Política

El PSOE de Pedro Sánchez rehúye la euforia e intentará gobernar hasta fin de año

Derogará leyes estrellas del PP y aprobará medidas sociales antes de convocar elecciones generales el año próximo

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada al Congreso junto a Adriana Lastra, Margarita Robles y José Luis Ábalos.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada al Congreso junto a Adriana Lastra, Margarita Robles y José Luis Ábalos. | EFE

La sonrisa del destino esta vez sí vino a visitar a Pedro Sánchez. Sin escaño, un año después de ganar las primarias del PSOE, está previsto que el dirigente socialista se convierta este viernes en el nuevo presidente del Gobierno. Del paro a la Moncloa en año y medio. Semejante hazaña, no obstante, no provoca euforia en las filas socialistas. Prudentes, en Ferraz evitan cualquier triunfalismo y se marcan como objetivo nada desdeñable gobernar hasta final de año.

Con sólo 84 diputados, con minoría en la Mesa del Congreso y una presidenta en la Cámara del PP, la tarea no se presenta fácil para los socialistas. Además, el Senado cuenta con mayoría absoluta del PP, que podría complicar la gestión del nuevo Gobierno socialista con decisiones como enmendar los Presupuestos Generales del Estado recién aprobados.

La dirección del PSOE es consciente de todas las dificultades que se le presentan una vez que Sánchez se convierta en presidente con el apoyo de los partidos independentistas, incluido EH-Bildu, y el voto en contra de sus hasta ahora aliados constitucionalistas, PP y Ciudadanos. Los dos partidos del espectro de la derecha competirán en dureza en su oposición al PSOE.

Para evitar la imagen de oportunismo político que Rajoy ha atribuido a Sánchez con su moción de censura, el dirigente socialista pretende conformar un Gobierno con personas experimentadas que den lustre y prestigio a un Ejecutivo de máxima debilidad. Ese gabinete llevará a cabo reformas efectistas como la derogación de parte de la Ley Mordaza e inciativas de carácter social relacionadas con las pensiones, la dependencia, la sanidad o la educación.

Tras esos logros, el PSOE no apurará mucho los plazos. Sus previsiones más optimistas llegan hasta primavera de 2019 para celebrar las elecciones de forma conjunta con las municipales y autonómicas de mayo o un poco antes, con las andaluzas previstas en marzo. Si Sánchez lograra consolidar la mayoría de 180 diputados que, previsiblemente, le votarán este viernes como presidente del Gobierno, podría intentar prolongar un poco más su legislatura, como le ha solicitado el PNV, que no quiere elecciones en el horizonte inmediato.

Las previsiones que se barajan entre los grupos es que este mismo sábado jure el cargo ante el Rey y que el lunes nombre a sus ministros. La abrupta salida de Rajoy de la Moncloa así lo aconseja, aunque tradicionalmente los Gobiernos han preparado sus relevos con calma y detenimiento. Un ejemplo de ello son los 16.000 folios con resúmenes e indicaciones que le entregó el Gobierno saliente de José Luis Rodríguez Zapatero a la vicepresidenta entrante Soraya Sáenz de Santamaría.

La "desagradable" -en palabras del propio Pedro Sánchez- salida de Rajoy del Ejecutivo aceleran esos plazos y dificultan la transición entre los ministerios del PP a los del PSOE.

El candidato a la investidura no ha querido desvelar ninguna pista sobre su próximo Gobierno: "Estamos todavía en el debate, hay que ser escrupuloso con la tramitación parlamentaria", ha explicado a los periodistas tras acabar la primera sesión del debate de la moción de censura. En términos parecidos se ha pronunciado la portavoz socialista, Margarita Robles, quien ha subrayado que hay que ir "paso a paso" y esperar a la sesión de mañana. La diputada ha explicado que los socialistas no pueden negar que están "ilusionados".

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha insistido en que el PSOE sigue comprometido con convocar elecciones antes de que acabe la legislatura, pero sí ha dicho que tendrán más en cuenta la opinión de los partidos que les han mostrado su apoyo en la moción, como el PNV, que no de aquellas que han advertido que no ejercerán una oposición "constructiva".

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