El cese del concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, fue la parte visible de la revolución vivida en el seno de IU Madrid. Manuela Carmena rehizo las cuentas municipales para ajustar el gasto y adaptarlo a los requerimientos del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. La aprobación de este plan se debatió el fin de semana en la dirección de IU Madrid, que se reunió para decidir la postura de sus tres concejales, Sánchez Mato, Mauricio Valiente - tercer teniente de alcalde- y Yolanda Rodríguez. Pues bien, tras una extensa reunión con múltiples posturas, Sánchez Mato fue el cargo público que se mostró más reticente al PEF (Plan Económico-Financiero), mientras que Valiente y Rodríguez fueron más partidarios de su aprobación, teniendo en cuenta las consecuencias que podrían derivar de un rechazo directo.
Izquierda Unida ha vivido fuertes tensiones en los últimos días respecto a este asunto y la batalla que ha plantado Sánchez Mato a Montoro desde su llegado al Consistorio ha llegado al límite. El concejal de Economía destituido apostaba por aguantar el pulso al Gobierno central y dilatar la aprobación del PEF, a la espera de que el Congreso de los Diputados diera luz verde la modificación de la regla de gasto. El equipo de Manuela Carmena, por su parte, aceptó las exigencias de Montoro para "volver a la legalidad". Una división en toda regla que también se produjo en IU de Madrid.
Estas distintas sensibilidades estuvieron presentes el domingo en la coordinadora de IU Madrid, máximo órgano entre asambleas, a la que también acudieron los tres ediles de IU en el gobierno municipal que, aunque no votaron, sí intervinieron. Esta reunión fue el resultado de una serie de desencuentros de Alberto Garzón con Carmena. La semana pasada Garzón, el coordinador de IU, ya se reunió en el ayuntamiento con la alcaldesa en un encuentro al que también acudió el líder de Podemos, Pablo Iglesias, la portavoz Rita Maestre y otros dirigentes como Ramón Espinar o Iñigo Errejón. Allí, Garzón mostró la negativa de IU a aprobar el PEF y pidió prorrogar la votación. Sin embargo, señalan fuentes conocedoras de la reunión, Carmena ya había acordado con Montoro la fecha del Pleno en el ayuntamiento para dar luz verde al ajuste y advirtió claramente que el desmarque en este punto implicaría la destitución de sus ediles. Así las cosas, IU organizó una asamblea para buscar una respuesta alternativa al 'no' inicial y evitar.
En la asamblea federal, que tuvo lugar el domingo por la tarde, los concejales coordinaron su posición con la dirección federal de IU, con la consigna de evitar el rechazo frontal al plan propuesto por Carmena, señalan fuentes de la dirección. El objetivo era buscar una posición alternativa al 'no' en el pleno para evitar tensar más la cuerda con Carmena. En su lugar, Mauricio y Rodríguez abogaron por un 'sí' al reajuste que, en cualquier caso, incluía condiciones: si votaban a favor del PEF, lo harían con el compromiso de que no hubiera "represalias" ni destituciones para los ediles de IU, garantizando la continuidad de Sánchez Mato y asegurando de que sería él quien dirigiría los presupuestos municipales para 2018, que se aprobarían en marzo con inversiones sostenibles. Estas condiciones fueron defendidas por dos de los tres concejales, mientras que el edil ahora cesado optó por dilatar la decisión y convocar a las bases.
En total, medio centenar de dirigentes del partido federal se reunieron para debatir su estrategia respecto al nuevo plan de ajuste. Los tres concejales de IU manifestaron distintas posturas respecto a la posición a adoptar, y finalmente se plantearon cuatro opciones. La primera de ellas, elegida con un 68,5%, consistía en pedir a Carmena organizar "un referéndum consultivo para que decida la militancia de Ahora Madrid". "Si no acepta Manuela, no vamos al pleno", señalaba esta propuesta. La segunda postura era la abstención en el Pleno, que se hizo con un 3%, y un 20% de los dirigentes de IU Madrid optó por votar directamente en contra del PEF.
Por último, la opción que defendía votar a favor del recorte con las condiciones antes precisadas. Esta postura sólo recabó el 8,6% de los votos, pero Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez, colegas de Sánchez Mato en el Consistorio, defendieron públicamente esta opción, según relatan varias personas presentes en el encuentro. Mientras, Sánchez Mato habría abogado por postura más dura ante esta medida, y se habría decantado por someter la decisión a las bases de Ahora Madrid; una opción que resultó la más votada pero que fue rechazada de plano por Carmena.
Los motivos para aprobar el PEF, según fuentes municipales, es el importante riesgo en caso de no aprobarlo: mientras no saliera adelante, las inversiones quedaban paralizadas. Además, el argumento principal del fuentes próximas a Carmena es que no aprobar este reajuste podía implicar la intervención directa del ayuntamiento por parte de Hacienda. Esto consistiría, básicamente, en que Montoro tomara las riendas del ayuntamiento y anulara, vía presupuestos, cualquier decisión de Carmena. Otros sectores críticos del Ayuntamiento como Ganemos o M129 también manifestaron su malestar contra la aprobación del PEF y se ausentaron del Pleno en el que se votó.
En IU intentan cerrar filas y evitar el choque frontal con Carmena y con Podemos para evitar fisuras en la alianza que mantienen a nivel nacional. En este sentido, fuentes próximas a Valiente desmienten la versión aportada por hasta tres fuentes y niegan la división de los tres concejales. Así, señalan que las diferencias existentes se limitan a ciertos "matices". En la reunión celebrada en el seno de IU Madrid, puntualizan, no se debatió sobre el reajuste económico en sí mismo, rechazado por todos, sino sobre la "estrategia" a adoptar como partido en esta situación. Explican que los tres dirigentes explicaron los "pros y los contras" de las distintas posturas, pero que las posturas coincidieron de forma importante. Una versión que contrasta con la de hasta tres voces del partido, que describen nítidamente dos posturas enfrentadas: la de oposición, de Sánchez Mato frente a una más posibilista de Valiente y Rodríguez.
"Hubo titubeos y sería reduccionista asegurar sin más que Mauricio y Yolanda estaban con Carmena y no con Carlos", puntualizan otras fuentes, también presentes en el cónclave. "Los tres defendieron la posición de la coordinadora en el Pleno municipal. El debate en IU está siempre abierto", precisan.
La formación liderada por Alberto Garzón trata de limar asperezas con el partido de Pablo Iglesias, que respaldó el cese de Sánchez Mato. El miércoles pasado, la alcaldesa Manuela Carmena ya advirtió de que la falta de apoyos de los concejales a esta medida supondría destituciones. Lo hizo en una reunión en la que estuvieron Garzón, Iglesias y la portavoz en el Ayuntamiento, Rita Maestre.Los líderes de ambas organizaciones mantienen conversaciones estos días para evitar que este desencuentro afecte a las relaciones Podemos-IU, pese a la crítica que ha manifestado Eduardo Garzón, hermano del dirigente político y ex asesor de Mato.
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