El 8 de marzo se celebra en todo el mundo. Pero en este 8 de marzo, el mundo ha mirado hacia España. Y concretamente hacia Madrid, que ha celebrado, con diferencia, la manifestación más multitudinaria de toda Europa. La huelga feminista ha sacado a cientos de miles de mujeres y hombres a la calle. En la capital, han colapsado el Paseo del Prado y la Gran Vía, llenando el recorrido completo entre Atocha y la Plaza de España. En total, más de 3 kilómetros.

Durante muchos minutos, la cabecera ha avanzado lentamente por todo el Paseo del Prado. Sin embargo, mucha gente esperaba en Cibeles y Alcalá para unirse, lo que ha atascado la manifestación en ese punto. Furgones de la Policía Nacional han intervenido para abrir paso y permitir que la cabeza de la manifestación pudiera continuar marchando Gran Vía arriba.

Las manifestaciones han sido masivas también en Barcelona, Valencia, Málaga o Valladolid, entre otras muchas ciudades, que se han llenado de ambiente reivindicativo, clamando por una "igualdad real ya". También ha habido consignas políticas y algunas representantes como la líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, han recibido gritos en su contra: "Fuera la brecha, fuera la derecha".

Imagen de la calle Alcalá, subiendo hacia Gran Vía, tras el paso de la cabecera.
Imagen de la calle Alcalá, subiendo hacia Gran Vía, tras el paso de la cabecera.

Medios internacionales como la BBC llevan toda la tarde abriendo sus ediciones digitales con imágenes de las movilizaciones en España, donde la huelga femenina ha tenido un importante impacto. También se han vivido marchas muy numerosas en Estambul o Berlín, entre otros lugares. En nuestro país, los sindicatos han cifrado el seguimiento de los paros en cerca de 6 millones de personas. Se ha dado en todos los sectores, aunque algunos, como el periodístico, se han situado a la cabeza de las reivindicaciones.

'Huelga sin precedentes'

Los grandes sindicatos UGT y CCOO hablan de una “huelga sin precedentes en la historia del movimiento sindical” y de una gran cobertura tanto en el sector público como en las grandes empresas. Sin embargo, más allá de las cifras, el gran éxito del 8-M ha sido el debate previo y la colocación en el centro del debate de temas como la brecha salarial, la igualdad en el acceso a los puestos directivos, la afectación de la maternidad a la carrera laboral de las mujeres o la importancia de los cuidados y el trabajo en el hogar.

Este empuje también ha procedido de los cientos de organizaciones que conforman el movimiento feminista en España, que han abierto webs, han arengado a la movilización a través de las redes sociales. Un bestiario de siglas que, más allá de las rivalidades y los reproches, como resumía este jueves la CGT, “ha abierto debates la sociedad, visibilizando el trabajo de los cuidados”.

Al final de la jornada, esa sensación de algo histórico ha tenido como broche las manifestaciones que han recorrido las calles de las principales ciudades, especialmente en Madrid, Barcelona y el País Vasco. Mujeres que nunca habían pisado una manifestación han acudido. Y más aún, nunca se podrá poner cifras a las tareas que hoy tuvieron que hacer en casa los hombres porque las mujeres decían que paraban.