La causa de los discos duros de Bárcenas arrancó con la denuncia que presentó el extesorero del Partido Popular contra su antiguo partido por la destrucción y el borrado de dos ordenadores portátiles que guardó en la sede de Génova 13 tras ser despedido.
Sin embargo, en septiembre de 2016, Luis Bárcenas retiró la acusación en este procedimiento alegando que se debía a motivos económicos y negando haber alcanzado pacto alguno con el PP. A raíz de este movimiento procesal, los populares trataron de apartar sin éxito a la titular del Juzgado de Instrucción Número 32 de Madrid, Rosa María Freire, de la causa.
Posteriormente, cuando la Audiencia de Madrid respaldó a Freire, la instructora decretó el procesamiento de la tesorera y gerente de la formación, Carmen Navarro; del asesor jurídico, Alberto Durán; del director de sistema de información del partido, José Manuel Moreno y del propio PP como persona jurídica por los delitos de daños informáticos y encubrimiento.
Sin embargo, ahora es la propia tesorera del PP, Carmen Navarro, quien quiere que Luis Bárcenas declare en la vista oral donde se juzgarán estos hechos como testigo, es decir, con obligación de decir verdad. Dicha solicitud de prueba por parte de la imputada resulta llamativa puesto que fue el propio Bárcenas quien durante la instrucción de esta causa sostuvo que en esos ordenadores se guardaba toda la información sobre la Caja B del PP y que los mismos fueron destruidos sin su consentimiento.
En su escrito de defensa presentado en el juzgado de Plaza de Castilla, al que ha tenido acceso El Independiente, la gerente pide además ser absuelta y que se condene en costas a las acusaciones ejercidas por Adade, Izquierda Unida y Observatori DESC por someterla a una "pena de banquillo".
Ordenadores sin datos de Bárcenas
En concreto, la defensa de Navarro sostiene que ninguna de las acusaciones, "a pesar de solicitar gravísimas penas para nuestros representados han sido capaces de presentar un relato acusatorio mínimamente concreto respecto de conductas o comportamientos ni dolosos ni imprudentes, sometiéndoles con dicha actitud procesal a una injustificada y perniciosa pena de banquillo”.
Nuevamente, Carmen Navarro apunta a que los ordenadores que Bárcenas dejó en la sede nacional del partido no albergaban documentos de su antecesor en el cargo. "Los ordenadores carecían de datos de usuario, es decir, no guardaban archivo personal alguno. Ninguno de ellos tenía contraseña".
De la misma manera, en su escrito de defensa, la encausada se desvincula por completo de la destrucción de los citados discos duros: "las funciones de tesorera y gerente son por completo ajenas a cualquier instrucción sobre la puntual aplicación del protocolo de reasignación de efectos informáticos".
Según la versión que el propio Luis Bárcenas dio en este procedimiento en dichos discos duros se almacenaba información relevante sobre la caja B del PP como son el pago de donaciones por parte de empresarios, recibís, gastos de las campañas electorales. En contraposición, la formación de Mariano Rajoy siempre ha sostenido que dichos portátiles estaban vacíos. La Fiscalía ha pedido que no se juzgue a los populares por estos hechos.
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