El secretario general del sindicato Manos Limpias, Miguel Bernad, ha insistido este viernes en que Miquel Roca -abogado de la Infanta Cristina- le envió un intermediario antes de que se abriera el juicio oral para que, a cambio de una "importante cantidad de dinero", retirara la acusación contra la hermana del Rey en el caso Nóos. Bernad, que ha cifrado el ofrecimiento entre dos y tres millones de euros, asegura que dejó constancia de esas conversaciones en un acta de manifestaciones notarial al intuir que se trataba de una "trampa".
El líder del colectivo de funcionarios ha comparecido ante los medios de comunicación para cargar contra la Fiscalía, que le pide 25 años y 10 meses de cárcel por un delito de organización criminal, cuatro continuados de extorsión y dos en grado de tentativa por las supuestas presiones ejercidas de la mano de la Asociación de Usuarios de Servicios Financieros (Ausbanc) para retirar acusaciones en las que Manos Limpias ejercía la acusación popular.
Miguel Bernad es uno de los once procesados en el caso Nelson, que le llevó a permanecer en prisión preventiva entre abril y diciembre de 2016. Se trata de la misma causa en la que el Ministerio Público pide 119 años de prisión para el presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Financieros (Ausbanc), Luis Pineda, por delitos de organización criminal, extorsión, estafa, blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.
Isidro Fainé me dijo que el matrimonio Urdangarin-Borbón estaba mal psicológicamente y que el Rey me recibiría para darme las gracias", asegura Bernad
El secretario general de Manos Limpias reprocha que la Fiscalía haya asumido el "relato torticero" de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de a Policía Nacional, que ha "marcado la pauta de la instrucción", y ha calificado el escrito de acusación de "temerario, falto de rigor y tremendamente intimidatorio". "No voy a pactar ninguna sentencia", ha asegurado.
El secretario general del sindicato se considera víctima de un "proceso político" que perseguía "desactivar" la acusación contra Cristina de Borbón y expulsar a Manos Limpias como acusación popular en el caso Nóos y "aniquilar" al sindicato, que ha definido como un "referente" en la lucha contra la corrupción en España. "[Era la ] excusa para cargarse despiadadamente a Manos Limpias y a Miguel Bernad", ha defendido.
En su escrito de acusación, el fiscal mantiene que Bernad pidió dos millones de euros a La Caixa para una empresa de seguridad denominada LPM que se encontraba en una "grave situación financiera" a cambio retirar la acusación contra la Infanta, empleada de la fundación de esta entidad financiera. Habría sido en el curso de una reunión mantenida en la sede central del banco en Barcelona en la tarde del 7 de octubre de 2015.
El encausado reconoce que acudió a dicho encuentro a instancia del entonces presidente de La Caixa, Isidro Fainé, que le quería transmitir la "preocupación de Zarzuela" y apeló a su "sentido de Estado" ante el desprestigio que supondría para la Casa del Rey que una infanta se sentara en el banquillo de los acusados como presunta cooperadora de los negocios de su marido, Iñaki Urdangarin. "Me dijo [Fainé] que el matrimonio estaba muy mal psicológicamente", revela.
Bernad asegura que en ningún momento se habló de dinero en aquella cita y que la única contraprestación que se le ofreció es que el Rey Juan Carlos le recibiría para darle las "gracias". Tras aquel encuentro, asegura, el banquero le puso en contacto con un abogado de su confianza -José María Mas Millet- para que elaboraran un borrador de escrito en el que Manos Limpias pidiera la desimputación de Cristina de Borbón.
Fue entonces, según su relato, cuando tuvo lugar la "interferencia" Miquel Roca. Para ello, el abogado catalán recurrió al despacho madrileño de Jaime Alonso, quien le habría ofrecido "entre dos y tres millones de euros" a cambio de retirar la acusación. Bernad ha precisado que mantuvo dos reuniones con Alonso en el bar-restaurante La Flecha, ubicado en la madrileña calle de Juan Bravo. Ocurrió antes de que se abriera la vista oral que terminó condenando al cuñado del Rey a seis años y tres meses de cárcel por malversación de caudales públicos, prevaricación, fraude a la Administración, tráfico de influencias y dos delitos fiscales.
El líder de Manos Limpias tilda el escrito de acusación en el que el fiscal que le pide 25 años de prisión de "temerario" y "tremendamente intimidatorio"
Intuyendo que era una "trampa", el líder del colectivo de funcionarios asegura que acudió a la notaría madrileña de Rafael de la Fuente para que "quedara reflejado el ofrecimiento de Roca". Según ha explicado, el dinero se le entregaría "en cash" en un hotel de Palma de Mallorca y no quedaría rastro al tratarse de un "servicio de Estado".
Esta versión contrasta con la que razona en su escrito de acusación la Fiscalía. Ésta sostiene que fueron Manos Limpias y Ausbanc quienes, "a cambio de un acuerdo que les beneficiara económicamente", presionaron al "entorno de la defensa jurídica de la Infanta Cristina" con la retirada de la acusación.
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