El secretario general del grupo parlamentario de Unidos Podemos, Txema Guijarro, gestionó el asilo político de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, en la embajada ecuatoriana de Londres, en la que el ciberactivista se refugió en junio de 2012 tras haber sido denunciado por dos mujeres en Suecia por agresión sexual y acoso. Una corte británica ha decidido este martes mantener la orden de arresto sobre Julian Assange que le impide abandonar la embajada ecuatoriana de Londres, donde lleva retenido cinco años, siete meses y 19 días.
El ahora diputado y miembro de la dirección de Podemos permaneció seis meses en Londres en 2012 bajo mandato del Ministerio de Exteriores ecuatoriano para tramitar un asilo político que impidió que Julian Assange hiciera frente a la justicia sueca y británica. El fundador de WikiLeaks temía que Reino Unido o Suecia acabaran extraditándolo a EE.UU, que le reclamaba por la filtración masiva de documentos secretos.
Aunque a finales de 2012 volvió a trabajar en Quito, Guijarro se desplazó con frecuencia a Londres hasta 2015 para supervisar las condiciones del asilo y negociar con el Ministerio de Justicia de Suecia, que reclamaba una entrevista con Assange y la realización de pruebas como la del ADN para alcanzar un acuerdo que facilitara la resolución del caso. La imposibilidad de avanzar en la investigación y la prescripción de parte de los delitos ha llevado a la Justicia sueca a archivar la causa, por lo que la defensa del ciberactivista reclama a Reino Unido que cese su orden de detención.
Guijarro trabajó entre 2009 y 2015 para distintos ministerios de Ecuador. Su relación con Assange se inició a comienzos de 2011, cuando el Gobierno ecuatoriano le encargó contactar con el fundador de WikiLeaks para convencerle de que volcara en internet todas las referencias al país que tenía en su poder de los cables diplomáticos de EE.UU.
El 28 de noviembre de 2010, WikiLeaks filtró a la prensa internacional una colección de 251.187 comunicaciones entre el Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas por todo el mundo. WikiLeaks proporcionó esa información a cinco grandes periódicos: The Guardian, The New York Times, Le Monde, El País y Der Spiegel.
A finales de 2010, el entonces vicecanciller de la República, Kintto Lucas, encargó al activista español que entrara en contacto con el fundador de WikiLeaks para evitar que la filtración de las comunicaciones diplomáticas referidas a Ecuador se produjera sólo a los medios de comunicación. El Gobierno de Correa pretendía que los hackers volcaran en Internet todos los documentos para que la prensa no pudieran decidir qué asuntos se publicaban y cuáles no. La reunión resultó un éxito y Assange accedió a las pretensiones del Gobierno ecuatoriano sin pedir ninguna contrapartida a cambio, según el relato del propio Guijarro en una entrevista en la televisión ecuatoriana.
El diputado de Podemos estuvo seis meses en Londres trabajando para el Gobierno de Ecuador
Tras ese primer contacto, Assange fue acusado por dos mujeres de agresión sexual y acoso sexual en Suecia, unas denuncias que generaron una orden de arresto que provocó su fuga del país. El 7 de diciembre de 2012, el ciberactivistta se presentó en una comisaría de Londres donde fue detenido y puesto en libertad bajo fianza. Dos meses después, en febrero, un juez británico autorizó su extradición a Suecia, por lo que Assange se refugió en la embajada de la República de Ecuador en Londres, donde solicitó asilo político.
En ese proceso de protección de Assange participó el hoy diputado de Podemos, como el mismo reconoce abiertamente en una entrevista en Ecuador TV emitida el verano pasado, y según revelan numerosos mensajes del Gobierno ecuatoriano y sus servicios de inteligencia también filtrados en Internet. "Yo lo conocí cuando ya era una personaje mundialmente famoso. Lógicamente, al principio lo que uno percibe es más bien la figura pública. Luego, después de tanto tiempo, digamos que el roce humano va generando otro tipo de relaciones", explica el diputado, que lamenta la "situación tan complicada que lleva pasando desde hace tantos años, demasiados". A preguntas de El Independiente, Guijarro ha explicado que debe mantener la confidencialidad de su trabajo para el Gobierno de Ecuador.
El señor Chema, el señor Blanco y el señor Azul
Uno de esos informes secretos filtrados en Internet informa de varias incidentes protagonizados por el "señor Huesped" en la Embajada de Londres de Ecuador ocurridos en septiembre de 2012 a los que tuvo que hacer frente Guijarro. En concreto, reporta que Assange abandonó sus habitaciones e intentó entrar en otras dependencias del edificio que le estaban prohibidas, dados los temores del Gobierno ecuatoriano a que pudiera realizar labores de espionaje para otros países. Tras la actuación de unos guardias de seguridad, Assange acabó golpeando y destrozando equipos electrónicos del Gobierno ecuatoriano.
"Destacar que al siguiente día de los hechos (viernes 7 de septiembre de 2012) se mantuvo una reunión para tratar el incidente en la que se encontraban presente la Sra. embajadora, el Sr. Chema, el Sr. Blanco y el Sr. Cónsul", relata el informe.
La participación de Guijarro en la acogida de Assange por parte de Ecuador se extiende hasta 2015, según otros documentos oficiales y varios emails que él mismo escribió al ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, informando sobre sus contactos con el Gobierno de Suecia. Txema Guijarro viajó a Londres en abril de 2015 para intentar negociar un acuerdo con la Justicia sueca que reclamaba acceso a Assange en la embajada ecuatoriana. En esas reuniones también participó el abogado español Baltasar Garzón.
Guijarro colaboró durante ocho años con el Gobierno de Rafael Correa antes de convertirse en diputado de Podemos tras las elecciones generales del 20-D de 2015. Su trabajo comenzó como asesor político del Ministerio Coordinador de la Política. Poco después, en septiembre, cambió de destino y empezó a colaborar con el Ministerio de Relaciones Exteriores, del que llegó a ser subsecretario (viceministro) para las regiones de África, Asia y Oceanía.
Cuando Guijarro obtuvo escaño en el Congreso, el propio presidente Correa lo celebró en un corrillo con periodistas: "Es un querido colaborador, que ha pasado ocho años con nosotros en el Gobierno y ha sido un gran impulsador de la revolución ciudadana». «La revolución ciudadana le sirve de referencia en muchas cosas a Podemos», aseguró.
Su labor en Latinoamérica no se ha limitado a Ecuador, ya que Guijarro también ha trabajado como analista de opinión pública en Paraguay, El Slavador, Venezuela y Chile. Licenciado en economía por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en sociología del consumo, previamente había asesorado al departamento de investigación de mercados de Telefónica. En la actualidad ejerce como secretario general del grupo Parlamentario confederal de Unidos Podemos, En Comu Podem y En Marea.
Activista pro independentismo
El fundador de Wikileaks ha participado en la guerra informativa abierta por el independentismo catalán para conseguir un reconocimiento internacional a su causa. El propio Assange confirmó que estuvo ayudando para que la web creada por la Generalitat para difundir el referéndum independentista del 1 de octubre se mantuviera abierta, después de que su primera versión fuese cerrada por orden judicial.
“Tenemos mucha experiencia parando la censura abusiva. Me alegra ayudar a proteger los derechos de publicación de la página web del referéndum catalán”, escribió Asange en su cuenta de Twitter.
Precisamente su activismo personal y en redes sociales a favor del independentismo catalán le valió a Assange una advertencia del nuevo Gobierno de Ecuador, presidido por Lenín Moreno, que le reclamó que no se inmiscuyera en los asuntos internos de España. Además de su activismo en redes sociales, el fundador de WikeLeaks se había reunido el 9 de noviembre en la embajada ecuatoriana con Oriol Soler, un ideólogo clave en el desafío secesionista.
“Ecuador reafirma su adhesión a los principios que rigen las relaciones entre todas las naciones, especialmente el respeto a la integridad territorial, soberanía e independencia de los Estados, así como el de no intervención en los asuntos internos de ningún país y el derecho de todos los Estados, en tanto miembros iguales de la comunidad internacional, de resolver sus diferencias sin injerencias extranjeras”, aseguró el Gobierno ecuatoriano.
La actuación de ciberactivistas como Assange en la crisis catalana ha generado debates en el Congreso de los Diputados como la conveniencia de establecer medidas de protección frente a las noticias falsas que puedan afectar a la estabilidad institucional del país. Unidos Podemos ha rechazado contundentemente esa propuesta del PP y ha negado la influencia de agentes como Assange en la campaña de desprestigio internacional de España desarrollada tras la actuación policial del 1-O.
La experta en ciberseguridad del Real Instituto Elcano Mira Milosevic-Juaristide advirtió en el Congreso de que la presencia de Cataluña en redes sociales aumentó un 2.000 por ciento en el mes de septiembre y que algunos mensajes de Julian Assange fueron retuiteados 60 veces por segundo, hechos que sólo pudieron ser realizados por ‘bots’, programas informáticos que efectúan automáticamente tareas de repetición a través de Internet.
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