PP y Ciudadanos reviven su nueva crisis de abril. Si hace ahora un año el partido de Albert Rivera consiguió un nuevo presidente para Murcia tras la dimisión de Pedro Antonio Sánchez, ahora Cs escoge abril para decretar la muerte política de Cristina Cifuentes y da hasta el 1 de mayo de plazo al PP para que nombre a otro candidato que se haga cargo del Gobierno hasta las elecciones de 2019. En caso de que no ocurra Ciudadanos amenaza con dar luz verde a la moción de censura planteada por PSOE y apoyada por Podemos a la presidenta regional. Si Cifuentes no cede el testigo, el PP se sentará en el banquillo de la oposición y el socialista Ángel Gabilondo será el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid, acabando con 23 años de gobierno del PP en la capital. Sea cual sea la decisión de los populares, la postura está clara en la dirección de Ciudadanos: "Se va a tener que marchar igual".
El precedente de Murcia, por el que el PP designó a López Miras como nuevo presidente de la región ante la amenaza de Cs de retirar su apoyo al Gobierno, da una bocanada de aire a los de Rivera, que ya han comprobado la disposición del PP de mover asientos con tal de mantener los Gobiernos autonómicos. Esta vez, a diferencia de aquélla, quieren apurar los plazos después de que el presidente murciano tardara 45 días en cumplir su palabra y dimitir según el pacto de gobierno firmado. En esta ocasión han acotado los tiempos y dan tres semanas a Cifuentes para formalizar la renuncia. Y además juegan en su campo: la amenaza de la moción de censura sobrevuela el feudo más robusto del Partido Popular, que podría perder la capital si no sacrifica a una primera espada.
No nos gusta ningún candidato", confiesa Cs, que aceptará cualquier nombre con tal de apartar a Cifuentes
En los despachos del PP ya se barajan dos nombres como posibles sustitutos para la baronesa, y Ciudadanos está dispuesto a 'tragar' en este punto, aunque admite: "No nos gusta ninguno". "No es cuestión de gustar", advierten los de Rivera, que hacen valer su pacto de Gobierno en Madrid y que dan la última oportunidad al Partido Popular.
"Creemos que al PP le corresponde gobernar dados los resultados, y que su acuerdo con nosotros merece la pena, pero Cristina Cifuentes no puede seguir siendo presidenta. Y no va a seguir siéndolo", señalan. En este sentido, Ciudadanos considera una mejor opción designar a un "candidato limpio interino" para acabar la legislatura hasta los comicios de 2019. "Pero si no lo hacen, es seguro que Cifuentes se va a tener que marchar igual".
Los consejeros Garrido y Rollán, sobre la mesa
Uno de ellos es el secretario general del PP de Madrid y consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, persona de máxima confianza de Cifuentes y el que ha sido su escudero durante toda la polémica. Es la persona que salió a hablar en nombre de la presidenta madrileña cuando ésta esquivó las preguntas de la prensa en la Asamblea de Madrid. Tras un largo silencio por parte de Génova, el consejero convocó a los medios para salir en su defensa y dar por zanjado el asunto, asegurando que ya estaban dadas las explicaciones.
También fue quien abonó la tesis de la conspiración, una vez conocido al profesor de la Universidad Rey Juan Carlos que filtró la información relativa al caso. Este mismo fin de semana, Garrido aseguró que pedirían explicaciones al PSOE por la "trama delictiva" que ha "urdido" este profesor, militante socialista, y que se reservan la posibilidad de tomar más medidas ante esta "trama". Ésta sería la apuesta favorita del PP madrileño, aunque su alta implicación en el caso de Cifuentes podría jugar en su contra de cara al partido a nivel nacional.
También está sobre la mesa el nombre de Pedro Rollán, consejero de Movilidad y de Administración del Territorio, que fue alcalde de Torrejón de Ardoz en tres legislaturas. Con un perfil menos vinculado al de la presidenta madrileña, ésta podría ser la apuesta de Génova, en su afán por buscar un dirigente con tintes más independientes.
El pacto entre populares y naranjas está deteriorado desde hace meses, a raíz del estallido del caso Lezo. Ya en junio la presidenta de la Comunidad de Madrid dio un sonoro “plantón” al Ignacio Aguado en la última reunión de la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno. En aquella ocasión no acudió Cifuentes y Aguado se levantó de la mesa. La relación entre ambas formaciones ha empeorado en el último año y también ha tenido su impacto en el caso Cifuentes, puesto que estas asperezas han terminado por dificultar la comunicación entre el partido de Gobierno y su sustento en la Comunidad de Madrid. En último término, han tenido que ser las direcciones nacionales del PP y Cs, Antonio Maillo y José Manuel Villegas, quien tomen las riendas de las negociaciones, tal como ocurrió en el caso de Murcia. Sin embargo, esta vez las negociaciones llegan tarde, cuando Ciudadanos parece haber superado el punto de no retorno.
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