El ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont ha llegado a su cita ante los medios de comunicación en la Skalitzer Strasse (Berlín) entre aplausos. "Hoy como sabéis hay gente en la prisión y en el exilio", ha asegurado al principio de su intervención haciendo hincapié "en el sufrimiento de las familias". "Tengo que recordar que tienen que recorrer más de 600 km para visitar a sus familiares en la prisión".
"Los grupos de ERC y JXCat han venido hasta Alemania para prestar su apoyo a las instituciones que desde hace meses viven una situación de represión que resulta impensable", ha añadido. "No podemos respetar la voluntad de nuestros electores porque el Estado español no para de intervenir. El último candidato que propusimos, Jordi Turull, ha sido encarcelado. No paran de ponernos trabas e intervenir de manera ilegal en nuestros derechos fundamentales", ha asegurado.
Puigdemont ha querido insistir "una vez más" que los parlamentos tienen que poder debatir y nombrar a un president. "Hace unas semanas anuncié la retirada de mi candidatura para facilitar la construcción de un gobierno. Hoy tenemos que reclamar al estado que cambie de actitud y deje de entorpecer la responsabilidad del Parlament". También ha instado al Gobierno español "a que respete la democracia y los tratados internacionales" y ha insistido en la necesidad de "una nueva era de diálogo y negociación". "Tienen que aceptar los resultados electorales".
Ante la pregunta de los periodistas de su estrategia de futuro ha asegurado que él continúa en el exilio y tiene que notificar su residencia a las autoridades alemanas. "Si yo puede finalmente viajar libremente volveré a Bélgica, pero actualmente mi presente está en Berlín. Quiero estar a disposición de las autoridades alemanas", ha explicado. Además ha afirmado que se arriesgo a viajar por Europa porque "quería explicar la situación de Cataluña". "Es parte de mi obligación asumir ciertos riesgos y no espera ser arrestado. Yo lo que quería era volver a Bélgica donde tengo a mis abogados y todos los documentos, pero acepto las consecuencias", ha sentenciado.
De Neumünster a Berlín
El entorno de Puigdemont había anunciado el pasado viernes que Puigdemont comparecería nada más salir de la cárcel de Neumünster, que abandonó tras 12 días en prisión, pero fuentes de JxCat explicaron que "por cuestiones legales" se trasladaría a la capital federal alemana.
El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont lanzó un mensaje camino a Berlín, en el que ha apelado a tener "coraje" para llegar a la "victoria" y ha subrayado: "Continuamos, más fuertes y decididos".
El líder de JxCat grabó un mensaje de audio, en catalán, tras salir de la prisión alemana de Neumünster, al norte del país: "Continuamos, más fuertes y más decididos que nunca, siguiendo la vía catalana, la no violenta, la de pedir el ejercicio de derechos democráticos", enfatizaba.
En este contexto, exigió al Estado la "inmediata" liberación de los soberanistas presos, pues a su juicio "no estamos en un caso de rebelión ni de malversación, sino un caso político que pide finalmente que el Gobierno se siente en una mesa de negociación".
A los soberanistas, les llamó a tener "mucho coraje" y concluyó: "El camino es largo, pero solo tiene un final posible, que es nuestra victoria".
La ministra de justicia alemana: "La decisión es la correcta"
La ministra de Justicia federal, Katarina Barley, ha defendido la decisión del Tribunal Regional Superior (OLG) de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, sobre el ex presidente catalán Carles Puigdemont: “Es absolutamente correcta. La esperaba”.
La ministra socialdemócrata ha subrayado que ahora España tendrá que aclarar la petición de entrega por el delito de malversación, algo que cree que “no será fácil”. Si el Gobierno de Mariano Rajoy no justifica esta petición, ha aclarado, “se levantará la orden de detención”.
El pasado jueves la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein decidió descartar el delito de rebelión en la petición de entrega a España del ex presidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont y acordó dejarlo en libertad bajo fianza de 75.000 euros mientras estudia la entrega.
La justicia alemana contradijo el criterio de la Fiscalía del país germano, que había solicitado que Puigdemont continuara en prisión y consideraba viable la entrega tanto por el delito de malversación como por el de rebelión.
Tras esta decisión, el ex presidente catalán no va a poder ser juzgado por un delito de rebelión en el Tribunal Supremo si Alemania no lo entrega por dicho tipo delictivo. Es decir, si Puigdemont tan sólo es puesto a disposición de la Justicia española por malversación no se le podrá juzgar por el delito más grave por el que ha sido ya procesado. Las penas entre ambos delitos varían notablemente: mientras la rebelión está penada con hasta 30 años de cárcel, la malversación conlleva ocho años de prisión.
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