Opinión | Política

Puigdemont parodia la Tabarnia de Boadella

Miguel Martínez, Jaume Vives y Joan López Alegre presentan Tabarnia. | EP

Hoy ha sido un día histórico en Tabarnia. Este nuevo movimiento ciudadano anti-independentista que se ha popularizado tras las elecciones del 21 de diciembre ha culminado con la investidura telemática del dramaturgo Albert Boadella como molt honorable president, retransmitida en directo por Euronews, en lo que los organizadores consideran la internacionalización del conflicto.

Que Boadella se encontrara exiliado en Madrid no ha sido un impedimento para acceder al cargo en Barcelona. "Soy un payaso, sí, pero a su lado soy un modesto aprendiz", ha dicho el nuevo president tabarnés a través del plasma. Así que el mayor logro de Tabarnia ha sido impedir que Carles Puigdemont protagonice la primera investidura telemática de la historia del ridículo internacional, mientras los letrados del Parlament están intentando evitar que lleve a cabo la segunda.

Boadella se ha adelantado a Puigdemont en una ceremonia en la que era difícil separar lo que iba en serio de lo que no, algo a lo que la política catalana ya nos tiene acostumbrados

Boadella, que lleva en la sátira mucho antes que el procès, ha denunciado que los independentistas han convertido el Parlament "en un auténtico teatro". Y si Tarradellas hace 40 años hizo historia con su "Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí!", Boadella ha querido homenajearle en su primera comparecencia como president tabarnés: "Ciudadanos de Tabarnia, no estoy aquí", ha dicho en catalán, por plasma. Acompañado de las banderas de la Unión Europea, España y Tabarnia a su espalda, ha denunciado que los independentistas "han dividido Cataluña, España y si se ponen, Europa".

Boadella se ha adelantado a Puigdemont en una ceremonia en la que era difícil separar lo que iba en serio de lo que no. Algo que, por otra parte, la política catalana ya nos tiene acostumbrados con un ex president de la Generalitat al que hasta en su partido reconocen incapaz de diferenciar entre hacer Historia y el ridículo.

Gracias a este oportuno acto satírico, de seguir Junts per Catalunya adelante con sus planes de convertir a Puigdemont en telepresident de Cataluña desde Bruselas, ya siempre será el político el que parodie al dramaturgo si acaso se atreve a dar el paso.

Tan solemne que a ratos resultó aburrido, ha sido un acto en nombre "del humor y el respeto para todos". El portavoz Jaume Vives, más conocido por protagonizar caceroladas anti-independentistas en Barcelona al ritmo de Manolo Escobar durante los momentos más tensos tras el 1-O,  ha asegurado que "esto no es una ocurrencia. Esto es un pueblo harto, es la respuesta natural de un pueblo perseguido".

Qué más da que Tabarnia exista o no. ¿Acaso su bandera no es tan inventada como la estelada?

La prueba de que los tabarneses no están para bromas es que en la presentación de Boadella hubo menos risas que aplausos: "Ha tenido que dejar la tierra en la que nació", dijo Vives al presentar a su recién investido president en el exilio. "Le hicieron un boicot, esos que que hablan de la revolución de las sonrisas".

El independentismo a través del espejo es una cosa muy seria. Cuando la realidad se desboca tanto, la sátira se convierte en un reflejo indiferenciable de la realidad. Qué más da que Tabarnia exista o no. ¿Acaso su bandera no es tan inventada como la estelada?

Pero Tabarnia sigue huérfana a su suerte. Cuando Boadella fue aclamado por los asistentes tras su discurso de investidura telemática entre gritos de Volem votar! y Boadella president!, no pudo responder porque ya había acabado la conexión. Es lo malo de tener un telepresident a distancia.

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