Política

Puigdemont busca su 'hombre de paja' tras el veto del Constitucional a su investidura

Carles Puigdemont, entre Elsa Artadi y Josep Costa, dos de los candidatos a la presidencia | EFE

Carles Puigdemont tiene las riendas de la política catalana y ninguna intención de soltarlas. Los 70 diputados que conforman la mayoría independentista, las direcciones del PDCat y ERC, y los todos los cuadros de uno y otro partido que ansían el retorno a la Generalitat esperan conteniendo la respiración quién será el designado por el líder de JxCat para ocupar la presidencia de la Generalitat. Un hombre -o mujer- que cada vez más voces tildan ya de "hombre de paja" al que Puigdemont tiene la aspiración de dirigir desde Berlín.

Una vez suspendida la reforma de la Ley de Presidencia a la que se acogió JxCat el sábado para asegurar que se había "abierto una ventana de oportunidad a la investidura telemática de Puigdemont", el líder no tiene más excusas para designar sucesor si quiere -como ha asegurado repetidas veces en público- evitar la repetición de elecciones. Entre los nombres en liza sigue estando Elsa Artadi, aunque tras la espantada del fin de semana, después de recibir el aval de Jordi Sánchez, ERC y el PDCat, sus opciones han bajado enteros.

Los nombres que vuelven con insistencia a las quinielas son los de Josep Costa, Antoni Morral y Ferran Mascarell

Suben, por el contrario, las del vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa. Profesor de Teoría Política de la Pompeu Fabra y uno de los escogidos por el Govern como sustituto de la sindicatura electoral que debía avalar los resultados del 1-O, su carrera política ha experimentado un ascenso meteórico desde que se incorporó el pasado diciembre a la candidatura de Puigdemont. Desde la Mesa del Parlament se ha convertido en uno de los acérrimos defensores del "legitimismo" que reclama la restitución del gobierno depuesto por el 155 y se ha integrado en el equipo jurídico que coordina la defensa de Puigdemont en Berlín y Bruselas con los pasos en el Parlament.

Sigue sonando también el nombre de Antoni Morral, ex alcalde de Cerdanyola y hombre que, según las fuentes que apuntan a su candidatura, cuenta con la confianza de Puigdemont y estaría dispuesto a no cuestionar su autoridad desde el Palau de la Generalitat. Aunque desde el PDCat el nombre en el que se insiste es el de Ferran Mascarell, ex regidor socialista con Pasqual Maragall y delegado de la Generalitat en Madrid con Artur Mas y Puigdemont. Mascarell tiene a su favor la experiencia en gestión y contactos en la capital, pero no es diputado, por lo que su candidatura obligaría a tres electos de JxCat a dimitir para que alcanzar el acta de diputado.

También siguen sobre la mesa los nombres de los alcaldes ex convergentes Albert Batet y Marc Solsona. Pero juega en su contra, como en el caso de Elsa Artadi, la condición de jóvenes valores con aspiraciones políticas de futuro. Puigdemont sabe por experiencia propia que una vez asumidas las riendas de la Generalitat el poder es de quien preside las reuniones del Consell Executiu, y su voluntad es la de designar a un sustituto con fecha de caducidad, que no cierre la puerta a su regreso al Palau. Aunque lo mismo debió pensar Artur Mas en su momento.

En el horizonte, la posibilidad de forzar unas elecciones el próximo octubre, coincidiendo con el juicio oral contra los líderes del proceso independentista, como avanzó La Vanguardia. Entonces habrá pasado el plazo mínimo de seis meses desde la formación de gobierno para volver a convocar a las urnas y el independentismo partiría con la ventaja del rechazo que provoca la instrucción de la causa sobre el procés en Cataluña.

Activar el calendario

El calendario inmediato con el que ya cuentan todos los independentistas es el de una investidura convocada para el próximo lunes en primera vuelta, y miércoles en segunda y definitiva votación. Pero ese calendario debe ponerlo en marcha, en primer lugar, Jordi Sánchez, quien oficialmente sigue ostentando la condición de candidato a la presidencia. Y tras él, el siguente paso, el fundamental, es el de Puigdemont, designando a un nuevo candidato a la investidura.

Sólo entonces abrirá Roger Torrent, presidente del Parlament, la preceptiva ronda de contactos con los grupos parlamentarios previa a la convocatoria de un nuevo pleno de investidura. Su equipo ha dejado claro que Torrent no dará ningún paso hasta que JxCat oficialice la nueva situación.

A partir de ahí, la esperada derrota en primera vuelta, puesto que la CUP ya ha dejado claro que se mantiene en la abstención ante cualquier candidato que no se a Puigdemont -su líder, Carles Riera, lo repitió ayer en TV3, tras reunirse el martes con los negociadores de JxCat y ERC-. Y la elección de un president viable en segunda, con los votos delegados del propio Puigdemont y Toni Comin que el Gobierno se ha resistido a recurrir ante el Tribunal Constitucional, pese a las presiones de C's.

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