Lo que no ha conseguido los ruegos de Pedro Sánchez lo ha logrado su unidad de acción con Mariano Rajoy frente al desafío soberanista. El líder socialista ha pedido en infinidad de ocasiones que Podemos y Ciudadanos se levantaran los vetos mutuos para generar un bloque de cambio en el Congreso de los Diputados, pero ha sido ahora cuando ambos partidos han llegado a un acuerdo: reformar la Ley Electoral.
La primera vez que se intentaron levantar los vetos fue con motivo del encargo que recibió del Rey para intentar una investidura tras la negativa de Mariano Rajoy a hacerlo en febrero de 2016. El rechazo de Pablo Iglesias a convertir en presidente a Pedro Sánchez tenía una motivación: intentar superar al PSOE y convertirse en segunda fuerza electoral en una repetición electoral. Y el relato necesario para 'vestir' esa decisión política fue negarse a cualquier acuerdo con Ciudadanos, al que tachaba de extrema derecha. Unidos Podemos ha mantenido ese discurso durante toda la legislatura.
Numerosas han sido las veces que Podemos ha rechazado sentarse en una mesa de negociación en la que participe el partido de Albert Rivera, generando un conflicto entre ambos partidos que ha boicoteado, por ejemplo, la Comisión Territorial puesta en marcha por PP y PSOE para evaluar el estado de las autonomías y buscar un nuevo encaje constitucional para Cataluña.
Todos esos desencuentros encadenados en dos años se han terminado de la noche a la mañana. En la tarde de este miércoles, Ciudadanos ha anunciado que su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, se reunirá la semana que viene con su homóloga de Podemos, Irene Montero, para iniciar una colaboración con el objetivo de reformar la Ley Electoral, que prima a los territorios menos poblados dotándolos de mayor representación parlamentaria. Esta anacronía y sistema injusto -a juicio de Albert Rivera- beneficia al bipartidismo, especialmente al PP, frente a los dos nuevos partidos. La ley electoral ha impedido también una mayoría constitucionalista en el Parlament catalán.
Ha sido el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien ha tomado la iniciativa y se ha puesto en contacto con Pablo Iglesias en el marco de la ronda de contactos que ya anunció para reformar esta ley, que pese a estar incluida en el acuerdo de investidura firmado con Mariano Rajoy, no ha visto la luz. De sobra son conocidas las diferencias entre ambos líderes, tanto en asuntos económicos como territoriales, pero el objetivo de esta conversación era claro y ha habido una actitud positiva por parte de Podemos a fijar una reunión y trabajar juntos en este sentido, según fuentes de la formación naranja, porque "ambos estamos interesados de verdad en que la ley electoral sea más proporcional", señalan.
Pese a lo sorprendente de que haya sido Podemos el primer partido sondeado, la elección no ha sido al azar ya que es la formación que consideran "más proclive a modificar la Ley Electoral". Aunque el primer contacto para fijar esta reunión ha tenido como protagonistas a ambos líderes, al encuentro no asistirán ellos, sino equipos de los dos partidos encabezados por sus respectivos portavoces, Juan Carlos Girauta e Irene Montero.
Perjudicados también en Cataluña
Con la reforma que propugna Ciudadanos, el independentismo no habría conseguido en los comicios del 21-D los 70 diputados que le permiten renovar su mayoría absoluta. Se habrían quedado en 67: Junts per Catalunya habría perdido dos (32) y ERC uno (31). Y el gran beneficiado no habría sido Ciudadanos, que mantendría 37, sino el PSC, que pasaría de 17 a 20. El resto de partidos conservarían sus resultados.
Conscientes de ese interés común a las puertas de las municipales y las autonómicas de 2018, Ciudadanos ha movido ficha y ha invitado a Unidos Podemos a colaborar para impulsar la reforma electoral. El partido de Pablo Iglesias, además, encuentra en este espacio un nuevo foco a su actividad parlamentaria, que ha quedado totalmente desdibuja tras su desmarque del bloque constitucionalista en la crisis catalana.
Su simpatía hacia el independentismo con reproches al Estado como sus denuncias de que en España existen "presos políticos", así como el giro hacia las posiciones de izquierdas con el PC como referente, ha supuesto un severo desgaste de la imagen de la formación y de su líder, que han quedado así excluidos de la etiqueta de "nueva política" que está rentabilizando en exclusiva Ciudadanos, a tenor de las encuestas.
Ha sido el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien se ha puesto en contacto con Pablo Iglesias para celebrar una reunión entre sus equipos
Algunos sondeos sitúan al partido de Albert Rivera como primera preferencia electoral de los españoles mientras Podemos cae hasta a la cuarta posición tras su debacle en las elecciones catalanas. Ese contexto a llevado a Pablo Iglesias a intentar liderar a la desesperada una agenda social en el Congreso y hasta a negarse a responder a las preguntas de los periodistas sobre Cataluña.
Por su parte, Ciudadanos recibe un trasvase de votos considerable de partidos como el PP y el PSOE mientras consolida su imagen de partido nuevo con un proyecto nacional coherente y un afán de regeneración democrática frente a la corrupción que asola al partido del Gobierno y que también ha afectado a los socialistas en comunidades como Andalucía, donde se celebra el juicio por el caso ERE con casi 300 imputados.
En este escenario, el movimiento de Rivera llamando a Pablo Iglesias para impulsar la reforma de la ley electoral recompone los bloques parlamentarios. Frente a la unidad de acción del bipartidismo frente al independentismo catalán, Ciudadanos se reivindica como el referente de la "nueva política". Después de que Mariano Rajoy haya elegido a Pedro Sánchez como socio preferente y haya primado sus apoyos al Gobierno por encima de la alianza parlamentaria con Ciudadanos tras su pacto de investidura, Rivera vuelta por su cuenta.
El acuerdo entre Ciudadanos y Podemos ha cogido con el pie cambiado al PSOE, que se muestra dispuesto a sumarse a la mesa de trabajo. Fuentes del partido recuerdan que ya existe una subcomisión en el Congreso para la reforma de la ley electoral. "Ya hemos propuesto temas como el voto rogado y reconocer el derecho de las personas con discapacidad, por ejemplo", recuerdan. En este sentido, consideran incomprensible que Ciudadanos firme un acuerdo de investidura con el PP basado en cien medidas, entre ellos la reforma electoral, que el PP incumpla ese pacto y Ciudadanos "no se lo exija".
Los de Rivera consideran que estas reuniones pueden servir precisamente para "meter el turbo" a la subcomisión del Congreso, que consideran avanza muy lentamente por la "inactividad de PP y PSOE". "Alguna vez viene algún ponente", denuncian. Pese a la actitud "reacia" de los dos grandes partidos, Ciudadanos también se pondrá en contacto en los próximos días con ambos para intentar mantener una reunión de trabajo del mismo tipo que la que mantendrán el próximo 8 de febrero con la formación naranja. Aunque no son demasiado optimistas, consideran que ha llegado la hora de mover ficha por otras vías.
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