El histórico cinturón rojo de Barcelona se ha vuelto naranja. También lo ha hecho la capital, a pesar de estar gobernada por uno de los "ayuntamientos del cambio" más significativos de España. La marea naranja se ha llevado por delante los sueños de Pedro Sánchez y Miquel Iceta de hacerse con la presidencia de la Generalitat como única opción no independentista posible.
El PSC se ha quedado estancado en un 14% de los votos y la cuarta fuerza política en el Parlament. Ni su indefinición inicial ni su apuesta luego por un 155 limitado y con elecciones inmediatas le da réditos. La polarización del voto se ha llevado por delante sus expectativas"transversales" y su necesidad de superar con creces la primera prueba de fuego de Pedro Sánchez tras su vuelta al liderazgo del PSOE.
El PSC se queda igual tras recuperar su catalanismo moderado, a pesar de ser punta de lanza de un nuevo proyecto en el PSOE. Su obsesión por desmarcarse de la política de bloques -negando la existencia de fuerzas no constitucionalistas y apelando constantemente al diálogo- le ha dejado en tierra ni nadie. No baja, pero sólo sube un escaño (17), una mejoría insignificante frente a la fuerza arrolladora de Inés Arrimadas (C´s).
Miquel Iceta, que pasó de fontanero a cabeza de cartel en 2015 por descarte, buscaba un salto cualitativo en su perfil institucional que consolidara un liderazgo respaldado sin fisuras por Pedro Sánchez. Los socialistas confiaban en una remontada como el primer éxito propio del nuevo PSOE, que gira a la izquierda y reconoce la plurinacionalidad de España, aunque defiende una única soberanía nacional, como ha demostrado con su apoyo de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Los mediocres resultados electorales del PSC no avalan esa posición política. Especialmente la exigencia planteada por el PSOE a Mariano Rajoy de que la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña fuera lo más ligero y breve posible, con la convocatoria inmediata de elecciones. Sectores del Gobierno y del PP apostaban por una intervención más prolongada, de unos seis meses, pero el PSOE se empeñó en reducirla. El PSOE es incapaz de rentabilizar sacrificios como ese acuerdo con el Gobierno para intervenir la autonomía.
La polarización ha ayudado a los independentistas y a Ciudadanos", explica Iceta
"La polarización ha ayudado a los independentistas y Ciudadanos, pero estoy convencido de que nuestra propuesta será la que se abra camino", ha asegurado el candidato socialista tras el escrutinio. Iceta ha felicitado a Arrimadas y ha destacado la repetición de la mayoría parlamentaria independentista, a la que ha pedido que se olviden de cualquier tentación de "saltarse la ley". Tras subrayar que han ganado en escaños pero no en votos, ha pedido a JxCat, ERC y CUP que gobiernen con la voluntad de representar a la mayoría de los catalanes y sin frentismo o revanchismo.
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