JxCat y Esquerra Republicana han "suspendido temporalmente" las negociaciones para la formación del gobierno catalán. Así lo ha avanzado Catalunya Ràdio, tras días de tensión entre los dos partidos por la designación de un candidato a la investidura y la definición de la estructura del futuro gobierno. Carles Puigdemont habría puesto sobre la mesa la exigencia de que Jordi Sánchez sea su sustituto como candidato a la presidencia, pero la ruptura ha llegado ahora por la reciprocidad exigida por ERC, que quiere manos libres para designar al vicepresidente.
Los republicanos exigen para sí la vicepresidencia, que en la pasada legislatura asumió Oriol Junqueras junto a la cartera de Economía, pero quieren desgajar estas dos consellerias, dotar a la vicepresidencia de contenido político y tener libertad absoluta para designar a su titular, unas exigencias que no habría aceptado JxCat. Entre las atribuciones que quiere asumir ERC estaría la portavocía del Govern, la gestión de los medios de comunicación y las áreas de Universidades y Asuntos Religiosos.
La "hoja de ruta de la legislatura" ha sido el otro detonante de la ruptura. Neoconvergentes y republicanos difieren sobre hasta qué punto debe el nuevo gobierno renunciar al unilateralismo y volver al redil autonómico para "ampliar la base" como han defendido fuentes tanto de ERC como del PDCat, pero rechazan desde el círculo más próximo de Puigdemont.
Tras hacerse pública la ruptura, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha intentado lanzar un mensaje de optimismo y ha señalado que están "en los últimos momentos de negociación fundamental para el futuro del país, hay que recuperar instituciones, formar gobierno, y trabajar desde instituciones para dar forma a los resultados del 1-o y para conseguir esto hay que ser todos generosos".
"Todos sabemos como son las negociaciones" ha añadido Sabrià, "los últimos minutos siempre comportan mas tensión, poniendo generosidad conseguiremos el objetivo que quiere toda la ciudadanía". El republicano ha evitado hablar de fechas, pero ha insistido en la urgencia de formar nuevo gobierno.
Puigdemont quiere la investidura en dos semanas
Una urgencia que comparte el ex presidente de la Generalitat. Carles Puigdemont ha fijado las próximas dos semanas como fecha límite para la investidura y presiona a los negociadores para cerrar ya un acuerdo. Una vez descartada formalmente la opción de forzar nuevas elecciones y la investidura telemática, el ex presidente catalán ha asumido su paso al lado formal para permitir una investidura legal en Cataluña. Lo que no significa que renuncie a llevar las riendas políticas del futuro gobierno. JxCat y ERC batallan ahora por la estructura y los nombres de ese futuro gobierno.
En el cálculo del líder de JxCat, con unos candidatos a la presidencia cuyo futuro más o menos inmediato es la inhabilitación para cargo público el poder seguirá en manos de quién pueda designar al siguiente president. De ahí su insistencia en la candidatura de Jordi Sánchez, número dos de JxCat, en prisión incondicional e investigado por el Tribunal Supremo por rebelión.
Puigdemont quiere conservar el control político sobre el Govern con presidentes con fecha de caducidad
El ex conseller de Territorio Josep Rull podría ser su segunda opción, según algunas fuentes, que apuntan a Rull por delante del también ex conseller Jordi Turull. Ambos están en libertad condicional e imputados igualmente por la celebración del referéndum del 1-O y la declaración de independencia, por lo que una condena en un plazo que el Tribunal Supremo sitúa en un año pasaría indefectiblemente por la inhabilitación. Elsa Artadi, portavoz de JxCat y persona de la máxima confianza de Puigdemont sería la tercera opción.
Con esta estrategia Puigdemont busca mantener la confrontación con el Estado, evidenciando la "represión" que para el electorado independentista supondría un constante relevo de presidentes inhabilitados por el Tribunal Supremo, tras haber renunciado a la investidura. Y le permite mantener el control político sobre su grupo, frente a presidentes con fecha de caducidad.
Reparto de consellerias
Con el 9 de marzo fijado como fecha límite para la investidura, que confían en poder convocar para esa semana, los negociadores han entrado ya en el reparto de carteras, tarea que se está demostrando igualmente peliaguda. El equipo de ERC, liderado por Pere Aragonés -secretario general de Economía- y Jordi Bacardit, y tutelado por Marta Rovira, exige para los republicanos las carteras de Vicepresidencia y Economía, para las que se postulan respectivamente Rovira y Aragonés.
Sin embargo, JxCat argumenta que ese planteamiento no respeta la estructura del gobierno anterior, y advierten que si ERC se queda la vicepresidencia, JxCat puede reclamar Economía para Elsa Artadi. El equipo de JxCat, integrado por Artadi, Rull y Turull, habría ofrecido a los republicanos aumentar su peso en el ejecutivo asumiendo la cartera de Interior, en la pasada legislatura en manos de Convergencia, que se ha convertido en una auténtica patata caliente tras fractura dentro de los Mossos y entre éstos y el resto de cuerpos de seguridad provocada por el 1-O y la intervención del 155.
El único acuerdo definitivo está por el momento en el número de carteras, 14, una más que en la anterior legislatura, para poder hacer un reparto al 50% de las carteras del Govern.
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