Política

Hallan muerto en su casa de Londres al exiliado ruso Nikolai Glushkov

Nikolai Glushkov, en una imagen de archivo. | FACEBOOK

Nikolai Glushkov, exiliado ruso en el Reino Unido, ha sido encontrado muerto en su casa de Londres este martes, a los 69 años. Se desconocen todavía las causas de la muerte. Glushkov era un íntimo amigo del antiguo oligarca Boris Berezovsky, convertido en opositor a Vladimir Putin a finales de los 90, cuando fue acusado de corrupción por un gobierno regional y abandonó el país. Al mismo tiempo, Glushkov, que había trabajado junto a él en la compañía pública aérea Aeroflot y en la automovilística LogoVAZ, fue condenado a cinco años de prisión por lavado de dinero y fraude. Abandonó la cárcel en 2004 y posteriormente se trasladó al Reino Unido, donde ha sido hallado muerto.

Glushkov recibió asilo político en el país británico y ha sido protagonista allí de diversos casos judiciales. En el año 2011 declaró en el juicio impulsado por su amigo Berezovsky contra Roman Abramovich, magnate ruso propietario del Chelsea y uno de los oligarcas más importantes de su época, aunque él sí ha mantenido buenas relaciones con el Kremlin. Abramovich ganó el juicio en el Reino Unido, en el que Glushkov y Berezovsky le acusaban de haberse apropiado de cerca de 3.500 millones de euros de un supuesto negocio petrolífero conjunto que el magnate negó.

'Demasiadas muertes'

Como recuerda The Guardian, Glushkov recurrió esa decisión mientras su amigo desaparecía de la vida pública. Dos años más tarde, en marzo de 2013, fue encontrado muerto en el piso de su ex mujer, colgado del cuello en el baño. La policía asumió la teoría del suicidio, pero sus allegados, entre ellos Glushkov, han pasado mucho tiempo tratando de demostrar que la muerte fue obra de otra persona. "Estoy seguro de que fue asesinado. Tengo información diferente a lo que se publica en los medios", declaró en su día Glashkov al citado medio.

El ahora fallecido destacó que en la comunidad rusa exiliada se estaban produciendo "demasiadas muertes". Se refería en especial a la del ex espía Alexander Litvinenko, que falleció en el Reino Unido en noviembre del año 2006 tras ser envenenado con polonio-210. En su lecho de muerte acusó públicamente a Vladimir Putin de ordenar su muerte. Ocho años antes, en 1998, él y otros oficiales de la KGB habían acusado a sus superiores de encargarles asesinar, precisamente, a Boris Berezovsky. Dos semanas antes de su envenenamiento, Litvinenko había apuntado también al gobierno como responsable del asesinato a tiros en su piso de Moscú de la incómoda periodista Anna Politkóvskaya.

Caso Skripal

La noticia de la muerte llega sólo 13 días después del intento de asesinato contra el ex espía ruso Sergei Skripal y su hija en Salisbury, en el Reino Unido. El agente, condenado en Rusia por espionaje y liberado en un intercambio de espías, fue intoxicado con un agente nervioso altamente inusual y su estado sigue siendo crítico. Trabajó como agente doble en España en los años 90 y, según publicaba este lunes The Times, fue delatado por un espía español del CNI que intentó trabajar con los servicios secretos rusos y fue posteriormente condenado por traición.

La ministra del Interior británica, Amber Rudd, ha ordenado la apertura de una investigación sobre la posible implicación de las autoridades rusas en esta y en otras trece muertes sospechosas registradas en territorio británico en los últimos tiempos.

El Gobierno de Rusia ha convocado el embajador de Reino Unido para expresarle su malestar por las acusaciones vertidas por la primera ministra, Theresa May, a raíz del ataque con gas nervioso sufrido en la localidad inglesa de Salisbury por el exespía Sergei Skripal y su hija, que se encuentran en estado crítico.

"Ya hemos dicho que es un disparate y que Rusia no tiene nada que ver con ese caso", ha zanjado este martes el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que ha ofrecido la colaboración de Moscú para investigarlo, según informa la agencia de noticias Sputnik.

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