La designación de José Borrell como ministro de Exteriores, el primer nombre confirmado del futuro gobierno de Pedro Sánchez, ha desatado la caja de los truenos en el independentismo catalán. Denostado tradicionalmente en Cataluña por jacobino, su participación en las manifestaciones organizadas por Sociedad Civil Catalana contra el proceso independentista, el pasado otoño, lo ha convertido en auténtica el bestia negra del independentismo junto a Manuel Valls y Mario Vargas Llosa.
El más ácido ha sido el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien ha saludado el nombramiento de Borrell como un bofetón a quienes desde PDeCat y ERC abogaron por apoyar la moción de censura de Pedro Sánchez en contra de su opinión. "Los apologetas lo llaman, orgullosos, un tiempo nuevo. Rescatar perfiles de otro tiempo que se han significado en la escalada del odio ¿ese es el gesto que tenían pensado para enviarnos un mensaje de fraternal desescalada?" se pregunta el ex president en twitter.
Els apologetes en diuen, cofois i pomposos, "un temps nou". Rescatar perfls d'un altre temps que s'han significat en l'escalada de l'odi, és el gest que tenien pensat per enviar-nos un missatge de fraternal desescalada? https://t.co/AuYOm4u1V0
— Carles Puigdemont (@KRLS) June 4, 2018
Su confirmación como ministro ha provocado una oleada de indignación independentista en las redes, con la comparación con una "momia" como una de las descalificaciones preferidas. El primer nombre del equipo de Sánchez y el primer catalán incorporado al Gobierno se ha leído en Cataluña como una bofetada al secesionismo.
En el PSC-PSOE estant desembalssamant a Josep Borrell pic.twitter.com/CRDWf1dSvY
— Ellery 🎗 (@Marc20F) June 1, 2018
Su referencia, durante la campaña electoral del 21D, a la necesidad de "desinfectar las heridas" antes de hablar de indultos, como había propuesto Miquel Iceta, no ha sido perdonada por el independentismo, que le afea también su referencia a "mossen Junqueras" cuando el líder de ERC ya estaba encarcelado en Estremera.
Tampoco le perdonan su campaña -casi en solitario- contra la tesis del "expolio" de España a Cataluña y su libro sobre las balanzas fiscales, en el que desmentía el eslogan nacionalista de los 16.000 millones de euros que pierde Cataluña en el reparto de recursos del actual sistema autonómico.
El diputado de ERC, Gabriel Rufián, ha sido lacónico en una reacción que muchos esperaban en las redes.
Qué vergüenza @sanchezcastejon pic.twitter.com/NxHOVlfitr
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) June 4, 2018
En los medios de comunicación dependientes de la Generalitat lo presentan como un dirigente que "ha destacado por su dura oposición" al procés y la participacion en las manifestaciones de octubre, mientras en medios independentistas los más irónicos apuntan ya que Borrell se convertirá en el mejor propagandista del independentismo tras la sustitución del Gobierno de Mariano Rajoy.
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