La policía antidisturbios francesa ha empleado cañones de agua y gas lacrimógeno este martes para contener los disturbios iniciados por cientos de integrantes de grupos anarquistas que han lanzado cócteles molotov contra tiendas y escaparates durante la conmemoración anual del 1 de mayo, día de los trabajadores, en París.

Las fuerzas de seguridad han identificado a los responsables como miembros de los llamados Black Blocs, quienes habían llamado en los últimos días a través de las redes sociales a tomar las calles este martes en un "día revolucionario".

Esta convocatoria se ha traducido en la presencia de 1.200 integrantes de estos grupos, que han aparecido al margen de la manifestación principal convocada por los sindicatos, y que han destruido los escaparates de varios negocios, entre ellos un garaje Renault y un restaurante McDonalds en una carretera cerca de la estación de Austerlitz, en el este de París.

Disturbios en París en las manifestaciones del 1 de Mayo. EFE

La Policía ha informado en un comunicado, recogido por el diario Le Figaro, que al menos 200 de estos participantes han sido detenidos temporalmente. Se desconoce cuántos han pasado por completo a disposición judicial.

El ministro del Interior, Gerard Collomb, ha condenado la violencia generada por estos manifestantes, que han marchado entre coros antifascistas, banderas soviéticas y pancartas contra el Gobierno.

La protesta este año de los Black Blocs se inserta dentro de las dificultades que atraviesa el actual Gobierno para negociar con los sindicatos algunos planes de liberalizar las regulaciones laborales. Por ejemplo, el personal ferroviario ha comenzado tres meses de huelgas continuas a nivel nacional en una disputa sobre la revisión planificada de la operadora estatal de ferrocarriles, la SNCF.