las 22.30 estaba conversando con dos compañeros en el hall [del hotel], delante de los ascensores, y se me acercó Alejandro Pintó Sala con otra persona y me dijo: 'Esto no acaba aquí, te vas a enterar. Tienes veinte causas pendientes'. Y me dio varios golpes en el brazo. Él se alejó y a los dos minutos yo entré en el ascensor con otros dos compañeros. En el momento en que me di la vuelta para apretar el botón vi que entraron en tromba Alejandro Pintó Sala con su hijo y otras dos personas de forma violenta, nos empujaron y Alejandro Pintó Sala me dio un puñetazo en la cara. Los dos compañeros que estaban conmigo se interpusieron y evitaron que me siguiera golpeando. Ellos también recibieron algún golpe y empezaron a proferir insultos y amenazas: 'Eres una zorra y una hija de puta. Te vamos a matar, estás muerta. Vigila, vigila. Podemos traer a veinte personas para que os abran la cabeza con un bate", narra Gumpert a este diario.

La grabación realizada por las cámaras del hotel Novotel Madrid Center avala la versión de la decana en funciones. Según informa el portal Confilegal, la cinta ha sido visionada este viernes por la titular del Juzgado de Instrucción 45 de Madrid, María Luisa Prieto, junto a denunciante y denunciados. La magistrada imputa a los Pintó y a las dos personas que iban con ellos cuando se produjo la agresión en el ascensor la presunta comisión de delitos de lesiones, amenazas y atentado contra la autoridad.

El juzgado que instruye el caso ha visionado ya la grabación aportada por el hotel e imputa al agresor delitos de lesiones, amenazas y atentado contra la autoridad

El episodio violento ha merecido la condena de la junta de gobierno en funciones y de la que llevará las riendas del Colegio durante los próximos cinco años, con José María Alonso al frente. También han repudiado la agresión letrados a título individual en las redes sociales y el pleno del Consejo General de la Abogacía, del que Gumpert es vicepresidenta primera, aprobó este viernes una declaración de apoyo. "Si algo caracteriza a la Abogacía es la búsqueda de la concordia y la convivencia pacífica con respeto a los derechos y libertades fundamentales, encaminada siempre a la superación de todo conflicto exclusivamente mediante la palabra, lo que resulta incompatible con cualquier muestra de violencia", ha expresado el órgano que representa a todos los abogados españoles.

Era el epílogo a una jornada electoral que, hasta ese momento, había transcurrido de manera modélica. No así la campaña, con acusaciones entre los aspirantes con más opciones de triunfo: Javier Íscar de Hoyos, José María Alonso y el catedrático de Derecho Procesal Nicolás González-Cuéllar. Con diferencia, fueron los aspirantes que terminaron recibiendo más apoyos en las urnas.

Los reproches alcanzaron a Íscar, miembro de la junta de gobierno de Gumpert y el candidato que concurría con el cartel de 'continuista' a estos comicios. Los rivales lo acusaron de haber tenido acceso indebidamente al censo electoral, lo que le habría permitido enviar comunicaciones a colegiados a través del correo electrónico sin el consentimiento de éstos. Ello llevó a algunos letrados a presentar denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos para que investigara el origen de los datos y le abriera expediente sancionador.

El de Abogados de Madrid es el colegio profesional con más miembros de España (77.000) y gestiona anualmente un presupuesto de 26 millones de euros

La mayoría de las acusaciones se dirigieron contra José María Alonso por el poderío económico que ha exhibido para llegar al Decanato. El sucesor de Gumpert presentó en público su candidatura el pasado 25 de octubre en el curso de un cóctel ofrecido en el Teatro Barceló (antigua Discoteca Pachá) con la presencia de varios cortadores de jamón, un DJ, barra libre para más de 1.300 asistentes y cinco notarios recogiendo firmas para legitimar el voto por correo. "Eso no cuesta menos de 40.000 euros", calcula un candidato, que no pasa por alto el hecho de que ISDE hiciera coincidir el acto con la fiesta de inicio de curso académico de ISDE para "dar imagen de poderío".

El coste de la  fiesta de Pachá y las dudas sobre quién la costeó fueron algunos de los reproches que salieron a relucir durante el debate que seis de los ocho candidatos celebraron en la biblioteca del Colegio de Abogados el pasado 23 de noviembre. El más incisivo fue González-Cuéllar, que acusó abiertamente a ISDE de estar detrás de la campaña de Alonso y sembró dudas sobre quién había pagado el referido ágape. "¿Y si te digo que Pachá me salió gratis?", contestó el presidente y socio director de Baker Mckenzie en Madrid. Éste dijo "no tener compromisos con nadie" y emplazó a sus rivales a demostrar con pruebas las acusaciones.

Un rival calcula que la campaña desplegada por José María Alonso, el candidato que terminó imponiéndose, ha costado no menos de 400.000 euros

Candidatos consultados por este periódico calculan que la campaña desplegada por Alonso ha tenido un coste no inferior a los 400.000 euros, dinero que le habría permitido sufragar diversas fiestas, un mailing masivo entre colegiados, los gastos de mensajeros para recoger los votos por correo en numerosos bufetes, la contratación de publicidad en Google, la retribución de un director de campaña...

"He dirigido durante casi 15 años dos de las primeras firmas de abogados de este país, y creo que ha llegado el momento en mi vida de dar un paso adelante y tratar de devolver a la profesión y a mis compañeros algo de lo mucho que me han dado a lo largo de estos años. Como dice un viejo proverbio inglés: 'La vida del hombre debe cubrir tres etapas para ser plena: aprender, ganar y servir'. Yo he cubierto razonablemente las dos primeras, y ha llegado mi momento para entregarme a la tercera: servir", proclamaba el ganador en su tarjeta de presentación como candidato.

El voto por correo y los grandes despachos, claves

Los adversarios tienen claro que la gestión del voto por correo ha sido uno de los cimientos en los que descansa la victoria de José María Alonso, que recibió en torno al 70 % de los sufragios emitidos no presencialmente. La mitad, no obstante, terminaron declarándose nulos por defectos formales. ¿Motivo? Figuraba el nombre del bufete en lugar del del letrado. Aun así, le sacó una diferencia de casi 600 votos al segundo aspirante más apoyado, Javier Íscar.

El otro pilar del triunfo fue el respaldo recabado entre las grandes auditoras y grandes bufetes madrileños. "El desapego al Colegio es tal que muchos votan al que llega antes. Son votos sin sentimiento. Él llevaba los notarios a los despachos", señala a El Independiente uno de los letrados que aspiraban a dirigir la institución.

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