Política

Cottarelli encabezará el gobierno italiano hasta las elecciones: en 2019 o en otoño

El Parlamento decidirá si da su confianza al ex directivo del FMI hasta 2019 o bien le rechaza y hay elecciones lo antes posible

Carlo Cottarelli, ex directivo del FMI, ha recibido el encargo de formar gobierno en Italia. | EFE

El choque institucional entre el presidente, Sergio Mattarella, y los partidos mayoritarios en las Cámaras, los populistas Movimiento 5 Estrellas y la Liga, carece de precedentes en Italia, un país que ha conocido crisis de gobierno de todo tipo. Nada más conocerse su rechazo al gobierno populista, por incluir al euroescéptico Paolo Savona, Mattarella ha convocado en el Quirinal el lunes al economista Carlo Cottarelli, a quien ha encargado formar gobierno. Cottarelli ha aceptado. Intentará obtener la confianza del Parlamento para encabezar un gabinete de transición hasta las elecciones que se convocarían en 2019.

Si no logra convencer al Parlamento para aprobar en estos meses el Presupuesto, las elecciones serían a partir de agosto, es decir, el próximo otoño. Carlo Cottarelli, ex directivo del FMI y ex comisario de la supervisión del gasto público, se declaró “sorprendido” por la llamada del presidente, pasadas las 21h del domingo. “Humilde” se dirigía el lunes a la cita en el Quirinal con una maleta de mano y una mochila.

"Estoy muy honrado del encargo de someterme a la cuestión de confianza. Si no la obtengo, se disolverá el Parlamento y realizaremos de forma neutral tareas administrativas. Me comprometo a no presentarme a las próximas elecciones", ha declarado Cottarelli, que acomete una tarea titánica de lograr consenso en un país dividido y enfurecido. También ha confirmado: "El diálogo con Europa es esencial para Italia, somos un país de la UE y de la eurozona".

La prima de riesgo se alejó de los 200 puntos, rondando los 190 puntos, por la mañana, pero a lo largo del día siguió el curso alcista y superó los 230 puntos para oscilar entre 220 y 230.  La Bolsa también se tiño de rojo, debido a que la opción más probable es que Cottarelli fracase en su empeño y haya elecciones de nuevo en otoño.

El viernes la prima de riesgo cerró con 207 puntos, y llegó a cotas récord desde 2014. Como el escenario aún está lejos de ofrecer confianza, los mercados siguen reflejando la alarma general. “El nerviosismo seguirá mientras no se estabilice la situación”, según los expertos.

Lo ideal sería que este gobierno durara hasta aprobar los presupuestos, pero será difícil que reúna el apoyo parlamentario suficiente para durar al menos hasta fin de año. Si se oponen 5 Estrellas, la Liga y Fuerza Italia, no habrá nada que hacer. El Partido Democrático sí le daría su respaldo pero están en franca minoría.

Desde Bruselas, la Alta Comisaria de Política Exterior de la UE, la italiana Federica Mogherini, expresó su confianza en el presidente que sabrá encontrar la fórmula para “servir a los ciudadanos italianos y europeos”.

Cottarelli encabezará lo que se denomina un “gobierno del presidente” formado por ministros técnicos y de todas formas habrá de someterse a la aprobación del Parlamento, donde tendrá en contra a la Liga y al Movimiento 5 Estrellas. Cuando en marzo, después de que el resultado electoral diera lugar a una situación de bloqueo, le preguntaron a Cottarelli si se veía como jefe del gobierno, dijo: "Es como si me llamara el Inter para ocupar el puesto de Icardi. Es poco creíble". Nada es inconcebible en Italia.

El líder de la Liga, Matteo Salvini, ha declarado que si Berlusconi, que encabeza Fuerza Italia y vuelve al Parlamento, apoya este gobierno técnico rompería la coalición de centroderecha. La primera reacción de Berlusconi fue de apoyo al presidente por defender a los inversores y ahorradores italianos. Luego parecía  inclinarse por la abstención hasta que hizo público su rechazo al gobierno de Cottarelli.

Los dos partidos anti establishment, la Liga y 5 Estrellas, han dejado claro su rechazo al presidente. El líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi di Maio, incluso habla de promover la destitución de Mattarella. Es un proceso complejo que requiere mayoría absoluta de las Cámaras y una acusación de “alta traición o violación de la Constitución”. Salvini acusa al presidente de obedecer a intereses de los poderosos, y de actuar como si Italia fuera una colonia de Francia y Alemania. Insiste en volver a votar, y desde ya está en campaña electoral permanente.

En la noche del domingo, tras explicar a Giuseppe Conte, propuesto por los populistas, que no podía aceptar un gobierno que pusiera en peligro los ahorros de los italianos y que pudiera conllevar a una salida del euro, especialmente por la presencia en Economía del euroescéptico Paolo Savona, Mattarella explicó a los ciudadanos que “no imponía ministros sino que salvaguardaba los intereses de Italia”. Conte, propuesto por la Liga y 5 Estrellas, como primer ministro renunció a seguir adelante al ver rechazada la lista de ministros.

El líder de la Liga, Matteo Salvini, se cerró en banda a la hora de apoyar a Paolo Savona como titular de Economía. “No a los chantajes, si hay veto, volveremos a las urnas”, clamó el domingo ante sus fieles en Umbria. Hasta el último minuto en 5 Estrellas confiaron en que Mattarella daría luz verde al equipo, como antes lo había hecho con Conte, un catedrático de Derecho sin experiencia política ni perfil internacional.

Sin embargo, el órdago de Salvini fue una guerra declarada a Mattarella, a quien lleva días desprestigiando. Sometido a asedio por los populistas, especialmente por Salvini, el presidente dio un golpe sobre la mesa y actuó en virtud del poder que le confiere la Constitución, en salvaguarda de los intereses de los italianos, y de una Italia fundadora de la Unión Europea, que no puede ni plantearse una salida del euro.

De nada sirvió que el profesor Savona, ex ministro con Ciampi y alto cargo con Berlusconi, explicara en un comunicado que abogaba por “una Europa diferente, más fuerte y más equitativa” y ni mencionara sus ideas sobre el euro, expuestas en su último libro recién publicado Como una pesadilla, como un sueño. Quedaba claro que Mattarella temía que Salvini condujera a Italia por otra senda, que implicara más endeudamiento, más déficit, y una reacción sísmica en los mercados que afectara a los bancos y ahorradores italianos.

De momento, el experimento populista ha saltado por los aires, pero según los sondeos, quien saldría más favorecido en las urnas sería Salvini, hasta ahora el político más popular de Italia. La Liga ya roza el 25% de apoyos. El Movimiento 5 Estrellas empieza a sospechar de la demoledora estrategia de Salvini, quien parecía más interesado en nuevas elecciones que en la supervivencia de la alianza populista.

De hecho, parece que rechazó a que su mano derecha, Giancarlo Giorgetti ocupara Economía. Salvini mantiene una postura ambigua y no descarta aliarse con 5 Estrellas, ni con el centroderecha en una nueva convocatoria a las urnas. Ha jugado fuerte contra el presidente y este órdago también tiene riesgos.

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