Sáez se puso 'en forma' en la Clínica Buchinger a costa de la Federación

La investigación judicial a la anterior cúpula de la Federación Española de Baloncesto (FEB) sigue revelando cómo José Luis Sáez vivió a cuerpo de rey a costa de la entidad deportiva. Un proveedor (Viajes Halcón) ha reconocido a la Policía que cargó el gasto derivado de las estancias personales del entonces presidente en la conocida Clínica Buchinger de Marbella y en un lujoso hotel de cinco estrellas de esta localidad malagueña, por un importe superior a los 13.500 euros, al descuento comercial que había pactado con la Federación por alcanzar un determinado volumen de ventas (rappel).

Ésta es la explicación que la agencia de viajes ha ofrecido al Grupo XXVI de la Policía Judicial de Madrid, al que el Juzgado de Instrucción 36 de Madrid encomendó que investigara quién había corrido con los citados gastos. El magistrado había encargado estas pesquisas a los agentes después de que un testigo le hiciera entrega de un anónimo en el que se detallaba que José Luis Sáez había acudido en vísperas de la Copa del Mundo 2014 -celebrada en España- a la clínica malagueña frecuentada por famosos para perder peso y los gastos habían corrido por cuenta de la Federación.

Según se detalla en el oficio policial aportado a las actuaciones, fechado el pasado mes de enero y a cuyo contenido ha tenido acceso El Independiente, Sáez estuvo alojado en la Buchinger en marzo de 2014. La estancia se desarrolló cinco meses antes de que se celebrara el Mundobásket, ganado por Estados Unidos tras imponerse en la final a Serbia por 129 a 92, y generó un gasto de 7.123 euros.

Fundada en 1973 por la alemana María Buchinger, hija de un médico de la Marina Imperial que curó su dolencia reumática con el ayuno terapéutico, la clínica marbellí es conocida por sus tratamientos de adelgazamiento y anti-estrés y por haberse alojado en ella numerosas celebridades. Es el caso del escritor peruano Mario Vargas Llosa, el actor escocés Sean Connery y la cantante, actriz y presentadora de televisión Carmen Sevilla, entre otros.

Viajes Halcón también ha reconocido a la Policía que cargó al rappel de la Federación de Baloncesto la estancia de José Luis Sáez en el Villa Padierna Palace Hotel, un complejo hotelero de cinco estrellas ubicado en Marbella y rodeado por tres campos de golf. 'El lujo de un palacio toscano' es el eslogan con el que se promociona este establecimiento malagueño, situado a menos de diez minutos en coche de Puerto Banús y donde se hospedaron la esposa de Barack Obama y su hija Sasha cuando visitaron Andalucía en agosto de 2010.

Interior de una de las suites del Villa Padierna Palace Hotel, en el que se alojó el ex presidente de la FEB. WWW.VILLAPADIERNA.ES

En concreto, el entonces mandamás del baloncesto español se alojó en una suite -de 60 metros cuadrados de superficie y salón independiente- que se reserva hoy a partir de 680 euros, según ha podido comprobar este diario en la web del hotel. En total, el gasto ascendió a 6.424 euros y, aunque el servicio lo disfrutó a título personal José Luis Sáez, se abonó con el descuento comercial que iba acumulando la FEB por los servicios contratados a su proveedor de viajes. En ningún de los dos casos referidos la Federación Española de Baloncesto corrió con los gastos generados por su entonces presidente de manera directa, si bien no pudo disponer de ese saldo para sufragar otras necesidades de transporte o alojamiento que tuviera que contratar con el citado proveedor.

La estancia de Sáez en el Villa Padierna Palace Hotel tuvo lugar en octubre de 2015, precisamente el mes en que el entonces secretario del Comité de Auditoría, Control y Seguimiento de las cuentas de la FEB, Joan Fa, entregó el informe jurídico al presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, en el que se detallaban presuntas irregularidades en la imputación de gastos a la Federación por parte de José Luis Sáez. Un mes después, Fa entregó las pruebas documentales que sustentaban las irregularidades denunciadas y el CSD encargó una auditoría complementaria que confirmó que el dirigente cargó gastos particulares y de su familia al presupuesto federativo.

José Luis Sáez se hospedó en la Clínica Buchinger cinco meses antes de que se celebrara en España el Campeonato del Mundo de 2014

Como viene informando El Independiente, el antecesor de Jorge Garbajosa en la FEB está siendo investigado por la posible comisión de hasta siete delitos (apropiación indebida, administración desleal, falsedad documental, malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales, organización criminal y delito fiscal) durante su etapa final como presidente, que se desarrolló entre finales de 2004 y julio de 2016. El escándalo de sus gastos forzó que no se volviera a presentar a la reelección.

Una de las líneas que investiga el juez Toro es la presunta utilización de dinero de la Federación Española de Baloncesto "en beneficio propio" por parte de Sáez. El listado incluye el pago de 45.000 euros al Ateneo de Sevilla para que el ex presidente del baloncesto español encarnara a Melchor en la Cabalgata de Reyes Magos de 2008, numerosas comidas en su lugar de veraneo, la adquisición de un ordenador y una segunda línea de teléfono móvil y diversos gastos de transporte y restauración de su esposa e hijos, entre otros.

La Policía también ha acreditado que fue la FEB quien sufragó el banquete que su presidente concedió el día que el Ayuntamiento de Sevilla -el 30 de mayo de 2012- le entregó la Medalla de la ciudad por su contribución al fomento del deporte en la capital hispalense. El alquiler del museo en el que se sirvió el ágape y el servicio de cáterin tuvo un coste total de 12.400 euros.

El proveedor también cargó al 'rappel' de la Federación la estancia de Sáez (6.424 €) en el hotel en el que se alojó la mujer de Obama

La instrucción, igualmente, trata de determinar si Sáez imputó al presupuesto de la Federación facturas por un importe total de 22.000 euros y que corresponderían a la estancia durante una temporada de un familiar directo en el Aparthotel Acacia de Barcelona con motivo de un tratamiento médico en un hospital cercano. Cuando declaró como imputado el pasado 26 de octubre, su director de gabinete reconoció que fue él quien hizo la reserva pero que él nunca estuvo en dicho establecimiento hotelero. Viajes Halcón ha reconocido, según consta en las actuaciones, que facturó ese gasto a la FEB.

No es la única línea de investigación del caso que instruye el juez Toro. Éste también trata de determinar por qué la Federación mejoró sin aparente justificación las condiciones económicas a un proveedor que empleó meses después al hijo del dirigente deportivo y si este contratista -una filial de Carat, a la que se confió la captación de patrocinadores para la Copa del Mundo 2014- abonó comisiones a directivos de la FEB a título personal. No sólo se le elevó la retribución del 10 al 12 % en virtud de una adenda firmada posteriormente, sino que también se modificó el contrato para que pudiera actuar "en régimen de exclusividad".

El instructor está a la espera de que un perito de la Agencia Tributaria aporte sendos informes que determinarán si directivos de la Federación cometieron delito fiscal en el uso de la tarjeta de crédito corporativa y si la FEB -imputada en este procedimiento como persona jurídica por delito fiscal y blanqueo de capitales- declaró correctamente los ingresos millonarios que obtuvo por la organización del Mundial en 2014.

Igualmente, la investigación alcanza el presunto desvío de la ayuda finalista que el CSD le concedió para desarrollar un proyecto de cooperación en Dakar (Senegal) y cuya reclamación parcial le ha reclamado el citado organismo estatal -por importe de 394.000 euros, entre capital principal e intereses de demora- al considerar que no estaban debidamente justificados todos los gastos imputados. Ello ha llevado al CSD a personarse en el procedimiento para ejercer la acusación particular, mientras la Federación ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo por entender que está prescrito y la Administración ya no estaría en plazo de solicitar la devolución de los fondos públicos.