Política

Sánchez niega que su impuesto a la banca repercuta en el usuario: "La policía no es tonta"

Pedro Sánchez, en la primera Asamblea Abierta del PSOE, en Granada. | EFE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha tenido que emplear a fondo para explicar su propuesta de creación de un impuesto a la banca y otro a las transacciones financieras para sufragar el sistema de pensiones. Ante 600 personas, Sánchez se ha enfrentado a las preguntas de militantes y simpatizantes en la primera asamblea abierta de las 50 que prevé hacer el PSOE este año. La ha celebrado en Granada con guiños a una ausente Susana Díaz, de cuya gestión se ha mostrado "orgulloso".

Tras su intervención explicando la propuesta, varios asistentes han mostrado su temor a que ese impuesto acabe repercutiendo a los usuarios. "Será un impuesto sobre los beneficios de la banca. La policía no es tonta", ha respondido Sánchez, que ha insistido en el carácter finalista que tendrían esos tributos, a pesar de que en España la hacienda pública sigue el principio de caja única, que significa que los impuestos no pueden tener carácter finalista, como ha reconocido el propio secretario de Economía y Empleo del PSOE, Manuel Escudero, en Twitter.

https://twitter.com/EscuderoManu/status/951066520146382849

"Si los españoles hemos pagado 77.000 millones de euros para rescatar a los bancos, ya va siendo hora de que los bancos arrimen el hombro para rescatar al sistema de la Seguridad Social”, ha asegurado, respondiendo a las críticas “de las élites políticas y mediáticas”: "Si hay un gobierno socialista, la banca rescatará al Sistema Público de Pensiones con un impuesto que instauraremos. Ese es el compromiso que asumo ante vosotros”, ha anunciado.

El líder de la oposición ha lamentado que el debate político haya estado monopolizado por la crisis catalana hasta ahora y que los ciudadanos se pregunten cuándo los políticos van a abordar asuntos que les afectan en su vida cotidiana. "España es mucho más que ese debate y son muchos los riesgos y los retos que tenemos que afrontar", ha asegurado, pasando página de la crisis soberanista. Al respecto sólo ha asegurado que el próximo presidente de la Generalitat debe vivir en territorio catalán y cuestionando qué autoridad moral puede tener un gobernante que "no es capaz de asumir las consecuencias de sus actos".

Sánchez considera que esta legislatura está  "agotada", aunque le faltan "un par de años", por lo que el PSOE va a intentar liderar hasta entonces la política a través de sus gobiernos municipales, provinciales y desde la oposición parlamentaria. En esta agenda socialista, el futuro de las pensiones ocupa el primer lugar. Según Sánchez, su propuesta de que los bancos y las transacciones financieras aporten 2.000 millones de euros para sostenerlas no es una cuestión de izquierdas o de derechas, sino de "justicia social".

En este sentido, ha mostrado un perfil muy personal y cercano, al estilo Susana Díaz. Ha manifestado su preocupación por si su generación (45 años) podrá cobrar una pensión digna y se ha declarado hijo y padre de una clase media trabajadora que está desapareciendo por culpa de las  políticas del PP. Para ilustrar esa proximidad, al principio de su intervención ha proyectado una fotografía suya de cuando era niño junto a su madre, que se jubiló el mes pasado tras haber empezado a cotizar a los 14 años. Al cerrar su discurso, también ha mostrado una imagen con su esposa y sus dos hijas el primer día de colegio. "Ahora son adolescentes y tenemos guerras todas las mañanas con qué se van a poner de ropa", ha comentado.

El dirigente socialista ha pedido con insistencia a los asistentes que se movilicen, que hablen con sus vecinos y sus compañeros de trabajo, para encontrar apoyo social a sus propuestas. También ha mostrado su respaldo a las reivindicaciones de la provincia, que lleva tres años sin conexiones ferroviarias, por lo que el próximo domingo hay convocada una manifestación ante la Subdelegación del Gobierno en Granada.

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