Irene Blanco, una de las joyas de la cantera deportiva española, fue la mejor haltera sub-15 en el año 2017. Destrozó registros y batió 10 récords continentales en arrancada, dos tiempos y combinada. Se quedó sin ser campeona continental porque el Europeo se disputó en Pristina, capital de Kosovo. El CSD instó a la Federación Española de Halterofilia a que no enviara representación a un campeonato organizado en un país que España no reconoce desde que, en 2008, se independizó unilateralmente de Serbia.
"Me parece una injusticia impresionante", dijo entonces: "Sinceramente, pienso que me han robado una medalla que me he ganado este año, y me desmotiva un montón pensar en que se la llevará alguien que no levante lo que yo soy capaz de levantar". Este 2018, Irene Blanco (2002, La Coruña) tenía la ocasión de desquitarse. En casa. Galicia iba a ser la sede del Europeo júnior y sub-23 de halterofilia, hasta que Kosovo volvió a interponerse en su camino.
El Gobierno ignora el ultimátum de la federación europea para dar visados: 'España puso como condición que no hubiera representación ni de Gibraltar ni de Kosovo'
La Federación Europea de Halterofilia -EWF, por sus siglas en inglés- dio hace tres semanas un plazo de 20 días al Gobierno para garantizar que concedería visados a los atletas kosovares que pretendieran participar en el Europeo júnior y sub-23 de la especialidad. Bajo la amenaza de retirarle la organización a España y llevárselo a Polonia en caso de respuesta negativa. El plazo ha finalizado esta semana y el Gobierno no ha respondido. Ni responderá: "La carta no tiene ningún sentido, ni tiene sentido que el Gobierno la responda. Si quieren llevarse el Europeo a Polonia, que se lo lleven", responden con firmeza desde el Consejo Superior de Deportes (CSD).
España no reconoce a Kosovo desde que este territorio balcánico declaró unilateralmente su independencia. Los pasaportes emitidos por sus autoridades, por tanto, no son válidos: sus ciudadanos no pueden entrar en el país sin visado. La polémica ya ha amenazado la presencia de Kosovo en los Juegos del Mediterráneo que se disputarán en Tarragona este verano. Con la particularidad de que este evento depende en última instancia del Comité Olímpico Internacional, que sí reconoce a Kosovo y a su Comité Olímpico.
Por ello, y asumiendo que los atletas kosovares vendrán a Tarragona como representantes de un comité y no de una nación independiente, el Gobierno ha decidido "hacer una excepción". "El Estado no reconoce el pasaporte kosovar, y en hoja aparte se otorgará un permiso especial y excepcional: podrán venir exclusivamente para competir y marcharse", aclaran fuentes oficiales. Una excepción que no se repetirá en el caso del Europeo júnior de halterofilia: "La federación europea lo intenta comparar y no tiene nada que ver un caso con el otro. No vienen representando a un comité, sino a una Federación Nacional de un país que España no reconoce".
Malestar en la Federación
En la Federación Española de Halterofilia (FEH) hay malestar con la posición del Gobierno, que ha provocado que La Coruña pierda la organización del evento. "Esto es deporte, no política", lamentan, y aseguran que aunque "respetan" la decisión del Gobierno, "no la comparten". La Federación, a través de su presidente Constantino Iglesias, ha insistido en varias ocasiones tanto a Exteriores como al CSD para que se facilite en la medida de lo posible la presencia de halteras kosovares en la competición: "Queremos que Kosovo esté y les recibiremos. He dicho todo lo que podía decir cuando he hablado con el ministro", dijo Iglesias cuando se conoció el ultimátum de la federación europea.
En el CSD lamentan los perjuicios que se puedan derivar para la FEH, pero recalcan que la posición del Gobierno en este sentido es firme e inamovible. "Cuando se presentó la candidatura, España ya puso como condición que no hubiera representación ni de Gibraltar ni de Kosovo. La federación europea sabía esto y adjudicó el campeonato a La Coruña", subrayan desde el Consejo Superior de Deportes.
La Federación de Halterofilia ha pedido al CSD y a Exteriores que faciliten la presencia de Kosovares, pero el Gobierno es tajante: 'No daremos marcha atrás'
El reciente ultimátum, que choca con la adjudicación misma ya sujeta a esa condición, ha irritado en el máximo organismo del deporte español: "La federación europea no tiene ninguna potestad para obligarnos a cambiar de postura ni para ponernos plazos. El Gobierno no va a dar marcha atrás". Subrayan que si la EWF aprueba finalmente llevarse el Europeo de Galicia y trasladarlo a Polonia "será una pena", pero no cederán en este aspecto clave de la política exterior española, con Cataluña en el retrovisor: "Si quieren llevarse el Europeo a Polonia, que se lo lleven".
El peso de Kosovo en la federación europea
La polémica sobre la presencia kosovar en La Coruña no es nueva. Desde la Federación Española recuerdan que el affaire nace en Albania, en octubre de 2017, cuando el tesorero de la EWF se acerca a la delegación española "en la calle" y les recuerda que España debe garantizar la presencia de los representantes de Kosovo en la competición, asumiendo los mismos criterios que rigen en el Comité Olímpico Internacional. La particularidad del caso es que el tesorero de la EWF es Astrir Hasani...presidente de la Federación de Kosovo de Halterofilia e hijo de Besim Hasani, presidente del Comité Olímpico de Kosovo. España también tiene peso en la Federación y cuenta con un vicepresidente: el valenciano Emilio Estarlik.
Rumanía, que tampoco reconoce la independencia de Kosovo, sí permitió a sus atletas participar en el Europeo absoluto del pasado mes de marzo
El siguiente paso se da en febrero, cuando emerge la polémica sobre los visados en los Juegos del Mediterráneo de este verano. Es entonces cuando la federación europea ve la oportunidad de equiparar su situación y comienza a comunicarse oficialmente con la Federación Española para que asegure la representación de Kosovo en el Europeo júnior y sub-23. La Federación en todo momento responde que hará lo posible, pero es en el Europeo absoluto celebrado en Rumanía a finales de marzo cuando la EWF envía la carta con el ultimátum, ignorado por el Ejecutivo.
En la Federación lamentan que la pérdida del campeonato se pueda producir por la negativa a dar visados a un puñado de atletas jóvenes y adolescentes: "Es increíble que esto pase cuando Corea del Norte y Corea del Sur pueden competir juntas en unos Juegos Olímpicos". Y recuerdan que Kosovo ha participado con normalidad en multitud de campeonatos internacionales. Entre ellos el mencionado Europeo absoluto de Rumanía, otro país que como España tampoco reconoce a Kosovo como Estado independiente. Pese a ello, participaron en la competición dos atletas de este territorio balcánico: Leonora Brajshori (-53 kg) y Arbnor Krasniqi (-85 kg).
Desde el CSD sin embargo ponen otro ejemplo: los Juegos Olímpicos de Río 2016. Brasil tampoco reconoce a Kosovo, aunque sus atletas sí estuvieron presentes en la cita, exactamente de la misma manera que lo estarán en Tarragona para los Juegos del Mediterráneo: a través de un permiso excepcional en hoja aparte y exclusivo para la competición, en la que se entiende que representaron a un Comité Olímpico reconocido por el COI y no a una Federación.
Cumbre de la UE en el horizonte
"Es Kosovo quien intenta instrumentalizar el deporte para sus reivindicaciones políticas", destacan desde el CSD para reafirmar la postura española, con víctimas colaterales como la joven Irene Blanco, que con su ausencia en Pristina en 2017 no pudo sumar puntos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se disputan este año en Buenos Aires. Ahora tampoco podrá quitarse la espina siendo campeona en casa.
La tensa situación se engloba dentro de otra mayor, con la vista puesta en la cumbre entre la Unión Europea y los países de los Balcanes Occidentales que debe celebrarse el próximo 17 de mayo en Sofia (Bulgaria). En ese encuentro se prevé tratar las estrategias de futuro respecto a la región, y están invitados a sus grupos de trabajo los dirigentes de Serbia, Bosnia, Albania, Macedonia, Montenegro... y Kosovo.
La presencia del presidente kosovar, Hashim Thaçi, ha generado un importante conflicto diplomático, hasta el punto de que el Gobierno ha vetado un documento conjunto en el que la firma de Mariano Rajoy debería haber aparecido junto a la del dirigente de Kosovo. Rajoy tampoco participará en ninguna reunión a la que asistan representantes kosovares en nombre de una nación independiente, y posiblemente acuda a Sofia sólo para la cena previa al encuentro con el resto de líderes de la Unión Europea. El veto español a Kosovo era apertura en la prensa serbia este lunes.
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