El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estudia acudir al Puerto de Valencia a recibir al barco Aquarius, que navega con más de 600 inmigrantes y refugiados “abandonados a su suerte”, rescatados por MSF y SOS Mediterranée, y cuya entrada a Italia ha sido impedida por el nuevo ministro del Interior, Matteo Salvini. Fuentes de la Moncloa explican a El Independiente que el jefe del Ejecutivo "no descarta" acudir personalmente a recibir a los refugiados a su llegada a España, si finalmente el barco atraca en las costas españolas. "Están cerca de Malta, a ver cuánto tardan en venir", explican fuentes oficiales. En todo caso, la llegada no se produciría antes de la noche del jueves o la mañana del viernes.
El gesto sería similar al protagonizado por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que en diciembre de 2015, con sólo un mes al frente del cargo, acudió al aeropuerto internacional de Toronto para recibir a los primeros refugiados sirios que llegaban al país. «Esta es una noche maravillosa. Estamos enseñándole al mundo cómo abrir nuestros corazones y recibir a gente que huye de situaciones extremadamente difíciles. Así somos nosotros», aseguró entonces.
Pedro Sánchez y su ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, han iniciado una intensa ronda de contactos diplomáticos que incluyen al primer ministro de Malta, país al que quería derivar a los inmigrantes el también nuevo Gobierno de Italia. El Gobierno español aclara que la decisión de acoger al Aquarius no marca una nueva política en materia de migraciones, sino que hace frente a una emergencia humanitaria concreta. El mensaje al mundo que pretende lanzar no es que España abre sus fronteras "sin un control razonable", sino que asiste a esa urgencia en concreto.
El nuevo Ejecutivo pretende también hacer girar las políticas europeas en materia de inmigrantes y refugiados al dejar claro que España no permitirá que 600 personas se queden "abandonadas en el Mediterráneo". "España acoge", aclaran en la Moncloa, que quiere dejar patente que la Unión Europea no puede quedarse fuera del compromiso humanitario con los refugiados que reclama mayoritariamente la sociedad.
El gobierno español, por orden directa del presidente Pedro Sánchez, ha decidido este lunes habilitar el puerto de Valencia para recibir al barco Aquarius, que navega sin rumbo entre Malta e Italia. La nave, en la que viajan 629 inmigrantes rescatados tanto por ONG's como por la marina italiana, tardaría entre tres y cuatro días en llegar a nuestras costas, donde será recibido "por razones humanitarias".
He dado instrucciones para que España acoja al barco #Aquarius en el Puerto de Valencia. Es nuestra obligación ofrecer a estas 600 personas un puerto seguro. Cumplimos con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 11, 2018
"He dado instrucciones para que España acoja al barco Aquarius en el Puerto de Valencia. Es nuestra obligación ofrecer a estas 600 personas un puerto seguro", ha explicado la cuenta de Pedro Sánchez en la red social en Twitter, con un mensaje en español y otro en inglés reiterando que "cumplimos con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias".
El líder del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, ha celebrado el gesto de Sánchez: "Desde hoy Italia no está sola y deseamos que el resto de países europeos sigan el ejemplo de Sánchez. Esto es la demostración de que si se quiere, se puede".
En exactamente la misma línea se ha manifestado el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Josep Borrell, que ha asegurado que la decisión se trata de un "gesto" para demostrar que el problema de la inmigración "es de Europa" y no del país al que le toque más de cerca, en referencia no sólo a Italia, sino también a España y Grecia.
La Comisión Europea celebra el gesto
El comisario europeo de Migraciones y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos, ha tuiteado que la Comisión Europea celebra "la decisión del gobierno español de permitir que el Aquarius desembarque en Valencia por razones humanitarias".
Welcome the decision of the Spanish Government to let the Aquarius disembark in Valencia for humanitarian reasons. This is real solidarity put in practice, towards both these desperate and vulnerable people and towards fellow EU Member States. #migrationEU https://t.co/GHOn9RoqlV
— Dimitris Avramopoulos (@Avramopoulos) June 11, 2018
"Esto es solidaridad verdadera puesta en práctica, tanto como con las personas vulnerables y desesperadas como con el resto de Estados miembro", ha asegurado Avramopoulos, citando el tweet de Moncloa en el que se anunciaba la decisión.
Por el contrario, el líder de la Liga Norte italiana y actual ministro del Interior del país transalpino, Matteo Salvini, ha celebrado en Twitter que finalmente sea España quien se haga cargo de los 629 inmigrantes a bordo del 'Aquarius', que navega sin rumbo después de que el propio Salvini ordenara el cierre de los puertos italianos para impedir que atracase el buque de la ONG SOS Mediterráneo y Médicos Sin Fronteras.
"¡Victoria! 629 inmigrantes a bordo del Aquarius con rumbo a España, ¡primer objetivo conseguido!", ha escrito Salvini, que en las últimas horas había intentado forzar a que fuese Malta quien recibiese a los rescatados frente a las costas de Libia. Salvini ha acompañado su mensaje con la etiqueta #CerramosLosPuertos.
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